Sueltan rumores falsos y provocan psicosis
Aún están incomunicadas las comunidades Guitarra, El Chicle y La Conchuda
Noé Zavaleta / Diario de Xalapa
En los municipios de Jamapa y Medellín de Bravo ya piensan en la reconstrucción y en la rehabilitación de la vida y de los sectores productivos, y pese a que hay varios predios y viviendas con el agua estancada, la situación ya es muy distinta a la alarma y múltiples necesidades que había hace una semana.
Jamapa y Medellín de Bravo fueron de los municipios más afectados por el "golpe de agua" que ocasionó el paso del huracán "Karl", ya que el desborde del río Jamapa afectó a varios municipios de esta demarcación.
En el municipio de Jamapa las comunidades de Guitarra, El Chicle y La Conchuda continúan incomunicadas, además en la congregación de Las Puertas decenas de viviendas continúan con el agua estancada y la ayuda del exterior no fluye para lograr desazolvar sus casas.
"A cubetazos nunca acabaríamos, tendremos que esperar a que seque o a que alguna autoridad nos preste una bomba para succionar el agua", señaló Margarita Alfonso Hidalgo, quien para salir de su vivienda a comprar víveres para comer tiene que caminar más de 20 metros en medio de una laguna de más de un metro de profundidad que se formó alrededor de su vivienda.
Guadalupe Prieto, habitante de Las Puertas, se muestra alarmada, pues por la contingencia y la preocupación por limpiar las viviendas y echar a la basura los electrodomésticos y los muebles inservibles, muy pocos se acuerdan del "¿qué vendrá después?", pues añade que en Jamapa hubo afectaciones al ganado, a los cultivos de maíz, frijol, chile y tomate, que es lo que se siembra en la región.
Pese a las adversidades, cientos de habitantes ya iniciaron con la limpieza de las casas y el retiro de los inmuebles inservibles, además ya se inició el recuento de los daños, en la cabecera municipal y en las congregaciones Las Puertas y El Chicle se observa cómo empleados municipales son "multiencuestadores", pues a petición del Comando Unificado y del Centro de Valoración de Daños, ya están pasando casa por casa a hacer una valoración de lo perdido, desde vidas humanas, mobiliario, electrodomésticos, automóviles, hectáreas de cultivo, animales de granja, ganado y hasta las mascotas entran en este censo.
Herminia Zurita, empleada de Servicios Generales del ayuntamiento, explicó que la encomienda es que se visite casa por casa, negocio por negocio, hectárea de cultivo y de ganado para hacer una real valoración de los daños.
Con el acceso "casi total" a todos los rincones de Jamapa, las brigadas de salud ya se encuentran patrullando las calles de este municipio y sus tres congregaciones, además en los planteles escolares los mismos padres de familia han iniciado la etapa de limpieza y de sacar "los cacharros" que ya no sirven para elaborar un reporte de daños para la SEV.
En Medellín de Bravo la situación es similar, el agua continúa estancada, pero sólo en algunos comercios, tiendas de abarrotes o viviendas ubicadas cerca del afluente del río Jamapa, ahí el olor a aguas residuales y a animal muerto es inevitable.
Es por demás común ver a las afueras de las viviendas o a las orillas de las carreteras, los muebles, colchones, "cascajos" de televisores y hornos de microondas, así como televisores abandonados.
Noé Zavaleta / Diario de Xalapa
En los municipios de Jamapa y Medellín de Bravo ya piensan en la reconstrucción y en la rehabilitación de la vida y de los sectores productivos, y pese a que hay varios predios y viviendas con el agua estancada, la situación ya es muy distinta a la alarma y múltiples necesidades que había hace una semana.
Jamapa y Medellín de Bravo fueron de los municipios más afectados por el "golpe de agua" que ocasionó el paso del huracán "Karl", ya que el desborde del río Jamapa afectó a varios municipios de esta demarcación.
En el municipio de Jamapa las comunidades de Guitarra, El Chicle y La Conchuda continúan incomunicadas, además en la congregación de Las Puertas decenas de viviendas continúan con el agua estancada y la ayuda del exterior no fluye para lograr desazolvar sus casas.
"A cubetazos nunca acabaríamos, tendremos que esperar a que seque o a que alguna autoridad nos preste una bomba para succionar el agua", señaló Margarita Alfonso Hidalgo, quien para salir de su vivienda a comprar víveres para comer tiene que caminar más de 20 metros en medio de una laguna de más de un metro de profundidad que se formó alrededor de su vivienda.
Guadalupe Prieto, habitante de Las Puertas, se muestra alarmada, pues por la contingencia y la preocupación por limpiar las viviendas y echar a la basura los electrodomésticos y los muebles inservibles, muy pocos se acuerdan del "¿qué vendrá después?", pues añade que en Jamapa hubo afectaciones al ganado, a los cultivos de maíz, frijol, chile y tomate, que es lo que se siembra en la región.
Pese a las adversidades, cientos de habitantes ya iniciaron con la limpieza de las casas y el retiro de los inmuebles inservibles, además ya se inició el recuento de los daños, en la cabecera municipal y en las congregaciones Las Puertas y El Chicle se observa cómo empleados municipales son "multiencuestadores", pues a petición del Comando Unificado y del Centro de Valoración de Daños, ya están pasando casa por casa a hacer una valoración de lo perdido, desde vidas humanas, mobiliario, electrodomésticos, automóviles, hectáreas de cultivo, animales de granja, ganado y hasta las mascotas entran en este censo.
Herminia Zurita, empleada de Servicios Generales del ayuntamiento, explicó que la encomienda es que se visite casa por casa, negocio por negocio, hectárea de cultivo y de ganado para hacer una real valoración de los daños.
Con el acceso "casi total" a todos los rincones de Jamapa, las brigadas de salud ya se encuentran patrullando las calles de este municipio y sus tres congregaciones, además en los planteles escolares los mismos padres de familia han iniciado la etapa de limpieza y de sacar "los cacharros" que ya no sirven para elaborar un reporte de daños para la SEV.
En Medellín de Bravo la situación es similar, el agua continúa estancada, pero sólo en algunos comercios, tiendas de abarrotes o viviendas ubicadas cerca del afluente del río Jamapa, ahí el olor a aguas residuales y a animal muerto es inevitable.
Es por demás común ver a las afueras de las viviendas o a las orillas de las carreteras, los muebles, colchones, "cascajos" de televisores y hornos de microondas, así como televisores abandonados.
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