Mauricio de Maria y Campos* / El Financiero
Hace un año difundimos el documento México frente a la crisis. Hacia un nuevo curso de desarrollo. La semana pasada presentamos una nueva propuesta de cara al 2011 para reiniciar el crecimiento y el empleo; frenar el deterioro social y detonar un nuevo proyecto nacional de desarrollo.
La recuperación mundial es débil; aún no se alcanzan los niveles de producción y empleo de 2007. Amenaza una nueva recesión.
Tampoco se ha restaurado el funcionamiento de los sistemas financieros y sigue siendo insuficiente el crédito para consumidores y empresas.
México tuvo el peor desempeño de América Latina en 2009, con una contracción del 6.5% del PIB, lejos del promedio mundial de 2.1% y del crecimiento de China y la India.
La calidad del nuevo empleo y los salarios se han deteriorado mucho.
Según CONEVAL, la pobreza laboral creció aceleradamente desde el tercer trimestre de 2008 y este año se mantiene por arriba del primer trimestre de 2009.
No obstante, se robustecen medidas de política económica que inhiben el crecimiento. Es el caso de la acumulación de reservas por la banca central, que resta recursos a la inversión productiva y ejerce una presión alcista sobre el valor del peso, que reduce la competitividad de las exportaciones mexicanas y desalienta el empleo y el crecimiento.
Por su parte, la política monetaria y de crédito es en extremo pasiva. La banca privada sigue sin prestar a las empresas y la intervención de la banca de desarrollo en los mercados de crédito es marginal.
Las cifras de desempeño económico en el primer semestre de 2010 apuntan a una reactivación insuficiente para el año y configuran una trayectoria de crecimiento inferior al potencial.
México necesita explorar una nueva ruta hacia el desarrollo, para configurar un Estado democrático y de derecho, promotor de la equidad social. Este objetivo no puede ser pospuesto por la gravedad de la crisis. Al contrario, urge adoptar medidas a favor de la recuperación, la inclusión social y la equidad. Proponemos una efectiva política anti-cíclica para 2011 con los siguientes componentes:
I. FORTALECER EL PRESUPUESTO Y MEJORAR LA CALIDAD DEL GASTO.
Incrementar en términos reales el gasto público y su calidad, en particular los recursos en áreas sensibles para el empleo, el bienestar y la reactivación del crecimiento, como son la infraestructura, el equipamiento de la educación básica, la ampliación de la educación media y superior, la ciencia y tecnología y la salud, atendiendo a las necesidades de desarrollo del conjunto de las regiones del país. Deben fortalecerse los mecanismos de planeación y programación del gasto, así como la eficiencia en su ejecución, la auditoría, la transparencia y la rendición de cuentas sobre el uso de los recursos públicos.
II. PARA FINANCIAR EL INCREMENTO DEL GASTO
A) Aumentar el déficit del sector público dentro de un margen razonable.
B) Introducir un impuesto a las transacciones financieras siguiendo experiencias internacionales exitosas.
C) Elevar la progresividad del impuesto sobre la renta de las personas físicas, revisando los tramos de la tarifa y aumentando la tasa para los individuos de altos ingresos a niveles comparables con los de los países de la OCDE.
D) Continuar el proceso de eliminación de privilegios fiscales.
III. IMPULSAR EL FINANCIAMIENTO PARA EL DESARROLLO
Fortalecer la acción de la banca de desarrollo, adoptando las reformas institucionales pertinentes para que cumpla con sus funciones primordiales: el fomento de la infraestructura, las exportaciones, el desarrollo agropecuario e industrial, entre otros. Promover políticas para que el sistema financiero privado incremente en forma sostenida los recursos para la inversión y la actividad productiva.
IV. AVANZAR EN LA COBERTURA DE LOS DERECHOS SOCIALES
Formar una comisión legislativa a fin de avanzar en materia de derechos sociales específicos para favorecer la creación de un sistema de salud universal, el empleo de los jóvenes, las becas educativas, el seguro de desempleo y el abatimiento de las desigualdades regionales.
V. CREAR UN CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL.
El Congreso de la Unión debe crear un Consejo Económico y Social -similar a los que han establecido fructíferamente diversos países-, como un espacio para el genuino diálogo social y la deliberación abierta sobre las políticas económicas y sociales, que sea un órgano participativo y de opinión obligada del Estado para que los Poderes de la Unión tomen las decisiones pertinentes a favor del desarrollo.
*Director IIDSES-IBERO
Hace un año difundimos el documento México frente a la crisis. Hacia un nuevo curso de desarrollo. La semana pasada presentamos una nueva propuesta de cara al 2011 para reiniciar el crecimiento y el empleo; frenar el deterioro social y detonar un nuevo proyecto nacional de desarrollo.
La recuperación mundial es débil; aún no se alcanzan los niveles de producción y empleo de 2007. Amenaza una nueva recesión.
Tampoco se ha restaurado el funcionamiento de los sistemas financieros y sigue siendo insuficiente el crédito para consumidores y empresas.
México tuvo el peor desempeño de América Latina en 2009, con una contracción del 6.5% del PIB, lejos del promedio mundial de 2.1% y del crecimiento de China y la India.
La calidad del nuevo empleo y los salarios se han deteriorado mucho.
Según CONEVAL, la pobreza laboral creció aceleradamente desde el tercer trimestre de 2008 y este año se mantiene por arriba del primer trimestre de 2009.
No obstante, se robustecen medidas de política económica que inhiben el crecimiento. Es el caso de la acumulación de reservas por la banca central, que resta recursos a la inversión productiva y ejerce una presión alcista sobre el valor del peso, que reduce la competitividad de las exportaciones mexicanas y desalienta el empleo y el crecimiento.
Por su parte, la política monetaria y de crédito es en extremo pasiva. La banca privada sigue sin prestar a las empresas y la intervención de la banca de desarrollo en los mercados de crédito es marginal.
Las cifras de desempeño económico en el primer semestre de 2010 apuntan a una reactivación insuficiente para el año y configuran una trayectoria de crecimiento inferior al potencial.
México necesita explorar una nueva ruta hacia el desarrollo, para configurar un Estado democrático y de derecho, promotor de la equidad social. Este objetivo no puede ser pospuesto por la gravedad de la crisis. Al contrario, urge adoptar medidas a favor de la recuperación, la inclusión social y la equidad. Proponemos una efectiva política anti-cíclica para 2011 con los siguientes componentes:
I. FORTALECER EL PRESUPUESTO Y MEJORAR LA CALIDAD DEL GASTO.
Incrementar en términos reales el gasto público y su calidad, en particular los recursos en áreas sensibles para el empleo, el bienestar y la reactivación del crecimiento, como son la infraestructura, el equipamiento de la educación básica, la ampliación de la educación media y superior, la ciencia y tecnología y la salud, atendiendo a las necesidades de desarrollo del conjunto de las regiones del país. Deben fortalecerse los mecanismos de planeación y programación del gasto, así como la eficiencia en su ejecución, la auditoría, la transparencia y la rendición de cuentas sobre el uso de los recursos públicos.
II. PARA FINANCIAR EL INCREMENTO DEL GASTO
A) Aumentar el déficit del sector público dentro de un margen razonable.
B) Introducir un impuesto a las transacciones financieras siguiendo experiencias internacionales exitosas.
C) Elevar la progresividad del impuesto sobre la renta de las personas físicas, revisando los tramos de la tarifa y aumentando la tasa para los individuos de altos ingresos a niveles comparables con los de los países de la OCDE.
D) Continuar el proceso de eliminación de privilegios fiscales.
III. IMPULSAR EL FINANCIAMIENTO PARA EL DESARROLLO
Fortalecer la acción de la banca de desarrollo, adoptando las reformas institucionales pertinentes para que cumpla con sus funciones primordiales: el fomento de la infraestructura, las exportaciones, el desarrollo agropecuario e industrial, entre otros. Promover políticas para que el sistema financiero privado incremente en forma sostenida los recursos para la inversión y la actividad productiva.
IV. AVANZAR EN LA COBERTURA DE LOS DERECHOS SOCIALES
Formar una comisión legislativa a fin de avanzar en materia de derechos sociales específicos para favorecer la creación de un sistema de salud universal, el empleo de los jóvenes, las becas educativas, el seguro de desempleo y el abatimiento de las desigualdades regionales.
V. CREAR UN CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL.
El Congreso de la Unión debe crear un Consejo Económico y Social -similar a los que han establecido fructíferamente diversos países-, como un espacio para el genuino diálogo social y la deliberación abierta sobre las políticas económicas y sociales, que sea un órgano participativo y de opinión obligada del Estado para que los Poderes de la Unión tomen las decisiones pertinentes a favor del desarrollo.
*Director IIDSES-IBERO
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