domingo, 8 de agosto de 2010

CASI $600 MIL MILLONES SE HAN ENTREGADO A BANCOS POR INTERESES DEL RESCATE EN 12 AÑOS

La deuda del IPAB es de 754 mil 853 millones de pesos, según informes de Hacienda
Israel Rodríguez J. / Periódico La Jornada
En los últimos 12 años el gobierno federal transfirió a los bancos que operan en México 590 mil 772 millones de pesos exclusivamente por el pago de intereses de la deuda asumida por el rescate bancario, revelan informes oficiales de la Secretaría de Hacienda y del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Pese a la cuantiosa transferencia de recursos, la deuda del IPAB, derivada del rescate financiero tras la crisis bancaria de 1995, asciende todavía a 754 mil 853 millones de pesos, con lo que el pago de intereses, sin incluir comisiones, gastos administrativos y otros gastos, representan alrededor de 80 por ciento del monto principal del pasivo del instituto.
Entre 1999 y el primer trimestre de 2010 –según el estado de egresos del organismo– el IPAB ha pagado al menos 590 mil 772 millones de pesos por los intereses por concepto de compra de cartera y saneamiento financiero del ahora extinto Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
Los informes oficiales revelan que al cierre de junio de 2010, los pasivos totales del IPAB ascendieron a 824 mil 530 millones de pesos, mientas que los activos totales sumaron 69 mil 677 millones. La diferencia entre ambos montos resulta en 754 mil 853 millones de pesos, que representa el saldo neto de la deuda del Instituto, la cual registró un incremento de 0.59 por ciento en términos nominales con respecto a diciembre de 2009.
Para cubrir los intereses de la deuda IPAB, solamente en el periodo abril-junio de 2010 se contrató deuda en el mercado financiero nacional a través de colocaciones de bonos por 49 mil 459.4 millones de pesos. Con estos recursos y otros provenientes de las ventas de activos se completaron 57 mil 404.5 millones de pesos para el pago de intereses y adicionalmente otros 682.8 millones para pago de intereses de otros créditos contratados y operaciones de instrumentos financieros derivados.
A finales de 1994 se detonó la crisis económica más grave de la historia moderna de México, debido al otorgamiento de créditos a personas físicas y morales de una forma indiscriminada acompañada de una alza en las tasas de interés lo que ocasionó que los deudores no pudieran cubrir sus obligaciones lo que provocó la insolvencia y la eventual quiebra del sistema financiero mexicano.
Mientras culminaban las operaciones para que el Fobaproa absorbiera la cartera vencida a los bancos, en Enero de 1995 el gobierno federal creó el Programa de Capitalización Temporal (Procapte), un instrumento alternativo para sanear el sistema bancario con el acceso rápido y en mayor volumen a capital extranjero y recuperar la solvencia de los bancos. Adicionalmente, la administración de Ernesto Zedillo propuso a los deudores de la banca reestructurar sus deudas por medio de unidades de inversión (Udi). Según la propia reglamentación del Fobaproa, la adquisición de deudas por parte del fideicomiso se realizó a condición de que los accionistas de las instituciones de crédito inyectaran recursos frescos.
Para evitar la insolvencia de la banca se utilizó al Fobaproa , el cual había sido creado por el gobierno mexicano en 1990 para enfrenar posibles problemas bancarios. Sin embargo en 1998 fue sustituido por el IPAB.
A finales de enero de 2009, durante el Foro de Davos en Suiza, Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente de México entre diciembre de 1994 y noviembre de 2000, reconoció que el rescate de la banca en México fue más costoso que el de los bancos estadunidenses. Zedillo recordó que “el rescate del sistema bancario en México al valor neto actual de 1995 supuso el 20 por ciento del producto interno bruto, que es mucho más del costo calculado para el paquete financiero de Estados Unidos”.
Actualmente, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que se explica como la medida más amplia de medir la deuda neta pública total (que incluye la deuda IPAB, Pidiregas, rescate carretero, deuda de la banca de desarrollo, Pemex, CFE, entre otros) se incrementó en lo que va de la actual administración en 43 por ciento al pasar de 3 billones 135 mil 438.9 millones de pesos en 2006 a 4 billones 490 mil 409.7 millones de pesos.

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