En los últimos 12 meses 75% de las empresas fue víctima de al menos un delito de ese tipo.
Alejandro Durán / El Sol de México
En América Latina, México se ubica como el país con el mayor nivel de incidencia de fraudes corporativos, toda vez que en los últimos 12 meses 75 por ciento de las empresas fue víctima de al menos un delito de ese tipo, lo que provocó que sólo en 2009 el daño económico para el sector privado por dicho concepto ascendiera a 18 mil 200 millones de pesos, cifra superior a los 11 mil 700 millones de pesos reportados en 2008.
Lo anterior deriva de un estudio dado a conocer por la consultoría KPMG, en el que se advirtió que la crisis económica global aumentó los riesgos de fraude para las compañías mexicanas, pues éstas concentraron sus esfuerzos en adoptar medidas de corto plazo para superar la adversidad económica y relajaron sus mecanismos de control interno y seguridad.
Por ello, el daño económico a las empresas en el país por concepto de fraudes se incrementó en seis mil 500 millones de pesos en sólo un año (de 2008 a 2009).
En este sentido, Shelley Hayes, socia a cargo de Práctica Forensic de KPMG en México, dijo que la incidencia de fraudes corporativos en el país es alta, pues prácticamente ocho de cada diez empresas que operan en territorio mexicano han padecido cuando menos un fraude en los últimos 12 meses.
"Los datos obtenidos nos indican que el tipo de fraude más frecuente en las empresas que operan en el país sigue siendo la malversación de activos; sin embargo, los fraudes que mayor daño están causando a las empresas afectadas son los fraudes en estados financieros; esto nos revela una situación urgente de control y supervisión sobre los mandos directivos de las empresas, porque los fraudes en estados financieros necesariamente requieren de la participación de altos directivos", indicó.
En conferencia de prensa para dar a conocer los resultados de la "Encuesta de Fraude en México 2010", realizada por KPMG en México, indicó que en comparación con 2008, la incidencia de fraudes cometidos por empleados de las propias empresas afectadas se incrementó significativamente, al pasar de 60 a 77 por ciento.
En cuanto a la ubicación del defraudador dentro de la compañía, dijo que destacó el área de Compras (23 por ciento) como la más vulnerable a padecer el mayor número de fraudes, seguida de las áreas de Almacén (15 por ciento) y Producción (12 por ciento).
Aseguró que los fraudes que mayor daño económico ocasionaron a las empresas afectadas fueron aquellos quebrantos cometidos por la Dirección General (29%), seguidos por las áreas de Contabilidad y Administración (21 %).
"En general, cuando se discute el asunto del control interno se suele poner demasiado énfasis en los controles orientados hacia la operación de las compañías, descuidando los mandos directivos. Sin embargo, los datos obtenidos en nuestra encuesta revelan que los fraudes cometidos por directivos son los que causan un mayor daño en el patrimonio de las compañías, y son los que tienden a cuasar más daños a la reputación e imagen de la empresa", señaló.
Medio Oriente tiene los países con menos incidencia de fraudes en empresas
Shelley Hayes afirmó que aún cuando no hay un "ranking" mundial sobre la incidencia de fraudes en empresas, algunos países desarrollados que se comparan con el nivel que tiene México son Estados Unidos y Alemania, con alrededor de 70 por ciento en este concepto.
Destacó que los países con menos incidencia de fraudes en empresas privadas son los de Medio Oriente, debido a la forma en que el Estado, la cultura y los valores morales de estas sociedades ven este tipo de ilícito.
Hayes comentó que los datos obtenidos por KPMG en su encuesta, aplicada a 286 directivos de empresas de diversos sectores que operan en México, muestran que el tipo de fraude más frecuente sigue siendo la malversación de activos, con una incidencia de 43 por ciento.
Por su parte, el gerente de Práctica Forensic de KPMG en México, Arturo del Castillo, dio a conocer que 48 por ciento de los fraudes en las empresas que operan en el país fueron detectados por medio de denuncia.
Finalmente, comentó que casi dos terceras partes de las empresas defraudadas tardaron más de un año en detectar el fraude del que fueron víctimas, lo que significa que están teniendo poca precaución para detener este tipo de delitos.
Alejandro Durán / El Sol de México
En América Latina, México se ubica como el país con el mayor nivel de incidencia de fraudes corporativos, toda vez que en los últimos 12 meses 75 por ciento de las empresas fue víctima de al menos un delito de ese tipo, lo que provocó que sólo en 2009 el daño económico para el sector privado por dicho concepto ascendiera a 18 mil 200 millones de pesos, cifra superior a los 11 mil 700 millones de pesos reportados en 2008.
Lo anterior deriva de un estudio dado a conocer por la consultoría KPMG, en el que se advirtió que la crisis económica global aumentó los riesgos de fraude para las compañías mexicanas, pues éstas concentraron sus esfuerzos en adoptar medidas de corto plazo para superar la adversidad económica y relajaron sus mecanismos de control interno y seguridad.
Por ello, el daño económico a las empresas en el país por concepto de fraudes se incrementó en seis mil 500 millones de pesos en sólo un año (de 2008 a 2009).
En este sentido, Shelley Hayes, socia a cargo de Práctica Forensic de KPMG en México, dijo que la incidencia de fraudes corporativos en el país es alta, pues prácticamente ocho de cada diez empresas que operan en territorio mexicano han padecido cuando menos un fraude en los últimos 12 meses.
"Los datos obtenidos nos indican que el tipo de fraude más frecuente en las empresas que operan en el país sigue siendo la malversación de activos; sin embargo, los fraudes que mayor daño están causando a las empresas afectadas son los fraudes en estados financieros; esto nos revela una situación urgente de control y supervisión sobre los mandos directivos de las empresas, porque los fraudes en estados financieros necesariamente requieren de la participación de altos directivos", indicó.
En conferencia de prensa para dar a conocer los resultados de la "Encuesta de Fraude en México 2010", realizada por KPMG en México, indicó que en comparación con 2008, la incidencia de fraudes cometidos por empleados de las propias empresas afectadas se incrementó significativamente, al pasar de 60 a 77 por ciento.
En cuanto a la ubicación del defraudador dentro de la compañía, dijo que destacó el área de Compras (23 por ciento) como la más vulnerable a padecer el mayor número de fraudes, seguida de las áreas de Almacén (15 por ciento) y Producción (12 por ciento).
Aseguró que los fraudes que mayor daño económico ocasionaron a las empresas afectadas fueron aquellos quebrantos cometidos por la Dirección General (29%), seguidos por las áreas de Contabilidad y Administración (21 %).
"En general, cuando se discute el asunto del control interno se suele poner demasiado énfasis en los controles orientados hacia la operación de las compañías, descuidando los mandos directivos. Sin embargo, los datos obtenidos en nuestra encuesta revelan que los fraudes cometidos por directivos son los que causan un mayor daño en el patrimonio de las compañías, y son los que tienden a cuasar más daños a la reputación e imagen de la empresa", señaló.
Medio Oriente tiene los países con menos incidencia de fraudes en empresas
Shelley Hayes afirmó que aún cuando no hay un "ranking" mundial sobre la incidencia de fraudes en empresas, algunos países desarrollados que se comparan con el nivel que tiene México son Estados Unidos y Alemania, con alrededor de 70 por ciento en este concepto.
Destacó que los países con menos incidencia de fraudes en empresas privadas son los de Medio Oriente, debido a la forma en que el Estado, la cultura y los valores morales de estas sociedades ven este tipo de ilícito.
Hayes comentó que los datos obtenidos por KPMG en su encuesta, aplicada a 286 directivos de empresas de diversos sectores que operan en México, muestran que el tipo de fraude más frecuente sigue siendo la malversación de activos, con una incidencia de 43 por ciento.
Por su parte, el gerente de Práctica Forensic de KPMG en México, Arturo del Castillo, dio a conocer que 48 por ciento de los fraudes en las empresas que operan en el país fueron detectados por medio de denuncia.
Finalmente, comentó que casi dos terceras partes de las empresas defraudadas tardaron más de un año en detectar el fraude del que fueron víctimas, lo que significa que están teniendo poca precaución para detener este tipo de delitos.
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