En 20 años será el mayor desafío para la salud pública, dice el director del Instituto de Geriatría
México, sin recursos para afrontar el envejecimiento poblacional: experto
Hay un gran pendiente en las acciones para garantizar atención adecuada a ese sector, destaca la Ssa
Ángeles Cruz Martínez / Periódico La Jornada
México dispone de sólo 20 años para alcanzar los recursos que le permitan enfrentar el desafío más grande de la salud pública en el siglo XXI: el envejecimiento de la población, fenómeno que ya presiona las finanzas públicas y ha puesto en evidencia las carencias, advirtió Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto de Geriatría.
Aunque las personas mayores de 60 años representan 7 por ciento del total de la población, ocupan 25 por ciento de las camas hospitalarias del país, pero no existen servicios especializados de atención que ayuden a mejorar la calidad de vida de los individuos, sobre todo en sus últimas etapas.
Efectos de la pobreza
La pobreza también incide en el envejecimiento prematuro y en la mayor frecuencia de enfermedad, plantea el especialista en el libro Envejecimiento humano. Una visión transdisciplinaria, que se presentó ayer durante un encuentro nacional sobre el tema, organizado por el Instituto de Geriatría.
Sobre los servicios de salud, Gutiérrez Robledo señaló en entrevista que además de la carencia de médicos especialistas, “existe un gran vacío” entre el hospital y el domicilio de los adultos mayores, en particular cuando luego de recuperarse de alguna enfermedad no logran mantener un buen estado de salud y tienen que regresar al nosocomio por nuevas complicaciones.
Luego de la inauguración del acto, en el que participan investigadores nacionales y extranjeros, el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos, reconoció que hay un gran pendiente en las acciones que deben realizarse para garantizar atención adecuada al envejecimiento de los mexicanos.
Implica contar con servicios de salud de calidad y un mecanismo integral para, por ejemplo, evitar la desprotección social y económica de los adultos mayores. Reconoció que el proyecto planteado en el gobierno de Vicente Fox para otorgar una pensión a los individuos que carecen de acceso a la seguridad social, también está pendiente “porque no hay recursos económicos”.
El principal problema –señaló– es que el ingreso del país está muy debajo de las necesidades de lo que se requiere. Insistió en que se necesita una plataforma fiscal para cubrir las carencias en materia de salud.
Sobre el tema, Gutiérrez Robledo plantea en su libro que “el incremento de los ancianos ocurre en un contexto de pobreza, gran heterogeneidad y profunda inequidad”.
Explica que el mejoramiento de la calidad de vida en el país no ha sido uniforme para la población y, de hecho, en los sectores de menores ingresos se incrementa la vulnerabilidad a causa de programas económicos que no les han favorecido, y en cambio, les ha provocado mayor carga de enfermedad y muerte.
En ese grupo se encuentran los adultos mayores, que padecen infecciones como tuberculosis, mientras el desarrollo de padecimientos crónico degenerativos está influenciado por mala nutrición, por ejemplo. Gutiérrez ubica una alternativa de solución en el desarrollo de sistemas de cuidados de largo plazo, basados en la comunidad, no en los hospitales.
Por otra parte, señala que la pobreza y la crisis económica inciden en el aumento de la mortalidad de los ancianos, y más en las mujeres, mientras el apoyo de la seguridad social “puede no ser suficiente para prevenir esta situación”.
Al respecto, Córdova Villalobos indicó que ante las crecientes necesidades por el aumento en el número de adultos mayores, el presupuesto se tendrá que incrementar de manera progresiva.
México, sin recursos para afrontar el envejecimiento poblacional: experto
Hay un gran pendiente en las acciones para garantizar atención adecuada a ese sector, destaca la Ssa
Ángeles Cruz Martínez / Periódico La Jornada
México dispone de sólo 20 años para alcanzar los recursos que le permitan enfrentar el desafío más grande de la salud pública en el siglo XXI: el envejecimiento de la población, fenómeno que ya presiona las finanzas públicas y ha puesto en evidencia las carencias, advirtió Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto de Geriatría.
Aunque las personas mayores de 60 años representan 7 por ciento del total de la población, ocupan 25 por ciento de las camas hospitalarias del país, pero no existen servicios especializados de atención que ayuden a mejorar la calidad de vida de los individuos, sobre todo en sus últimas etapas.
Efectos de la pobreza
La pobreza también incide en el envejecimiento prematuro y en la mayor frecuencia de enfermedad, plantea el especialista en el libro Envejecimiento humano. Una visión transdisciplinaria, que se presentó ayer durante un encuentro nacional sobre el tema, organizado por el Instituto de Geriatría.
Sobre los servicios de salud, Gutiérrez Robledo señaló en entrevista que además de la carencia de médicos especialistas, “existe un gran vacío” entre el hospital y el domicilio de los adultos mayores, en particular cuando luego de recuperarse de alguna enfermedad no logran mantener un buen estado de salud y tienen que regresar al nosocomio por nuevas complicaciones.
Luego de la inauguración del acto, en el que participan investigadores nacionales y extranjeros, el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos, reconoció que hay un gran pendiente en las acciones que deben realizarse para garantizar atención adecuada al envejecimiento de los mexicanos.
Implica contar con servicios de salud de calidad y un mecanismo integral para, por ejemplo, evitar la desprotección social y económica de los adultos mayores. Reconoció que el proyecto planteado en el gobierno de Vicente Fox para otorgar una pensión a los individuos que carecen de acceso a la seguridad social, también está pendiente “porque no hay recursos económicos”.
El principal problema –señaló– es que el ingreso del país está muy debajo de las necesidades de lo que se requiere. Insistió en que se necesita una plataforma fiscal para cubrir las carencias en materia de salud.
Sobre el tema, Gutiérrez Robledo plantea en su libro que “el incremento de los ancianos ocurre en un contexto de pobreza, gran heterogeneidad y profunda inequidad”.
Explica que el mejoramiento de la calidad de vida en el país no ha sido uniforme para la población y, de hecho, en los sectores de menores ingresos se incrementa la vulnerabilidad a causa de programas económicos que no les han favorecido, y en cambio, les ha provocado mayor carga de enfermedad y muerte.
En ese grupo se encuentran los adultos mayores, que padecen infecciones como tuberculosis, mientras el desarrollo de padecimientos crónico degenerativos está influenciado por mala nutrición, por ejemplo. Gutiérrez ubica una alternativa de solución en el desarrollo de sistemas de cuidados de largo plazo, basados en la comunidad, no en los hospitales.
Por otra parte, señala que la pobreza y la crisis económica inciden en el aumento de la mortalidad de los ancianos, y más en las mujeres, mientras el apoyo de la seguridad social “puede no ser suficiente para prevenir esta situación”.
Al respecto, Córdova Villalobos indicó que ante las crecientes necesidades por el aumento en el número de adultos mayores, el presupuesto se tendrá que incrementar de manera progresiva.
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