lunes, 30 de agosto de 2010

¿TIEMPOS DE CONSUMO O AUSTERIDAD?

Alberto Tovar / El Financiero
Un lector me preguntó por qué recomendar ahorrar cuando el país requiere una mayor demanda para estimular la actividad productiva.
La respuesta es sencilla, las autoridades no han establecido los estímulos adecuados para aumentar el gasto de las unidades familiares.
Una estrategia expansionista comúnmente está delineada por un incremento del gasto público en infraestructura, con el fin de elevar el empleo, una reducción de impuestos para generar un repunte en el ingreso disponible de las personas y una disminución en las tasas de interés para incentivar el crédito y, con ello, la demanda sobre los productos nacionales.
Resulta que ninguno de esos estímulos se ha otorgado en nuestro país. El gobierno ha sido lento en sus erogaciones de inversión por tanta normatividad para ejercerlas, y más bien está metido en una estrategia de austeridad permanente, porque sus finanzas son precarias.
Los impuestos, lejos de bajar, han subido, como es el caso de la tasa del IVA, además de empeñarse en ser implacables con los contribuyentes cautivos y, en el extremo, con los pensionados.
Por su parte, las tasas de interés se han mantenido estables y bajas, pero para el ahorro. En tanto, son excesivamente elevadas para el endeudamiento. Mientras un banco puede estar otorgando una raquítica tasa menor a 2 por ciento sobre pagarés, en el otro extremos hay instituciones que llegan a cobrar hasta 60 por ciento en su tarjeta de crédito. El margen de intermediación es brutal.
Por si fuera poco, el nivel de desempleo, el subempleo y la informalidad se ha mantenido a tasas muy altas, lo cual indica que muchas familias tienen problemas para obtener el mínimo necesario para subsistir con los gastos básicos de la casa.
Las razones expuestas son justificación suficiente para que en el terreno de las finanzas personales uno tenga especial mesura en las decisiones. Aun cuando quisiéramos un mejor escenario, todavía persiste la incertidumbre.
Ahora bien, debemos de evitar ser simplistas y sólo recomendar dejar de gastar. En los procesos recesivos siempre hay algunos sectores de la economía que están boyantes y si, por buena suerte, se trabaja en un área en donde hay estabilidad, es posible tomar decisiones de compra.
En un entorno de certidumbre, es factible encontrar opciones de bienes durables con precios accesibles por la caída de la demanda, además de que se puede tomar un endeudamiento responsable para capitalizarse con algún bien raíz.
Por ello, la disyuntiva no es consumir o ser austero, sino ser responsable con nuestros recursos en el corto, mediano y largo plazos, realizando un ejercicio de planeación.
De seguimiento...
Hay que darle especial seguimiento a los mercados financieros que en la semana han estado nerviosos, porque la economía de Estados Unidos sigue presentando señales de debilidad.
Entre mortales...
Un lector pregunta: "Quisiera conocer su opinión sobre invertir en la compra de monedas de oro y/o plata, ¿qué tan conveniente es? Y, en caso de que sea recomendable, me indique en dónde se pueden adquirir."
Los metales preciosos tienden a ser una buena inversión de cobertura cuando se espera una fuerte crisis financiera y resulta el refugió obligado ante la incertidumbre.
En contraposición, los amonedados son un tanto riesgosos en la medida en que se dispone del bien físico y habría de contratarse una caja de seguridad para su custodia.
Una ventaja es que no se requieren grandes cantidades de dinero, además de una total liquidez, pues pueden venderse en el momento en que así convenga. Sin embargo, habrá de considerarse el diferencial de precio entre compra y venta.
Para darnos una idea de los rendimientos, en lo que va de 2010, el centenario ha ganado 12.1 por ciento y la onza libertad 13.8 por ciento. En tanto, los rendimientos de los instrumentos de deuda de valores gubernamentales se han ubicado alrededor de 4.6 por ciento y la Bolsa Mexicana de Valores hasta el 25 de agosto lleva perdido menos 2.08 por ciento, medido con el Indice de Precio y Cotizaciones.
Si se quiere adquirir amonedados, el Banco de México lo hace mediante la banca comercial y lo mejor sería preguntar directamente al gerente de una sucursal para que le indique el procedimiento o consultar la lista de distribuidores en www.banxico.org.mx/billetesymonedas/servicios/venta/DistribuidoresNacionales.html.
También es posible entrar al mercado de futuros internacionales de metales, aunque el nivel de conocimiento es más especializado, la ventaja es que no se tiene el bien físicamente.
Dependiendo de la cantidad disponible, hay otras opciones para invertir en función de los metales preciosos, como sería comprar acciones de empresas mineras nacionales. Sin embargo, en estos casos interviene en la cotización de la acción la evolución particular de la compañía y las expectativas económicas nacionales. Si se buscara hacerlo a nivel internacional, una buena opción serían lo Eshares.

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