Se desploma el índice de aprobación de Obama por la falta de trabajos, revelan encuestas
El desempleo amenaza el control demócrata en el Congreso: analistas
General Motors gana 2.2 mil mdd y genera sólo dos mil plazas laborales este año: economistas
Empresarios aprendieron a obtener fuertes ingresos sin crear fuentes de ocupación: Michael Moore
David Brooks / Periódico La Jornada
Para unos cuantos son los mejores tiempos, para todos los demás siguen siendo los peores, y eso, más que cualquier otra cosa aquí, es lo determinante en los procesos electorales y la peor amenaza al gobierno de Barack Obama y el liderazgo demócrata que ha tenido el control de Washington durante los últimos dos años.
Y es que cada vez es más claro que la peor crisis económica desde la Gran Depresión no afecta a todos por igual. En las últimas semanas empresarios han reportado ganancias astronómicas, mientras que uno de cada seis estadunidenses están desempleados o subempleados, y el futuro inmediato no promete ningún alivio.
En encuestas recientes, la economía, pero sobre todo el empleo, son las principales preocupaciones entre los estadunidenses. Un 72 por ciento afirma estar "muy preocupado" por el desempleo, según sondeo de Reuters/Ipsos.
Según una encuesta reciente de Gallup, la economía y el empleo son identificados como los problemas más serios que enfrenta el país (casi 30 por ciento afirma eso), muy por arriba de temas como el de migración (7 por ciento cree que es el más importante) y las guerras (4 por ciento).
Con esta creciente preocupación, el nivel de aprobación del gobierno de Barack Obama se desploma; por primera vez, más gente lo reprueba (52 por ciento) que lo aprueba (45 por ciento), de acuerdo con la encuesta de Reuters, y esto será un factor enorme en las elecciones legislativas programadas para este noviembre, cuando se pronostican serias derrotas para el partido del presidente.
Prosperidad y miseria
Las empresas han reportado enormes incrementos en sus ganancias y desde el segundo trimestre de este año lograron recuperar todo el terreno perdido durante la recesión; ahora son un 5.7 por ciento más que cuando estaban al iniciarse la recesión, indican cifras oficiales analizadas por el Economic Policy Institute (EPI). Según el Departamento de Comercio, las ganancias totales de las empresas estadunidenses alcanzaron 1.59 billones de dólares en el primer trimestre de 2010 comparado con 1.50 billones en el cuarto trimestre de 2007.
Esto contrasta dramáticamente con las condiciones del mercado laboral: durante ese mismo periodo (finales de 2007 a principios de 2010), el país perdió 8.2 millones de empleos, o sea, aproximadamente uno de cada 20 empleos se esfumaron, resume EPI.
Mientras tanto, Washington titubea cada vez más en estimular la economía con medidas para generar empleo ante argumentos impulsados por sectores conservadores de que el déficit presupuestario amenaza la prosperidad. Tan bueno ha sido el manejo de este debate por conservadores que han logrado convencer a la mayoría de la opinión pública: 67 por ciento, en la encuesta de Reuters, dice estar muy preocupado por el gasto gubernamental y el déficit.
Pero como lo explica el economista Paul Krugman, los mismos políticos que afirman que el gobierno no puede gastar más para evitar mayores recortes en servicios públicos "son los mismos que desean enviar cheques de un promedio de 3 millones cada uno para entregárselos a las 120 mil personas más ricas del país". Es decir, son los efectos del recorte de impuestos a los más ricos impulsado durante el gobierno de George W. Bush. O sea, si son fondos destinados a estimular el empleo y asistir a los pobres, hay que preocuparse por el déficit, si es para los más ricos, con eso no hay problema, argumenta.
Mientras tanto, la población con empleo a lo largo del país no ha sentido los beneficios de la recuperación en ganancias empresariales, por el contrario, enfrentan demandas de sus patrones para reducir salarios, prestaciones y más.
Tal vez uno de los ejemplos más notables es el de General Motors, la gran empresa automotriz que tuvo que ser rescatada de la bancarrota por los contribuyentes. En el primer semestre de 2010, GM generó 2.2 mil millones de dólares en ganancias, algo considerado un gran triunfo empresarial. Pero durante el mismo tiempo, la empresa sólo creó 2 mil nuevos empleos en América del Norte. Economistas subrayan que este ejemplo se repite en todo el país.
Michael Moore, el documentalista, señala que los billones que invirtió el gobierno en rescatar a la empresas de un colapso "funcionó para las empresas", y que el mundo empresarial ha encontrado la manera de generar enormes ganancias sin generar empleos. “Tenemos que enfrentar el hecho de que la mayoría de los ejecutivos en jefe estadunidenses no desean que ‘mejore’ la economía porque para ellos, no podría mejorar más, tienen ganancias que salen de sus orejas mientras que con una tasa de desempleo de 9.5 por ciento todos sus trabajadores están demasiado asustados como para pedir un incremento de 25 centavos”.
En Williamson, Nueva York, unos 300 trabajadores están en huelga desde hace tres meses en a planta de Mott’s Original Apple Sauce, subsidiaria de Dr. Pepper Snapple Group, enorme empresa de alimentos y bebidas. La compañía demandaba una reducción de salarios, eliminación de pensiones de jubilación para nuevos empleados y reducciones de otras prestaciones. Y no es porque esté en apuros financieros, todo lo contrario: tuvo un ingreso neto de 550 millones en 2009. Sin embargo, la empresa afirma que los trabajadores reciben un salario demasiado alto para los niveles que se pagan en esa región ahora deprimida.
Un trabajador del comité de negociación contó al New York Times que un administrador de la planta dijo durante las negociaciones que los trabajadores eran "una mercancía, como frijol de soya y aceite, y como los precios de las mercancías suben y bajan, y hay miles sin trabajo en esta zona", pues podrían contratarlos por mucho menos.
El presidente internacional del sindicato nacional RWDSU que representa a los trabajadores, Stuart Appelbaum, declaró a The Nation que la huelga en Williamson "se ha vuelto un paradigma de lo que sucede en nuestro país. Ves a trabajadores viviendo en el temor por sus empleos, por si podrán mantenerse en sus casas y por cómo sobrevivirán sus familias, y encima les dicen que se sacrifiquen para que los que ya tienen mucho tengan más".
El desempleo amenaza el control demócrata en el Congreso: analistas
General Motors gana 2.2 mil mdd y genera sólo dos mil plazas laborales este año: economistas
Empresarios aprendieron a obtener fuertes ingresos sin crear fuentes de ocupación: Michael Moore
David Brooks / Periódico La Jornada
Para unos cuantos son los mejores tiempos, para todos los demás siguen siendo los peores, y eso, más que cualquier otra cosa aquí, es lo determinante en los procesos electorales y la peor amenaza al gobierno de Barack Obama y el liderazgo demócrata que ha tenido el control de Washington durante los últimos dos años.
Y es que cada vez es más claro que la peor crisis económica desde la Gran Depresión no afecta a todos por igual. En las últimas semanas empresarios han reportado ganancias astronómicas, mientras que uno de cada seis estadunidenses están desempleados o subempleados, y el futuro inmediato no promete ningún alivio.
En encuestas recientes, la economía, pero sobre todo el empleo, son las principales preocupaciones entre los estadunidenses. Un 72 por ciento afirma estar "muy preocupado" por el desempleo, según sondeo de Reuters/Ipsos.
Según una encuesta reciente de Gallup, la economía y el empleo son identificados como los problemas más serios que enfrenta el país (casi 30 por ciento afirma eso), muy por arriba de temas como el de migración (7 por ciento cree que es el más importante) y las guerras (4 por ciento).
Con esta creciente preocupación, el nivel de aprobación del gobierno de Barack Obama se desploma; por primera vez, más gente lo reprueba (52 por ciento) que lo aprueba (45 por ciento), de acuerdo con la encuesta de Reuters, y esto será un factor enorme en las elecciones legislativas programadas para este noviembre, cuando se pronostican serias derrotas para el partido del presidente.
Prosperidad y miseria
Las empresas han reportado enormes incrementos en sus ganancias y desde el segundo trimestre de este año lograron recuperar todo el terreno perdido durante la recesión; ahora son un 5.7 por ciento más que cuando estaban al iniciarse la recesión, indican cifras oficiales analizadas por el Economic Policy Institute (EPI). Según el Departamento de Comercio, las ganancias totales de las empresas estadunidenses alcanzaron 1.59 billones de dólares en el primer trimestre de 2010 comparado con 1.50 billones en el cuarto trimestre de 2007.
Esto contrasta dramáticamente con las condiciones del mercado laboral: durante ese mismo periodo (finales de 2007 a principios de 2010), el país perdió 8.2 millones de empleos, o sea, aproximadamente uno de cada 20 empleos se esfumaron, resume EPI.
Mientras tanto, Washington titubea cada vez más en estimular la economía con medidas para generar empleo ante argumentos impulsados por sectores conservadores de que el déficit presupuestario amenaza la prosperidad. Tan bueno ha sido el manejo de este debate por conservadores que han logrado convencer a la mayoría de la opinión pública: 67 por ciento, en la encuesta de Reuters, dice estar muy preocupado por el gasto gubernamental y el déficit.
Pero como lo explica el economista Paul Krugman, los mismos políticos que afirman que el gobierno no puede gastar más para evitar mayores recortes en servicios públicos "son los mismos que desean enviar cheques de un promedio de 3 millones cada uno para entregárselos a las 120 mil personas más ricas del país". Es decir, son los efectos del recorte de impuestos a los más ricos impulsado durante el gobierno de George W. Bush. O sea, si son fondos destinados a estimular el empleo y asistir a los pobres, hay que preocuparse por el déficit, si es para los más ricos, con eso no hay problema, argumenta.
Mientras tanto, la población con empleo a lo largo del país no ha sentido los beneficios de la recuperación en ganancias empresariales, por el contrario, enfrentan demandas de sus patrones para reducir salarios, prestaciones y más.
Tal vez uno de los ejemplos más notables es el de General Motors, la gran empresa automotriz que tuvo que ser rescatada de la bancarrota por los contribuyentes. En el primer semestre de 2010, GM generó 2.2 mil millones de dólares en ganancias, algo considerado un gran triunfo empresarial. Pero durante el mismo tiempo, la empresa sólo creó 2 mil nuevos empleos en América del Norte. Economistas subrayan que este ejemplo se repite en todo el país.
Michael Moore, el documentalista, señala que los billones que invirtió el gobierno en rescatar a la empresas de un colapso "funcionó para las empresas", y que el mundo empresarial ha encontrado la manera de generar enormes ganancias sin generar empleos. “Tenemos que enfrentar el hecho de que la mayoría de los ejecutivos en jefe estadunidenses no desean que ‘mejore’ la economía porque para ellos, no podría mejorar más, tienen ganancias que salen de sus orejas mientras que con una tasa de desempleo de 9.5 por ciento todos sus trabajadores están demasiado asustados como para pedir un incremento de 25 centavos”.
En Williamson, Nueva York, unos 300 trabajadores están en huelga desde hace tres meses en a planta de Mott’s Original Apple Sauce, subsidiaria de Dr. Pepper Snapple Group, enorme empresa de alimentos y bebidas. La compañía demandaba una reducción de salarios, eliminación de pensiones de jubilación para nuevos empleados y reducciones de otras prestaciones. Y no es porque esté en apuros financieros, todo lo contrario: tuvo un ingreso neto de 550 millones en 2009. Sin embargo, la empresa afirma que los trabajadores reciben un salario demasiado alto para los niveles que se pagan en esa región ahora deprimida.
Un trabajador del comité de negociación contó al New York Times que un administrador de la planta dijo durante las negociaciones que los trabajadores eran "una mercancía, como frijol de soya y aceite, y como los precios de las mercancías suben y bajan, y hay miles sin trabajo en esta zona", pues podrían contratarlos por mucho menos.
El presidente internacional del sindicato nacional RWDSU que representa a los trabajadores, Stuart Appelbaum, declaró a The Nation que la huelga en Williamson "se ha vuelto un paradigma de lo que sucede en nuestro país. Ves a trabajadores viviendo en el temor por sus empleos, por si podrán mantenerse en sus casas y por cómo sobrevivirán sus familias, y encima les dicen que se sacrifiquen para que los que ya tienen mucho tengan más".
No hay comentarios:
Publicar un comentario