lunes, 7 de junio de 2010

DESMANTELÓ EL GOBIERNO A LA INDUSTRIA NACIONAL, DICE EL COLEGIO NACIONAL DE ECONOMISTAS

Salarios dignos y estables, condiciones que demandan los empleados, es lo más razonable para fortalecer al mercado nacional, asegura Gonzalo Núñez.
Dolores Acosta / El Sol de México
Para que la economía retome su ritmo de crecimiento, se debe partir de que haya consumidores con ingresos justos que tengan capacidad de compra, con una política definida de qué queremos ser, con metas precisas y recursos suficientes de apoyo a sectores prioritarios como la industria, las actividades agropecuarias, el turismo, la ciencia y tecnología, así como a la pesca, explicó el economista Gonzalo Núñez González.
El especialista, gerente del Colegio Nacional de Economistas, advierte que México abandonó el mercado interno y se desmanteló a la industria nacional, la mitad de ella, indica, está paralizada; además, se perdió el objetivo en el caso de la industria maquiladora de incorporar componentes nacionales; en el campo se optó por importar granos básicos con el pretexto de que son más baratos y para mantener una inflación a la baja; además de que no hemos sido capaces de incorporar valor a ninguna de las materias primas que se producen.
Indicó que con voluntad y decisión de empujar al país, lo más razonable es fortalecer al mercado nacional, que permita absorber los empleos con salarios dignos y estables que demanda la población. Sólo así los otros 50 millones de consumidores que hay en el país tendrán capacidad de compra, incluso de productos duraderos y hechos en México.
LA POBLACIÓN MUEVE A LA ECONOMÍA
Describe que el salario mínimo ha perdido en los últimos diez años más de 70 por ciento de su capacidad de compra. Expuso que en el año 2000 se adquirían más kilos de tortilla; con el salario actual "no se puede comprar ni la tercera parte".
Al no existir consumidores con capacidad adquisitiva, el país no ha crecido, se perdió de vista que es la población la que mueve la economía de una nación, y quizá en otros países no existe un gran número de compradores, pero sus ingresos son suficientes, expuso.
"Se ha basado el sostenimiento económico en las remesas, cuando hace 15 o 20 años no se tenían, así como por ingresos petroleros, mismos que han generado excedentes de recursos como nunca antes en la historia del país, a pesar de que disminuyó la plataforma de producción", dijo.
Núñez González indicó que en el sexenio del presidente López Portillo fue reinvertida una parte importante de los ingresos petroleros con el desarrollo de la plataforma marina. De ahí, el especialista se pregunta: ¿En estos diez años cuál es la obra importante del Gobierno mexicano en materia de infraestructura, hidroeléctricas o refinerías? Y se responde: "No tenemos nada, hemos soportado una burocracia verdaderamente voraz que se ha comido ese recurso en gasto corriente".
Por ello, cada año la clase política aumenta los impuestos, misma, comenta, que se ha llenado los bolsillos del erario público, y las impresionantes cantidades de dinero que no utiliza las envían a fondos, de los que no se tiene control en su gasto.
Destaca la importancia de recuperar a los sectores productivos del país, a una buena parte de la industrial que se convirtió en distribuidora de productos, a la pequeña y a la mediana industria, generadora de la mayoría de empleos, que sea competitiva y pueda incorporar componentes que demandan las maquiladoras, tal como lo hicieron en su momento los famosos tigres asiáticos, al grado de convertirse en industrias propiamente nacionales.
Gonzalo Núñez precisó que se carece de una estrategia para el desarrollo, da la impresión de estar a la espera para que se nos diga cómo hacer las cosas. "Estamos paralizados por total o absoluta incapacidad para gestionar una economía", expresó.
Refirió que en Japón sería impensable que el arroz que consume lo comprara en Tailandia, con la advertencia de un alto riesgo para su soberanía alimentaria en caso de ocurrir un siniestro natural; sin embargo, en México esa situación se presenta en el caso del maíz, el frijol, el trigo y el arroz, entre otros productos.
Hace falta una política de protección y apoyo al campo y hacia la agroindustria para "que tampoco estemos nada más cortando mazorcas", por lo que se necesita recuperar la soberanía alimentaria que en buena parte se ha perdido, indicó.
"Si en estos momentos, Estados Unidos no quiere comprar el camarón, bueno entonces que se venda en el marcado interno. Es un producto que la mayoría de la población no consume y con cualidades alimenticias sobre todo para la población infantil", explicó.
Por último, mencionó que en materia de ciencia y tecnología, hay un enorme rezago, cuando hay infinidad de personas emprendedoras con proyectos innovadores.

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