José Gil Olmos
‘Comprarlas
acá, es como comprar dulces’, dice Javier Sicilia quien encabeza la Caravana
por la Paz que recorre Estados Unidos
ARIZONA,
EU (Apro).- Activistas, familiares de las víctimas de la violencia en México e
integrantes de la Caravana por la Paz que recorre Estados Unidos consideran
altamente probable que algunas de las armas vendidas en las armerías
fronterizas hayan sido usadas para matar a sus parientes.
"Es
que acá comprar armas es como comprar dulces", dice el poeta Javier
Sicilia, quien encabeza la caravana que en su primera semana recorrió las
entidades fronterizas con México, de donde proviene la mayor cantidad de armas
adquiridas por las bandas del crimen organizado. Las armas, asegura, no tienen
fronteras; cruzan la frontera mexicana sin ningún problema.
De
acuerdo con la organización Fellowship of Reconciliation (FOR, Movimiento de
Reconciliación), 80% de las armas de alto poder decomisadas a las
organizaciones criminales mexicanas provienen de las armerías estadunidenses.
Sólo en
los estados de Nuevo México, Arizona y Texas hay 8 mil 289 establecimientos que
venden ese tipo de productos, de los cuales mil 389 se ubican en 14 ciudades fronterizas,
señala una investigación de la FOR, organización fundada en 1914 en Alemania e
Inglaterra y que al año siguiente se instaló en Estados Unidos.
La
organización lleva casi un siglo realizando actividades en pro de la paz y sus
integrantes suelen desplazarse a países en conflicto, como Colombia. Ha tenido
militantes notables como Martin Luther King. En esta ocasión integrantes de la
FOR decidieron unirse a la caravana que encabeza Sicilia.
NEXOS
CRIMINALES
En los
diarios de Estados Unidos, como The Washington Post, se multiplican historias
de violencia. Una de ellas es la de Amada Gisela, quien el 2 de junio de 2008
compró una pistola Luger en una tienda de la calle Convoy, en Chula Vista,
condado de San Diego. Nueve meses después esa arma fue requisada después de un
homicidio en Tijuana, Baja California.
Otro
ejemplo: en San Diego, donde hay 38 armerías, David Pía fue al Discount Gun del
Boulevard Morena y compró tres armas utilizadas ese mismo año en un crimen
cometido en Ensenada, Baja California.
En Las
Cruces, una de las ciudades que visitó la caravana durante su primera semana de
recorrido, se ubican 47 de los 708 comerciantes de armas autorizados en el
estado de Nuevo México.
Ahí,
donde proliferan las casas de adobe al estilo indio, Érika García compró en
2007 dos pistolas Glock, un rifle tipo Armalite AR-50 y dos AK-47 en la tienda
Sportsman Warehouse & Custom Cartridge. Poco después esas armas fueron
incautadas por autoridades mexicanas en un operativo contra Los Zetas.
El sábado
18 y el domingo 19 de agosto, precisamente cuando la caravana visite
Albuquerque, Sicilia y sus acompañantes serán testigos de la fiebre que provoca
la Expo New México, un evento que cada año convoca a los adictos a las armas,
pues ahí consiguen cualquier tipo de artefacto.
Según los
integrantes de la FOR, es en ese tipo de ferias donde los grupos criminales se
abastecen de armamento que luego introducen de contrabando a México. Entre 2008
y 2010, la organización comprobó que todas las organizaciones criminales
mexicanas poseen armas adquiridas en Estados Unidos, sobre todo Los Zetas, el
Cártel del Golfo, los Beltrán Leyva, "La Barbie", "Los
Pelones", "La Línea", La Familia Michoacana, el Cártel de
Sinaloa y hasta un grupo casi desconocido llamado "Los Javalines".
GRAN LIBERTAD
Los
organizadores de la feria de armas de Albuquerque declararon recientemente que
no hay ninguna ley federal o estatal que les impida vender armas de uso
personal. Basta con que los clientes comprueben ser residentes de Nuevo México
y tener más de 19 años y las armas serán suyas, sostiene la FOR.
Esta
libertad rige en todo el territorio de Estados Unidos y se basa en la Segunda
Enmienda constitucional, de acuerdo con la cual todo ciudadano tiene el derecho
de adquirir armas para su defensa y seguridad personal. A ello se debe la
proliferación de armerías y ferias donde se expenden.
En los
últimos años el negocio ha crecido de manera notable en el sur de Estados
Unidos, entre otros factores por la demanda y el tráfico hacia México, donde
las armas son utilizadas por las bandas criminales para enfrentar al Ejército y
a las corporaciones policiacas, en las refriegas entre sicarios de bandas
rivales por el control de territorios… y hasta para matar a civiles.
Otras de
las ciudades incluidas en el itinerario de la caravana liderada por Sicilia, es
Santa Fe, la capital de Nuevo México. Ahí hay 23 comerciantes autorizados para
vender armas. En marzo de 2007, indica un reporte de la FOR, Sam López compró
un rifle de asalto en la tienda Pawn City Inc., en Cerrillos. Poco después, el
arma fue asegurada en Ascensión, Chihuahua. El mismo mes, Samuel Aiello
adquirió un rifle de asalto en Gun & Things, que dos años más tarde
apareció en la investigación de un crimen en Navolato, Sinaloa.
En
Phoenix, se localizan 219 de los mil 781 armeros autorizados en Arizona. En un
informe, la FOR indica que durante la operación Rápido y furioso la tienda Lone
Wold Trading, de los suburbios de Glendale, obtuvo ganancias fabulosas por la
venta de cientos de armas estilo militar a presuntos traficantes mexicanos.
En
Tucson, donde se registran más de 200 comerciantes de armas autorizados,
algunos incluso son fabricantes de artefactos tipo militar, como VLTOR Weapons
Systems, firma que elabora culatas que se adaptan a los rifles semiautomáticos
AR-15 para hacerlos más letales. Ese modelo es uno de los más demandados por
los cárteles de México.
BAJOS
PRECIOS
Por lo
que respecta a Texas, donde el padrón de armerías es de 5 mil 800, los reportes
de la FOR indican que los 335 negocios de Houston son los más solicitados por
las organizaciones criminales de México por sus bajos precios. En El Paso,
colindante con Ciudad Juárez, hay 85 comerciantes de armas autorizados.
Una de
las investigaciones recogidas por la FOR señala que en septiembre de 2007 John
Avelar compró seis armas en la tienda Cold War Shooters. Poco después, cuatro
de ellas se utilizaron en varios homicidios cometidos en la capital de
Chihuahua. Pese a ello, meses después Avelar compró siete armas en Collector’s
Gun Exchange, dos de las cuales fueron utilizadas en homicidios en Ciudad de
Juárez y Samalayuca.
Asimismo,
seis armas adquiridas en Kirks Gun Shop y cuatro más en El Paso Gun Exchange
fueron aseguradas en varios crímenes cometidos en territorio mexicano.
Los
ejemplos se multiplican. En Laredo, el padrón de armeros es de 42. Ahí se
vendieron 10 armas de asalto en Academy Sports entre noviembre de 2006 y junio
de 2008. La mayoría aparecieron en escenas de crimen en México. Asimismo, la
tienda Jacaman Guns and Ammo vendió un arma de asalto WASR rumana que
posteriormente fue requisada a un sicario de Los Zetas.
En
McAllen y Brownsville la situación es similar. En la primera se ubican 27
armerías, en la segunda 21. La tienda Danny’s Pawn and Sporting Goods vendió
120 armas entre 2009 y 2010, mismas que, de acuerdo con la información recabada
por la FOR, se introdujeron a territorio mexicano donde se utilizaron para
cometer crímenes. Otra tienda, Glick Twins, en Pharr, vendió 165 armas que
fueron encontradas en México durante el mismo periodo.
En 2007,
cuatro hombres compraron más de 120 mil cartuchos en McAllen y Misión que
terminaron en México. Al año siguiente cinco hombres adquirieron 23 rifles de
calibre grueso en Ricky’s Guns and Ammunition, en Brownsville, para llevarlos de
contrabando a México. Sin embargo fueron detenidos.
CARTA A
OBAMA
Durante
su recorrido de 9 mil 400 kilómetros por territorio estadunidense, la Caravana
por la Paz, integrada por más de un centenar de personas que se desplazan en
dos autobuses y una camioneta de la organización Law Enforcement Against
Prohibition (LEAP) —conformada por policías y exmilitares retirados que pugnan
por la legalización de las drogas—, recabará firmas para entregarle al
presidente Barack Obama una carta en la que cual proponen medidas para
controlar el tráfico ilegal de armas a México.
Entre
otros puntos, la misiva se pronuncia por realizar un bloqueo a las armerías;
reforzar las leyes para detener la exportación ilegal de armas de asalto;
exigir a los comerciantes de armas fronterizos un registro detallado cuando
algún cliente adquiera más de cinco armas.
Hasta el
momento, los organizadores de la caravana han registrado 60 mil firmas de
ciudadanos estadounidenses.
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