Quienes les dispararon pudieron verlos de cerca; la camioneta tenía el blindaje más alto
Estadunidenses agredidos en Tres Marías son dos agentes de la CIA
Familiares de los federales involucrados se manifiestan en Cuernavaca contra su traslado al DF. Foto Rubicela Morelos
Jesús Aranda / Periódico La Jornada
Los agentes estadunidenses que fueron baleados el
viernes pasado –junto con un capitán de la Armada de México–, cuando se
dirigían al campo de tiro y entrenamiento de la Infantería de Marina
ubicado en la zona de Xalatlaco, pertenecen a la Agencia Central de
Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), confirmaron fuentes
oficiales cercanas a la investigación, las cuales agregaron que el
ataque tuvo lugar después de que los agresores vieron de cerca a los
ocupantes del vehículo diplomático.
De acuerdo con información obtenida por este diario, la agresión en
contra de los agentes estadunidenses y del marino fue directa y si no
hubo víctimas fatales fue porque la camioneta Toyota en la que viajaban
tenía blindaje nivel siete (el más alto que hay).
El mismo día de los hechos –ocurridos cerca de Tres Marías, Morelos–
la embajada estadunidense denunció que se había tratado de una
emboscada, mientras que la Policía Federal informó que había sido una
confusión.
La intercepción
La información de la Procuraduría General de la República
(PGR) señala que los agentes de la CIA, quienes iban a dar seguimiento a
cursos de tiro que imparten a marinos en el campo de entrenamiento de
la Infantería de Marina, transitaban en el tramo de terracería conocido
como El Capulín, en Xalatlaco, estado de México, cuando los alcanzó una
Dodge Van con varios civiles fuertemente armados, quienes los
encañonaron y obligaron a que se detuvieran.
Sin dejar de apuntarles con sus armas, dos de ellos se dirigieron a
la Toyota; de pronto, el conductor del vehículo de la embajada
estadunidense se echó en reversa y bruscamente, a toda velocidad,
regresó hacia la carretera federal. En este momento, agregaron los
informantes, comenzaron los disparos y continuó la persecución.
Al paso les salió un segundo carro, un Sentra que estaba detenido tratando de bloquearles el camino, y cuatro civiles más comenzaron a dispararles con armas de grueso calibre.
Agregaron que más adelante, luego de pasar por una ranchería y
antes de llegar a la gasolinera cercana al entronque con la carretera,
otros ocho hombres vestidos de civil que iban en dos carros se sumaron a
la agresión y la Toyota alcanzó a chocar con uno de los vehículos que
le cerraba el paso.
Seguidos por los cuatro automóviles, los agentes estadunidenses y el
marino trataron de protegerse en la gasolinera, pero al no conseguirlo
siguieron la marcha. Sin embargo, en el entronque los esperaba un quinto
vehículo desde el cual comenzaron también a dispararles.
Una vez en la carretera federal, y debido a los impactos de bala, la
Toyota quedó inmovilizada y aun así seguían recibiendo tiros de armas de
alto calibre. “Uno de los agresores irrumpió con un cuerno de chivo
contra el blindaje nivel siete de la camioneta diplomática y fue cuando
los agentes estadunidenses resultaron heridos, porque iban en la parte
delantera; el marino iba solo en la parte trasera”, añadieron.
Los informantes añadieron que en ese momento llegaron tres vehículos
de la Policía Federal y poco después cesaron los disparos, aunque sin
dejar de encañonar a los ocupantes del vehículo diplomático.
Los agentes federales bajaron de sus patrullas y también los
encañonaron. Uno de ellos se acercó a la Toyota y fue cuando los agentes
se identificaron como diplomáticos estadunidenses; en ese instante, los
policías federales gritaron una clave a los que estaban vestidos de
civil y a los otros policías y entonces dejaron de encañonarlos.
Uno de los agentes estadunidenses que estaba herido fue llevado a la
parte trasera de una de las patrullas de la Policía Federal,
en la que se encontraban varias armas largas, concluyeron los informantes.
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