miércoles, 22 de agosto de 2012

¿QUÉ MUEVE A SANTANDER?


Samuel García / 24 Horas El Diario sin Límites
La colocación accionaria que anunció el Banco Santander de su filial mexicana en las bolsas de valores de Nueva York y de México será, sin duda, la noticia bursátil del año en México. Y lo será por el monto estimado de la colocación accionaria, por la importancia de la firma, por los reflectores que enciende sobre México y porque reabre la discusión sobre la importancia para el país de que la banca extranjera cotice en la bolsa local, uno de los temas bancarios más polémicos de los últimos años.
Para Santander la operación -que se concretaría en plenas fiestas patrias- no es de menor importancia. Si bien en el discurso público del banco y de su presidente Emilio Botín se esgrime la idea de que son los inversionistas quienes reclaman una operación de esta cuantía, hay otra razón de peso en la decisión que tomó la jerarquía del Santander desde hace tiempo: El elevado riesgo España ha cancelado prácticamente cualquier posibilidad de acceso de las matrices a los mercados locales. Y es que el riesgo España es lineal con el riesgo Santander o BBVA, de allí que hayan sido sus filiales fuera de España las que han realizado las emisiones de deuda más importantes en los últimos cinco meses.
A pesar de que Santander -como otros bancos españoles- han recibido fuertes inyecciones de liquidez vía créditos blandos del BCE para aliviar las tensiones, los vencimientos son ineludibles por lo que requieren levantar capitales vía sus filiales a tasas competitivas.
Pero eso no es todo. Las grandes firmas españolas no descartan un deterioro de las finanzas públicas en el corto plazo, como de hecho lo ha pronosticado el área de Estudios del BBVA. En ese escenario se eleva sustancialmente la posibilidad de que una o más agencias calificadoras de riesgo le retiren el grado de inversión a España con el consecuente deterioro adicional sobre la deuda bancaria.
Santander lo sabe y ello le llevó a buscar la colocación accionaria de su filial mexicana -una de sus cajas de “cash” más importantes en América Latina- en el momento “óptimo” más próximo posible. Y ese momento ha llegado: Mientras que los riesgos en España crecen, en México los precios de las acciones bancarias siguen incrementándose por las expectativas de expansión de un mercado doméstico poco bancarizado. Para darse una idea de lo que esto significa, el precio de la acción de Banorte -un banco comparable con Santander por su posición de mercado- ha crecido 58% en lo que va del año, de allí que al presidente de Santander se le “haga agua la boca”. Pero Botín también sabe que en un entorno de alta volatilidad como el actual, esta circunstancia puede cambiar repentinamente como ya le ocurrió con su filial en Gran Bretaña que en dos ocasiones ha estado a punto de ser colocada, sin lograrlo.
Por eso, por ahora, México es la filial en la que mejor le suena el timbre de la caja registradora; y dígame si no. La valuación del nuevo Grupo Financiero Santander, S.A.B. de C.V se estima entre 14 y 16 mil millones de dólares, un valor que espera le reditué unos cuatro mil millones de dólares por 25% de las acciones y que significará la amortización de un buen negocio en México después de comprar Serfin en mil 560 millones de dólares en mayo de 2000.
Si todo sale según el ya conocido olfato de Botín, Santander se colocaría en el momento preciso.



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