Miguel Badillo / Contralínea
Un nuevo
escándalo de corrupción, sobornos, chantajes, fraudes y contrabando está por
destaparse. Sólo que esta vez están involucrados empresarios estadunidenses en
colusión con mexicanos, por lo que los gobiernos de ambos países llevan a cabo
una investigación conjunta para detener a los presuntos responsables.
Se trata de una red muy bien
articulada que opera en México, Estados Unidos, China y Corea, dedicada a
contrabandear productos textiles fabricados en esos países asiáticos y que son
introducidos a México de manera ilegal vía Estados Unidos, en donde se elaboran
facturas y certificados de origen falsos para eludir el pago de los impuestos
correspondientes.
En la
investigación –que lleva varios años y que se había mantenido en secreto–
participan agentes especiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas
(Inmigration and Customs Enforcement, ICE) estadunidense, asignados al Grupo de
Fraude Comercial en Laredo, Texas, y, por la parte mexicana, agentes de la
Administración Central de Investigación Aduanera, del Servicio de
Administración Tributaria y de la Unidad Especializada en Investigación de
Delitos Fiscales y Financieros de la Subprocuraduría de Investigación
Especializada en Delitos Fiscales, adscrita a la Procuraduría General de la
República.
Documentos
oficiales del gobierno de Estados Unidos apuntan a destacados miembros de la
comunidad judía en México y a sus empresas, las cuales serían las beneficiadas
con el contrabando de productos textiles.
Aunque la
investigación se inició formalmente en 2010, fue hasta 2011 cuando se abrió la
averiguación previa UEIDFF/FISM08/185/2011 por los delitos de fraude fiscal y
contrabando de productos textiles procedentes de varios países asiáticos, en
donde se adquiría la mercancía para luego ser introducida a territorio mexicano
por la frontera con Estados Unidos. Empresas estadunidenses les otorgaban
facturas y certificados de origen amparados en el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), con el fin de engañar al gobierno mexicano de que
dichas mercancías se producían en Estados Unidos y por eso estaban exentas de
impuestos.
Con base
en el Acuerdo firmado entre los gobiernos de México y Estados Unidos sobre
Asistencia Mutua entre las Administraciones de Aduanas y en apego al Plan
Estratégico Bilateral del 13 de agosto de 2007, la Administración Central de
Investigación Aduanera mexicana solicitó el 9 de febrero de 2010, mediante el
oficio 800-05-00-00-00-2010-0609, el apoyo de las autoridades de Aduanas de
Estados Unidos para verificar la existencia de las compañías estadunidenses NY
Aynilian & Co, Inc, y Lulú Fashions, Inc, ambas con domicilio en Nueva
York, así como para validar la autenticidad de facturas comerciales y
certificados de origen expedidos por dichas empresas a favor de la compañía
mexicana Comercializadora Luna Blue, SA de CV.
En
respuesta, en un primer escrito con clave FRAU: 1081: MX08UR08LD0037:bs –con
fecha del 4 de junio de 2010– el agregado del ICE en la embajada de Estados
Unidos en México, Jere Miles, le informa al administrador central de
Investigación Aduanera de México, Alfredo Fisher Melgar:
“Investigadores
de ICE adscritos a esta Agregaduría realizaron diversas búsquedas en las bases
de datos comerciales a las que tiene acceso esta agencia, respecto a la
compañía estadunidense NY Aynilian & Co, Inc, y su propietario y presidente
Vahram N Aynilian. Su domicilio se ubica en 381 Broadway St Westwoood, Ney Jersey
07065.”
La
segunda empresa es Lulú Fashions, Inc, con domicilio en 400 Broadway, New York
10013, y su presidente es Vahram Aynilian.
Los
agentes especiales del ICE asignados al Grupo de Fraude Comercial en Laredo,
Texas, ya habían realizado investigaciones sobre supuestas actividades ilegales
relacionadas con el empresario Vahram N Aynilian, dedicado a la compra venta de
textiles y quien contrató para su defensa al despacho de Cathy Flemming, una
abogada ya conocida por los mexicanos cuando defendía al exsubprocurador
general de la República, Mario Ruiz Massieu, hasta que éste se “suicidó” bajo
acusaciones de lavar dinero para cárteles del narcotráfico en
México.
Los
agentes del ICE acordaron con la prestigiada abogada una reunión con el
empresario acusado de contrabando de textiles, para verificar la autenticidad
de las facturas y certificados de origen que tenían de membrete la firma de su
empresa NY Aynilian & Co, Inc. El primer encuentro se realizó en Nueva York
el 5 de mayo de 2010, en donde el empresario Aynilian reconoció que dichos
documentos no eran auténticos y que no habían sido emitidos por él ni por su
compañía, además de que la firma en el certificado de origen era falsa.
El 14 de
junio de 2010, el agregado del ICE en la embajada de Estados Unidos en México,
Jere Miles, le envió otro escrito –FRAU: 1088: MX08UR08LD0037:bs– al
administrador central de Investigación Aduanera de México, Alfredo Fisher
Melgar, en donde le informa que Vahram N Aynilian declaró tener una sociedad
con el ciudadano estadunidense Fred Lukach, quien en múltiples ocasiones le
pagó, “en representación de terceras personas en México”, 1 mil dólares a
cambio del consentimiento de Aynilian para que empresarios mexicanos produjeran
fraudulentamente un juego de factura y certificado de origen TLCAN con el
membrete de NY Aynilian & Co, como emisor de los mismos y ser utilizados en
el contrabando de telas hacia México.
El
empresario estadunidense dijo también que en marzo de 2009 recibió un pago de 1
mil dólares por cada una de las facturas y certificados de origen falsos
utilizados para el contrabando de productos textiles.
En este
caso de corrupción, fraude y contrabando, las autoridades de México y Estados
Unidos también investigan a otras 15 compañías dedicadas a la venta de materiales
textiles en México, en su mayoría de propiedad de empresarios integrantes de la
comunidad judía, pues ellos serían los beneficiarios del contrabando de telas
de origen chino y coreano. El problema es que, a diferencia de las autoridades
de Estados Unidos, en México la justicia es más lenta y hasta ahora ninguno de
los supuestos involucrados ha sido detenido, por lo que habrá que esperar si el
velo de impunidad al que nos tiene acostumbrada la justicia mexicana tapa
a todos los participantes.
Por falta
de espacio, la siguiente semana continuaremos con el tema y daremos a conocer
los nombres de las empresas y sus presidentes que, según la agencia
estadunidense ICE, están involucrados en los delitos de fraude y contrabando.
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