México SA
Ordeñainconmensurable
Cuentacuentos: sexta tanda
Carlos Fernández-Vega / La Jornada
Quejábase amargamente un autóctono directivo bancario por la multimillonaria
ordeñaque practica la banca trasnacional que opera en México bajo la sonrisa complaciente de la autoridad. Miles de millones de dólares obtenidos aquí y exprimidos a los consumidores de aquí, terminan depositados allá, en las respectivas casas matrices de esas mismas instituciones financieras, y son utilizados para realizar más
negocios. Esa ha sido la historia, año tras año, desde que el gobierno zedillista autorizó la
capitalización temporalde las otrora sociedades nacionales de crédito.
Algo similar sucede con la denominada inversión extranjera directa: el gobierno federal presume multimillonaria
llegadade capital foráneo, cuando en realidad el grueso del dinero
arriesgadoes producto de las mismísimas ganancias obtenidas en el país, es decir, las trasnacionales que operan en México reinvierten parte de las utilidades obtenidas en México, de tal suerte que el
capital frescoque
llega de afuerano resulta mayor a 30 centavos de cada dólar registrado como IED. La presunción gubernamental, pues, va de la mano de la tesis del tío Lolo (léase hacerse pendejo solo).
Y como los citados existen muchísimos ejemplos más para documentar
que México se mantiene como el cuerno de la abundancia, aunque ni
lejanamente en beneficio de los mexicanos. Pero los relatos tanto de la
ordeñade la banca trasnacional como de las cuentas alegres en torno a la inversión extranjera directa se quedan casi, casi, en anécdota, si se les compara con el modus operandi de los grandes capitales mexicanos –cuando menos así les llaman–, los cuales de la
ordeñade la economía nacional y la
exportaciónde ganancias han hecho no sólo su práctica cotidiana sino su negocio del siglo, tanto que les falta un tris para alcanzar el nivel de las tan cacareadas cuan glorificadas reservas internacionales del país (160 mil millones de dólares), que se mantienen intocadas y en vitrina.
Resulta que en los últimos cinco años y medio (diciembre de 2006 a
junio de 2012) “empresarios y particulares mexicanos han transferido al
exterior 145 mil 10 millones de dólares (…), recursos que superan con
creces los remitidos al extranjero en la primera administración del
Partido Acción Nacional (de 2000 a 2006), y han sido depositados en
bancos o empleados para realizar inversiones productivas fuera del país…
La cantidad de recursos que salieron del país por estos conductos entre
diciembre de 2006 y junio de este año es, en términos comparativos, más
del doble del saldo actual de la deuda externa del gobierno federal…
Constante a lo largo de estos últimos años, la transferencia de recursos
hecha por mexicanos para engrosar cuentas bancarias o adquirir bienes
productivos en el extranjero se disparó en la actual administración”, de
acuerdo con información del Banco de México (La Jornada, Roberto González Amador).
Ciento cuarenta y cinco mil millones de dólares en cinco años y medio
–todos ellos obtenidos en México, para inmediatamente después
depositarlos y/o invertirlos fuera de él– es un saqueo superior al del
Fobaproa, y ambos son pagados por los mexicanos, aunque gozados por el
intocado grupúsculo de amigos del régimen (más bien el régimen es de
ellos). Lo anterior se traduce en que, en promedio, a lo largo del
calderonato del país salieron (se
exportaron, de acuerdo a la terminología oficial) poco más de 3 millones de dólares cada hora, en medio de discursos sobre la
gran confianzay el
sólido compromisoque el capital mexicano tiene en las autoridades. Y faltan por reportar cinco meses de administración calderonista, en pleno año de Hidalgo.
Tales
envíos(equivalentes a 90 por ciento del saldo de las reservas internacionales) “equivalen a 60 por ciento de todo el crédito otorgado por la banca comercial que opera en México al sector empresarial del país. Es una suma que equivale, comparativamente, a 11 años del presupuesto anual del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, la principal acción gubernamental de combate a la pobreza, que en 2012 tiene asignado un gasto de 63 mil 873.3 millones de pesos… En los 11 años y medio que el Partido Acción Nacional ha ocupado la Presidencia de la República, las transferencias realizadas por mexicanos al exterior, tanto a cuentas bancarias, como para la realización de inversiones y el rubro
otrosalcanzó 182 mil 589.3 millones de dólares, prácticamente el triple del saldo actual de la deuda externa del gobierno federal, que es de 64 mil 69 millones de dólares, de acuerdo con los datos actualizados del banco central” (ídem).
Aquel directivo bancario que no hace mucho se quejaba amargamente por la descarada cuan voluminosa
ordeñade la banca trasnacional que opera en el país denunció un saqueo superior a 20 mil millones de dólares en casi 12 años de gobiernos panistas, cantidad –si bien apantallante– nueve veces menor a la
exportadaen el mismo periodo por el nacionalista cuan comprometido grupúsculo de empresarios mexicanos adscritos al régimen. Y todavía algunos dudan sobre la mexicanísima existencia del cuerno de la abundancia.
La lectura oficial no admite, ni lejanamente, el uso de términos como
ordeña,
saqueo,
fuga de capitaleso robo en despoblado. De ninguna manera. Se trata, simple y sencillamente, de
libertad de empresa, según dice el subsecretario de Hacienda, Gerardo Rodríguez Regordosa, para quien “el disparo de 266 por ciento en las transferencias de capitales de particulares y empresas de México hacia el extranjero en cinco años y medio del gobierno de Felipe Calderón, en comparación con igual periodo de Vicente Fox no es ‘un foco de preocupación’; la salida y entrada de capitales son decisiones de los actores económicos y la balanza externa del país ‘hoy es más sana que nunca, no vemos ningún tipo de desequilibrios”’. Catalogó
de natural y propio de la evolución de los negocios que mexicanos inviertan en el extranjero, porque forma parte de la globalización(La Jornada, Susana González).
México, pues, extremadamente rico, pero con dos onerosísimas cargas:
su insaciable élite empresarial y su servil gobierno, aderezadas con el
incomprensible cuan desesperante silencio de los mexicanos.
Las rebanadas del pastel
Arrancó la sexta y, felizmente, última tanda del
cuentacuentos. Desde ayer el inquilino de Los Pinos bombardea mediática e
indiscriminadamente a los mexicanos con su propaganda de
éxito rotundoy
grandes logros, todos ellos sacados de la manga, y da los últimos toques para otro acto faraónico en el que presentará su balance sexenal (se recomienda tener el bicarbonato a la mano).
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