Varias disposiciones fiscales y de gasto en EU
expiran a finales de año. Esto daría lugar a un ajuste fiscal
importante en 2013. Si todas las medidas expiran en la fecha prevista,
EU se enfrentaría a una recesión y los mercados se verían afectados
negativamente. En nuestra opinión, es muy poco probable que este "precipicio fiscal" suceda.
Sólo algunos programas expiran. En realidad, esperamos un ajuste fiscal
moderado a principios de 2013. Vemos, pues, un impacto negativo modesto
para los mercados de renta variable de Estados Unidos, de acuerdo con
nuestro escenario base.
A finales de 2012, varios recortes fiscales temporales de la era Bush
expiran; tanto el aumento a los impuestos que ya están programados,
como los recortes del gobierno, se activarán a principios de 2013. La
combinación de todas estas medidas sin ningún tipo de adaptación podría
causar un "precipicio fiscal". Sea quien sea elegido como presidente en
noviembre, le corresponde al Congreso adoptar medidas
legislativas para ampliar o modificar las acordadas. Ellos están bajo
una presión considerable, ya que una solución tiene que ser encontrada
antes de que finalice el año, si quieren evitar el precipicio fiscal.
Si no se adopta ninguna medida, esto llevaría a una contracción fiscal de más de US$600m entre 2012 y 2013.
Las consecuencias de un ajuste fiscal no son seguras pero sería muy
probable que conduzcan a EU hacia una recesión, lo que por supuesto
tendría un impacto muy negativo en los mercados de EU y México.
Sin embargo, no esperamos que el escenario del precipicio fiscal suceda. Un ajuste fiscal moderado
es mucho más realista; es decir, algunas de las medidas fiscales
previstas se llevarán a cabo, pero la mayoría se aplazarán hasta el
primer trimestre de 2013.
Esperamos
un acuerdo en la reducción del déficit a principios de 2013 de menos de
US$2trn en 10 años. Un escenario tan moderado no tendría un impacto
devastador ni en la economía ni en el mercado de valores de EU. Sin
embargo, no debemos olvidar lo que sucedió en 2011 con el aumento en el
techo de la deuda. Al igual que hoy, no había una fecha límite para una
solución definitiva, y al final la fecha límite llegó sin ninguna
solución y los mercados se tornaron más volátiles. El intervalo de
tiempo entre las elecciones y fin de año no es tan grande y el Congreso
tendrá que darse prisa para resolver el problema.
En general, no esperamos un ajuste fiscal fuerte, pero sí una solución moderada. Si bien el camino hacia una solución puede ser inestable, sigue siendo el resultado final el que cuenta y, en última instancia, no esperamos consecuencias significativamente negativas.
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