Luis Eduardo Robles / Diario AZ
“Cuando hay un solo ladrón, es robo. Si son mil, se llama impuesto”
Vanya Cohen
Si comparamos los últimos sexenios en su etapa final es una constante encontrar entrampado al país ante los intereses de grupo o las coyunturas por las consecuencias de las elecciones locales, como resultado no hay los consensos o las mayorías para sacar las iniciativas en el congreso y mucho menos las reformas estructurales que se requieren, pendientes desde hace mucho tiempo entre ellas, la reforma fiscal integral.
La reforma fiscal integral debe promover el desarrollo económico de nuestro país, estimular la inversión y la generación de empleo, otorgar seguridad y certidumbre jurídica a los contribuyentes, simplificar su cálculo y fomentar la cultura del pago, delegando y fortaleciendo a los estados en el ámbito de sus competencias impositivas, buscando integrar la economía informal a la formal y sobre todo ser competitiva a nivel internacional con el fin de atraer capitales e inversionistas extranjeros.
Actualmente nuestra recaudación en materia tributaria es de las más bajas dentro de los países que integran a América Latina, en promedio la captación en relación al PIB es del 15%, según la OCDE México no alcanza el 10%.
La implementación obligatoria de la factura electrónica a partir de 2011, obedece a tener un control por parte de las autoridades fiscales sobre los ingresos que tiene cada contribuyente, sin lugar a dudas tiene un afán recaudatorio y de fiscalización, ante la oleada de facturas apócrifas y en otros casos no siéndolo en virtud de que lo expiden sujetos, por la naturaleza de sus actividades tienen un régimen fiscal preferente y mientras no se regule o delimite a qué sujetos se les debe otorgar dichos beneficios, es decir eliminar ciertos sujetos que le provocan un hueco en la recaudación no se logrará combatir la evasión y elusión fiscal en esta materia, adicionalmente enfrentar ese cáncer conocido como corrupción que permea y vulnera a nuestras instituciones, autoridades y terceros, integralmente afrontar con toda la fuerza del Estado al contrabando y por supuesto mejorar los procesos y mecanismos de fiscalización con ese dúo magistral de contadores y abogados, hacendarios se tendrán mejores resultados en caso de controversias llevadas al ámbito judicial.
El entorno económico, político y social que vivimos es una barrera para llevar a cabo la reforma fiscal integral, habrá que hacer un esfuerzo titánico si queremos tener ingresos adicionales y acabar de una vez con nuestra dependencia de los recursos petroleros y con ello lograr un bienestar general.
Actualmente gran parte de nuestra recaudación la sostiene ese contribuyente cautivo, por lo regular conocido como “asalariado” que se le retiene el ISR que puede llegar al 30%
En la actualidad sigue dándose esa práctica indebida de no registrarlos como trabajadores – si es que hay justificación –, por lo oneroso que representa la carga social, es decir, el seguro social, el seguro de retiro, el infonavit, el impuesto estatal sobre nóminas.
Adicionalmente las empresas deben pagar un ISR por sus utilidades determinadas sobre la base del devengado al 30%; el IETU que se tenía como una panacea o el equilibrio para tener un impuesto mínimo alterno o complementario de aquel a una tasa del 17.5% en base al flujo de efectivo, el IVA a la tasa del 16% que repercute al consumidor final, el IEPS gravando los combustibles –gasolinas y gas- que mensualmente tienen un ajuste a la alza, bebidas alcohólicas, cervezas, cigarros, con tasas diferenciadas, adicionalmente el IDE al 3% sobre el excedente de $15,000 de depósitos en efectivo.
La Ley de Ingresos para 2011 pretende obtener recursos por 3 billones 438 mil 826 millones 900 mil pesos, al menos 165 mil millones mas que el año pasado, para mantener la estructura y satisfacer las necesidades del Estado y sus miembros.
Para 2011 el paquete de reformas fiscales es muy pobre, encontramos de interés y netamente impositivo en los impuestos especiales, el gravamen a los cigarros que adicionalmente a la tasa del 160% se pagará una cuota de 35 centavos por cigarro lo que equivale a 7 pesos por cajetilla y un 25% a las bebidas energetizantes y por lo que respecta al ISR se adicionan dos estímulos fiscales, uno a la producción teatral y otro relativo al primer empleo.
En cuanto al IVA en su discusión en el Congreso, las incongruencias estuvieron presentes, quienes secundaron su incremento del 15% al 16% en tiempos pasados ahora proponían su disminución, luego siempre no, así mismo por tiempos electorales no hizo aparición la eterna discusión de aplicar la tasa general a alimentos y medicinas.
Algo de interés es la condonación de multas y recargos por adeudos que se tengan de cuotas obrero patronales al seguro social.
La pueden aplicar los patrones dependiendo la fecha de pago, la condonación va desde el 100% hasta el 50% en recargos y del 100% hasta el 90% en multas, con ciertas limitaciones y se debe manifestar que se acogerán al beneficio hasta el 31 de marzo de 2011 y el pago se realice a mas tardar en junio del mismo año.
La característica de los actores en nuestro país es la falta de resultados, la inexistencia de sanciones por el incumplimiento a sus responsabilidades sin menospreciar la falta de creatividad y de poder de convocatoria. Ofrecer no empobrece, cumplir es el problema, ese es el juego que hemos visto en los últimos días de dimes y diretes entre algunos políticos, cada quien mide y al medir siempre habrá una interpretación según su propio entender e interés.
A los particulares, incluso de vez en vez o con mayor frecuencia, nos taladra la duda de ¿qué paso con mis impuestos?, ¿en dónde se aplicaron?.
“Cuando hay un solo ladrón, es robo. Si son mil, se llama impuesto”
Vanya Cohen
Si comparamos los últimos sexenios en su etapa final es una constante encontrar entrampado al país ante los intereses de grupo o las coyunturas por las consecuencias de las elecciones locales, como resultado no hay los consensos o las mayorías para sacar las iniciativas en el congreso y mucho menos las reformas estructurales que se requieren, pendientes desde hace mucho tiempo entre ellas, la reforma fiscal integral.
La reforma fiscal integral debe promover el desarrollo económico de nuestro país, estimular la inversión y la generación de empleo, otorgar seguridad y certidumbre jurídica a los contribuyentes, simplificar su cálculo y fomentar la cultura del pago, delegando y fortaleciendo a los estados en el ámbito de sus competencias impositivas, buscando integrar la economía informal a la formal y sobre todo ser competitiva a nivel internacional con el fin de atraer capitales e inversionistas extranjeros.
Actualmente nuestra recaudación en materia tributaria es de las más bajas dentro de los países que integran a América Latina, en promedio la captación en relación al PIB es del 15%, según la OCDE México no alcanza el 10%.
La implementación obligatoria de la factura electrónica a partir de 2011, obedece a tener un control por parte de las autoridades fiscales sobre los ingresos que tiene cada contribuyente, sin lugar a dudas tiene un afán recaudatorio y de fiscalización, ante la oleada de facturas apócrifas y en otros casos no siéndolo en virtud de que lo expiden sujetos, por la naturaleza de sus actividades tienen un régimen fiscal preferente y mientras no se regule o delimite a qué sujetos se les debe otorgar dichos beneficios, es decir eliminar ciertos sujetos que le provocan un hueco en la recaudación no se logrará combatir la evasión y elusión fiscal en esta materia, adicionalmente enfrentar ese cáncer conocido como corrupción que permea y vulnera a nuestras instituciones, autoridades y terceros, integralmente afrontar con toda la fuerza del Estado al contrabando y por supuesto mejorar los procesos y mecanismos de fiscalización con ese dúo magistral de contadores y abogados, hacendarios se tendrán mejores resultados en caso de controversias llevadas al ámbito judicial.
El entorno económico, político y social que vivimos es una barrera para llevar a cabo la reforma fiscal integral, habrá que hacer un esfuerzo titánico si queremos tener ingresos adicionales y acabar de una vez con nuestra dependencia de los recursos petroleros y con ello lograr un bienestar general.
Actualmente gran parte de nuestra recaudación la sostiene ese contribuyente cautivo, por lo regular conocido como “asalariado” que se le retiene el ISR que puede llegar al 30%
En la actualidad sigue dándose esa práctica indebida de no registrarlos como trabajadores – si es que hay justificación –, por lo oneroso que representa la carga social, es decir, el seguro social, el seguro de retiro, el infonavit, el impuesto estatal sobre nóminas.
Adicionalmente las empresas deben pagar un ISR por sus utilidades determinadas sobre la base del devengado al 30%; el IETU que se tenía como una panacea o el equilibrio para tener un impuesto mínimo alterno o complementario de aquel a una tasa del 17.5% en base al flujo de efectivo, el IVA a la tasa del 16% que repercute al consumidor final, el IEPS gravando los combustibles –gasolinas y gas- que mensualmente tienen un ajuste a la alza, bebidas alcohólicas, cervezas, cigarros, con tasas diferenciadas, adicionalmente el IDE al 3% sobre el excedente de $15,000 de depósitos en efectivo.
La Ley de Ingresos para 2011 pretende obtener recursos por 3 billones 438 mil 826 millones 900 mil pesos, al menos 165 mil millones mas que el año pasado, para mantener la estructura y satisfacer las necesidades del Estado y sus miembros.
Para 2011 el paquete de reformas fiscales es muy pobre, encontramos de interés y netamente impositivo en los impuestos especiales, el gravamen a los cigarros que adicionalmente a la tasa del 160% se pagará una cuota de 35 centavos por cigarro lo que equivale a 7 pesos por cajetilla y un 25% a las bebidas energetizantes y por lo que respecta al ISR se adicionan dos estímulos fiscales, uno a la producción teatral y otro relativo al primer empleo.
En cuanto al IVA en su discusión en el Congreso, las incongruencias estuvieron presentes, quienes secundaron su incremento del 15% al 16% en tiempos pasados ahora proponían su disminución, luego siempre no, así mismo por tiempos electorales no hizo aparición la eterna discusión de aplicar la tasa general a alimentos y medicinas.
Algo de interés es la condonación de multas y recargos por adeudos que se tengan de cuotas obrero patronales al seguro social.
La pueden aplicar los patrones dependiendo la fecha de pago, la condonación va desde el 100% hasta el 50% en recargos y del 100% hasta el 90% en multas, con ciertas limitaciones y se debe manifestar que se acogerán al beneficio hasta el 31 de marzo de 2011 y el pago se realice a mas tardar en junio del mismo año.
La característica de los actores en nuestro país es la falta de resultados, la inexistencia de sanciones por el incumplimiento a sus responsabilidades sin menospreciar la falta de creatividad y de poder de convocatoria. Ofrecer no empobrece, cumplir es el problema, ese es el juego que hemos visto en los últimos días de dimes y diretes entre algunos políticos, cada quien mide y al medir siempre habrá una interpretación según su propio entender e interés.
A los particulares, incluso de vez en vez o con mayor frecuencia, nos taladra la duda de ¿qué paso con mis impuestos?, ¿en dónde se aplicaron?.
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