Enfoque de economía y finanzas
Alejandro Gómez Tamez / El Financiero
Casi como si fuera regalo de Día de Reyes para la mayor parte de la planta productiva nacional, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, declaró el miércoles 5 de enero que efectivamente ve margen para que las tasas de interés en México sigan bajando; y agregó que preveía estabilidad en el tipo de cambio en torno a un nivel entre los 12.17 y 12.70 pesos por dólar.
Estas declaraciones del funcionario son muy positivas porque dan la impresión de que el gobierno federal comenzará a tomar medidas para evitar una mayor apreciación del peso frente al dólar. Y es que tras las decisiones del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de alivio cuantitativo 1 (QE1) y alivio cuantitativo 2 (QE2), el mundo se ha visto inundado de liquidez en dólares, lo que a su vez ha provocado que las tasas de interés de corto, mediano y largo plazos continúen a la baja.
Desde luego que México fue receptor de una enorme cantidad de dólares durante el año 2010, y esto ha ocasionado una apreciación sustancial del peso (entre el 31 de diciembre de 2009 y el mismo día del 2010 el precio del dólar pasó de 13.063 pesos a 12.343 pesos, una ganancia para el peso de 5.51 por ciento), no obstante que registramos un déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos por menos dos mil 935 millones de dólares en los tres primeros trimestres de 2010. De manera paralela, las reservas internacionales del país crecieron de 90 mil 837.8 millones de dólares en diciembre de 2009 hasta 113 mil 595 millones de dólares al cierre de 2010.
Pero más allá del exceso de dólares que hay a nivel mundial, cabe preguntarse ¿porqué están entrando tantos dólares a México? La respuesta es simple: por el amplísimo diferencial en las tasas de interés de México respecto a las estadounidenses. Al 5 de enero de 2011, la tasa de interés de un bono del Tesoro de Estados Unidos a plazo de 1 mes pagaba un interés anualizado de 0.13 por ciento, mientras que un Cete mexicano a plazo de 28 días pagaba 4.16 por ciento anualizado; esto es en México un instrumento similar libre de riesgo paga 31 veces más rendimiento que en Estados Unidos.
Así, las declaraciones del secretario de Hacienda, si es que el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens coincide con ellas, implican que las tasas en México bajarían y esto significa que el diferencial de tasas de interés entre las dos naciones será menor y esto frenará la entrada de dólares al país y con ello la apreciación del peso mexicano. Y es que de no tomarse medidas al respecto, y dada la gran liquidez en los mercados internacionales, no se descarta que el dólar podría de nueva cuenta llegar a niveles inferiores a los 12 pesos en los próximos meses.
Alejandro Gómez Tamez / El Financiero
Casi como si fuera regalo de Día de Reyes para la mayor parte de la planta productiva nacional, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, declaró el miércoles 5 de enero que efectivamente ve margen para que las tasas de interés en México sigan bajando; y agregó que preveía estabilidad en el tipo de cambio en torno a un nivel entre los 12.17 y 12.70 pesos por dólar.
Estas declaraciones del funcionario son muy positivas porque dan la impresión de que el gobierno federal comenzará a tomar medidas para evitar una mayor apreciación del peso frente al dólar. Y es que tras las decisiones del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de alivio cuantitativo 1 (QE1) y alivio cuantitativo 2 (QE2), el mundo se ha visto inundado de liquidez en dólares, lo que a su vez ha provocado que las tasas de interés de corto, mediano y largo plazos continúen a la baja.
Desde luego que México fue receptor de una enorme cantidad de dólares durante el año 2010, y esto ha ocasionado una apreciación sustancial del peso (entre el 31 de diciembre de 2009 y el mismo día del 2010 el precio del dólar pasó de 13.063 pesos a 12.343 pesos, una ganancia para el peso de 5.51 por ciento), no obstante que registramos un déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos por menos dos mil 935 millones de dólares en los tres primeros trimestres de 2010. De manera paralela, las reservas internacionales del país crecieron de 90 mil 837.8 millones de dólares en diciembre de 2009 hasta 113 mil 595 millones de dólares al cierre de 2010.
Pero más allá del exceso de dólares que hay a nivel mundial, cabe preguntarse ¿porqué están entrando tantos dólares a México? La respuesta es simple: por el amplísimo diferencial en las tasas de interés de México respecto a las estadounidenses. Al 5 de enero de 2011, la tasa de interés de un bono del Tesoro de Estados Unidos a plazo de 1 mes pagaba un interés anualizado de 0.13 por ciento, mientras que un Cete mexicano a plazo de 28 días pagaba 4.16 por ciento anualizado; esto es en México un instrumento similar libre de riesgo paga 31 veces más rendimiento que en Estados Unidos.
Así, las declaraciones del secretario de Hacienda, si es que el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens coincide con ellas, implican que las tasas en México bajarían y esto significa que el diferencial de tasas de interés entre las dos naciones será menor y esto frenará la entrada de dólares al país y con ello la apreciación del peso mexicano. Y es que de no tomarse medidas al respecto, y dada la gran liquidez en los mercados internacionales, no se descarta que el dólar podría de nueva cuenta llegar a niveles inferiores a los 12 pesos en los próximos meses.
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