Samuel García / El Semanario
El secretario Ernesto Cordero es el aliado más cercano y de mayor confianza del Presidente Felipe Calderón. Esa es la primera conclusión a la que se arriba después de que hace unos minutos el Presidente anunciara tres cambios importantes en su gabinete de cara al inicio del último tercio de su gobierno: Los cambios de los titulares de las secretarías de Comunicaciones y Transportes, de Energía, así como la llegada de un nuevo secretario particular a la Presidencia de la República.
Dos de los subsecretarios de Cordero en Hacienda ocuparán las carteras de mayor trascedencia e impacto económico hacia el final del gobierno: Comunicaciones y Transportes, y Energía. Ambas secretarías controlan las redes de telecomunicaciones, la cuantiosa inversión pública en infraestructura, las concesiones de radio y televisión y el presupuesto petrolero. Ni más, ni menos. Son los temas económicos mas "calientes" de los últimos años y decisivos en esta última etapa del gobierno en el que se definirá la sucesión presidencial.
Y para ello Cordero y Calderón han elegido a Dionisio Pérez Jácome -un funcionario cercano al círculo íntimo de Los Pinos y colaborador estrecho de Ernesto Cordero, y a José Antonio Meade, un funcionario de carrera en Hacienda que, con la salida de Alejandro Werner, se convirtió en el pilar del funcionamiento operativo y estratégico de la secretaría bajo el mando de Cordero. A lo anterior se suman los recientes nombramientos de Carlos Treviño como Director Corporativo de Administración y de Ignacio Quezada Morales como Director Corporativo de Finanzas de Pemex, ambos funcionarios de confianza del secretario Ernesto Cordero.
Con estos cambios anunciados por Calderón, incluida la designación de Roberto Gil Zuarth como secretario particular del Presidente, se multiplica la influencia del actual secretario de Hacienda en el gabinete confirmando lo que se ha venido insistiendo ya desde el gobierno: que la economía será el caballo de batalla electoral para enfrentar las elecciones presidenciales en 2012.
Es en el tema económico -en la confianza depositada de que la economía familiar se recuperará sostenidamente durante este y el próximo año- el bastión en el que el Presidente ha decidido apoyarse para contrarrestar las críticas de la oposición política y de la opinión pública. Así que Calderón ha apostado por la economía y, con ella, por Cordero como su aliado de confianza para dar la batalla en lo que resta de su gobierno y ganar las simpatías de los votantes.
Con todo, la pregunta que aún queda abierta es si estas acciones implican, necesariamente, que Calderón ya se decantó por Cordero como el candidato de su partido. Parece temprano aún. Pero por lo pronto lo necesita para ganar el terreno perdido y le ha dado todas las herramientas para ganar el terreno perdido y le ha dado todas las herramientas para ello.
El secretario Ernesto Cordero es el aliado más cercano y de mayor confianza del Presidente Felipe Calderón. Esa es la primera conclusión a la que se arriba después de que hace unos minutos el Presidente anunciara tres cambios importantes en su gabinete de cara al inicio del último tercio de su gobierno: Los cambios de los titulares de las secretarías de Comunicaciones y Transportes, de Energía, así como la llegada de un nuevo secretario particular a la Presidencia de la República.
Dos de los subsecretarios de Cordero en Hacienda ocuparán las carteras de mayor trascedencia e impacto económico hacia el final del gobierno: Comunicaciones y Transportes, y Energía. Ambas secretarías controlan las redes de telecomunicaciones, la cuantiosa inversión pública en infraestructura, las concesiones de radio y televisión y el presupuesto petrolero. Ni más, ni menos. Son los temas económicos mas "calientes" de los últimos años y decisivos en esta última etapa del gobierno en el que se definirá la sucesión presidencial.
Y para ello Cordero y Calderón han elegido a Dionisio Pérez Jácome -un funcionario cercano al círculo íntimo de Los Pinos y colaborador estrecho de Ernesto Cordero, y a José Antonio Meade, un funcionario de carrera en Hacienda que, con la salida de Alejandro Werner, se convirtió en el pilar del funcionamiento operativo y estratégico de la secretaría bajo el mando de Cordero. A lo anterior se suman los recientes nombramientos de Carlos Treviño como Director Corporativo de Administración y de Ignacio Quezada Morales como Director Corporativo de Finanzas de Pemex, ambos funcionarios de confianza del secretario Ernesto Cordero.
Con estos cambios anunciados por Calderón, incluida la designación de Roberto Gil Zuarth como secretario particular del Presidente, se multiplica la influencia del actual secretario de Hacienda en el gabinete confirmando lo que se ha venido insistiendo ya desde el gobierno: que la economía será el caballo de batalla electoral para enfrentar las elecciones presidenciales en 2012.
Es en el tema económico -en la confianza depositada de que la economía familiar se recuperará sostenidamente durante este y el próximo año- el bastión en el que el Presidente ha decidido apoyarse para contrarrestar las críticas de la oposición política y de la opinión pública. Así que Calderón ha apostado por la economía y, con ella, por Cordero como su aliado de confianza para dar la batalla en lo que resta de su gobierno y ganar las simpatías de los votantes.
Con todo, la pregunta que aún queda abierta es si estas acciones implican, necesariamente, que Calderón ya se decantó por Cordero como el candidato de su partido. Parece temprano aún. Pero por lo pronto lo necesita para ganar el terreno perdido y le ha dado todas las herramientas para ganar el terreno perdido y le ha dado todas las herramientas para ello.
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