En la globalización los gobiernos pequeños son más vulnerables
José Manuel Arteaga / El Universal
La corrupción, el crimen organizado y las actividades ilícitas forman parte de los riesgos que tiene la economía mundial para su crecimiento, informó el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).
Al presentar el informe Riesgos Globales 2011, expuso que el peligro por estos problemas se ha incrementado en los años recientes, debido a los fracasos gubernamentales globales.
El WEF proyectó el costo de algunos ilícitos, según fuentes públicas. El tráfico de mariguana, representa un mercado de 140 mil millones de dólares a nivel mundial; la prostitución, 190 mil millones de dólares; el tráfico de cocaína, 80 mil millones de dólares, y tráfico humano, 30 mil millones de dólares, entre otros.
“Estos números son cálculos sumamente aproximados y son el sujeto de debate significativo; el Consejo de Agenda Global del Foro sobre el Comercio Ilícito actualmente desarrolla una metodología para rastrear con eficacia el impacto global de estas actividades”, planteó el WEF.
La falsificación de medicinas representa 200 mil millones de dólares, el cual es el acto ilegal con mayor impacto económico en el mundo.
“El comercio ilícito representa entre 7% y 10% de la economía global. Aunque en algunos países, el comercio ilícito es la fuente principal de ingreso”, planteó el organismo.
Expuso que cuando los flujos de bienes ilícitos y la actividad criminal son pequeños en relación con mercados globales, ellos pueden tener un enormemente efecto sobre estados frágiles en sus presupuestos y salarios.
“La mayor cantidad de estados fallidos y frágiles, el aumento del comercio ilícito, el crimen organizado y la corrupción forman un nexo de riesgo criminal”, enfatizó el WEF.
Agregó que un mundo interconectado, las fallas de los gobiernos y la disparidad económica permiten el surgimiento de la ilegalidad y añadió que en 2009 el comercio internacional ilícito sumó 1.3 billones de dólares o más.
“Estos riesgos generan enormes costos para las actividades económicas legítimas, debilitan a los Estados, representan una amenaza para las oportunidades de desarrollo, menoscaban el imperio de la ley y mantienen a los países atrapados en ciclos de pobreza e inestabilidad”, detalló.
El WEF se pronunció por una cooperación internacional eficaz en forma urgente para reducir este problema.
En el informe se advirtió que los actuales sistemas de gobernanza internacional carecen de capacidad para afrontar los riesgos globales.
Difícil resistir otra crisis
El informe destacó tres grupos de riesgos que despiertan particular inquietud: la relación entre el comercio ilícito, el delito, la corrupción y la fragilidad del Estado; un grupo de riesgos interconectados relacionados con el agua, los alimentos y la energía, y los riesgos relacionados con los desequilibrios económicos internacionales.
Agregó que el colapso en el sistema financiero en 2008 ajustó las arcas públicas y dejó sin ahorros a los ciudadanos, con lo cual el mundo no está en condiciones de resistir una nueva crisis económica global.
“La crisis financiera se generó a partir de debilidades estructurales a largo plazo. Los desequilibrios macroeconómicos, las crisis fiscales en los países desarrollados, las deudas sin respaldo y los débiles mercados financieros forman un complejo nexo de riesgo económico”, enfatizó el WEF.
José Manuel Arteaga / El Universal
La corrupción, el crimen organizado y las actividades ilícitas forman parte de los riesgos que tiene la economía mundial para su crecimiento, informó el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).
Al presentar el informe Riesgos Globales 2011, expuso que el peligro por estos problemas se ha incrementado en los años recientes, debido a los fracasos gubernamentales globales.
El WEF proyectó el costo de algunos ilícitos, según fuentes públicas. El tráfico de mariguana, representa un mercado de 140 mil millones de dólares a nivel mundial; la prostitución, 190 mil millones de dólares; el tráfico de cocaína, 80 mil millones de dólares, y tráfico humano, 30 mil millones de dólares, entre otros.
“Estos números son cálculos sumamente aproximados y son el sujeto de debate significativo; el Consejo de Agenda Global del Foro sobre el Comercio Ilícito actualmente desarrolla una metodología para rastrear con eficacia el impacto global de estas actividades”, planteó el WEF.
La falsificación de medicinas representa 200 mil millones de dólares, el cual es el acto ilegal con mayor impacto económico en el mundo.
“El comercio ilícito representa entre 7% y 10% de la economía global. Aunque en algunos países, el comercio ilícito es la fuente principal de ingreso”, planteó el organismo.
Expuso que cuando los flujos de bienes ilícitos y la actividad criminal son pequeños en relación con mercados globales, ellos pueden tener un enormemente efecto sobre estados frágiles en sus presupuestos y salarios.
“La mayor cantidad de estados fallidos y frágiles, el aumento del comercio ilícito, el crimen organizado y la corrupción forman un nexo de riesgo criminal”, enfatizó el WEF.
Agregó que un mundo interconectado, las fallas de los gobiernos y la disparidad económica permiten el surgimiento de la ilegalidad y añadió que en 2009 el comercio internacional ilícito sumó 1.3 billones de dólares o más.
“Estos riesgos generan enormes costos para las actividades económicas legítimas, debilitan a los Estados, representan una amenaza para las oportunidades de desarrollo, menoscaban el imperio de la ley y mantienen a los países atrapados en ciclos de pobreza e inestabilidad”, detalló.
El WEF se pronunció por una cooperación internacional eficaz en forma urgente para reducir este problema.
En el informe se advirtió que los actuales sistemas de gobernanza internacional carecen de capacidad para afrontar los riesgos globales.
Difícil resistir otra crisis
El informe destacó tres grupos de riesgos que despiertan particular inquietud: la relación entre el comercio ilícito, el delito, la corrupción y la fragilidad del Estado; un grupo de riesgos interconectados relacionados con el agua, los alimentos y la energía, y los riesgos relacionados con los desequilibrios económicos internacionales.
Agregó que el colapso en el sistema financiero en 2008 ajustó las arcas públicas y dejó sin ahorros a los ciudadanos, con lo cual el mundo no está en condiciones de resistir una nueva crisis económica global.
“La crisis financiera se generó a partir de debilidades estructurales a largo plazo. Los desequilibrios macroeconómicos, las crisis fiscales en los países desarrollados, las deudas sin respaldo y los débiles mercados financieros forman un complejo nexo de riesgo económico”, enfatizó el WEF.
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