Obama: "No hay un arreglo rápido para la recesión pero habrá días mejores".- Los 121.000 despidos en agosto en el sector público eclipsan los 67.000 contratos netos firmados en el privado
SANDRO POZZI / EL PAÍS
Estados Unidos volvió a destruir empleo en agosto. El mes pasado se perdieron 54.000 puestos de trabajo netos. Y de nuevo, el motivo fueron los 121.000 despidos en el sector público, que eclipsaron los 67.000 contratos netos firmados en el sector privado. La tasa de paro, entre tanto, subió una décima y se coloca en el 9,6%.
"No hay un arreglo rápido para la recesión pero habrá días mejores por delante", ha asegurado el presidente de EE UU, Barack Obama, quien ha comparecido para hacer un balance de la cifra conocida hoy, aunque se ha centrado solo en los datos del sector privado.
El indicador salió, a primera vista, mejor de lo que esperaba Wall Street, que anticipaba la destrucción de entre 90.000 y 105.000 empleos. Los más pesimistas decían que el paro subiría al 9,7%. Además, se perdieron menos empleos de lo anticipado en julio y junio, que quedan ahora en 54.000 y 175.000 respectivamente.
En opinión de Obama, el dato refleja los pasos que se han dado para salir de la crisis, aunque ha admitido que el ritmo de creación de empleo es insuficiente. El presidente de EE UU ha instado de nuevo al Congreso a aprobar su paquete de medidas destinadas a impulsar incentivos a las pequeñas y medianas empresas y ha anunciado que su Administración está trabajando en nuevas iniciativas que previsiblemente anunciará la semana próxima.
Es, por tanto, la primera estadística que va mejor del consenso de mercado y entre los economistas. Y eso, en cierto modo, da un respiro. También da más margen a la Reserva Federal , que no quiere verse arrastrada por la ansiedad y se mantiene a la espera de ver como evoluciona la situación antes de mover ficha.
Pero los detalles siguen mostrando las vulnerabilidades. La generación de empleo en el sector privado se desaceleró, comparada con los 107.000 contratos netos firmados julio . La industria manufacturera eliminó 27.000 puestos de trabajo, tras crear 34.000 en el mes precedente.
Y el paro toma cuerpo y se coloca al nivel de mayo, con la perspectiva de que crezca conforme los estadounidenses retomen la búsqueda de empleo al ver que la economía mejora. El problema es que con un crecimiento tan débil, no será suficiente para generar los puestos de trabajo necesarios para atender la demanda.
La Administración de Barack Obama y sus aliados demócratas en el Congreso pueden verse, sin embargo, convertidos en rehenes del dato de empleo de cara a las elecciones legislativas del 2 de noviembre.
SANDRO POZZI / EL PAÍS
Estados Unidos volvió a destruir empleo en agosto. El mes pasado se perdieron 54.000 puestos de trabajo netos. Y de nuevo, el motivo fueron los 121.000 despidos en el sector público, que eclipsaron los 67.000 contratos netos firmados en el sector privado. La tasa de paro, entre tanto, subió una décima y se coloca en el 9,6%.
"No hay un arreglo rápido para la recesión pero habrá días mejores por delante", ha asegurado el presidente de EE UU, Barack Obama, quien ha comparecido para hacer un balance de la cifra conocida hoy, aunque se ha centrado solo en los datos del sector privado.
El indicador salió, a primera vista, mejor de lo que esperaba Wall Street, que anticipaba la destrucción de entre 90.000 y 105.000 empleos. Los más pesimistas decían que el paro subiría al 9,7%. Además, se perdieron menos empleos de lo anticipado en julio y junio, que quedan ahora en 54.000 y 175.000 respectivamente.
En opinión de Obama, el dato refleja los pasos que se han dado para salir de la crisis, aunque ha admitido que el ritmo de creación de empleo es insuficiente. El presidente de EE UU ha instado de nuevo al Congreso a aprobar su paquete de medidas destinadas a impulsar incentivos a las pequeñas y medianas empresas y ha anunciado que su Administración está trabajando en nuevas iniciativas que previsiblemente anunciará la semana próxima.
Es, por tanto, la primera estadística que va mejor del consenso de mercado y entre los economistas. Y eso, en cierto modo, da un respiro. También da más margen a la Reserva Federal , que no quiere verse arrastrada por la ansiedad y se mantiene a la espera de ver como evoluciona la situación antes de mover ficha.
Pero los detalles siguen mostrando las vulnerabilidades. La generación de empleo en el sector privado se desaceleró, comparada con los 107.000 contratos netos firmados julio . La industria manufacturera eliminó 27.000 puestos de trabajo, tras crear 34.000 en el mes precedente.
Y el paro toma cuerpo y se coloca al nivel de mayo, con la perspectiva de que crezca conforme los estadounidenses retomen la búsqueda de empleo al ver que la economía mejora. El problema es que con un crecimiento tan débil, no será suficiente para generar los puestos de trabajo necesarios para atender la demanda.
La Administración de Barack Obama y sus aliados demócratas en el Congreso pueden verse, sin embargo, convertidos en rehenes del dato de empleo de cara a las elecciones legislativas del 2 de noviembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario