A la banca establecida en el país le molestó que el Banco de México prohibiera y limitara el cobro de comisiones y aún esperan más. Directivos de instituciones financieras informaron que como parte de las medidas del instituto central, también esperan un control en los réditos de tarjetas de crédito y en los intereses que pagan en cuentas de ahorro.
“Con lo anunciado por el instituto el pasado 25 de julio, se hace más fuerte el rumor de que ahora irán por las tarjetas de crédito y las cuentas de ahorro”, indicó un directivo bancario.
En un comunicado, el instituto central destacó que regulaba las comisiones para generar un balance entre la protección de los derechos de los consumidores y preservación del negocio bancario.
Los directivos de bancos rehuyen hablar del tema en micrófono; sin embargo, bajo el anonimato destacan lo que les molesta de las acciones del Banco de México. Entre ellas tener que ofrecer cuentas de crédito y débito sin comisiones.
“Por qué no controlamos el precio de los boletos de avión o decimos que los autos BMW son muy caros y les bajamos el precio o regalamos el periódico por mandato”, se preguntó uno de los entrevistados.
Y otro destacó: “Nos extrañan las medidas que se tomaron, son populismo puro, un control de precios que pone en peligro la libertad económica”.
Después de reconocer que son los villanos favoritos, otro directivo cuestionó por qué no se cobra el costo real de la gasolina, se topan precios en telefonía o la industria del cemento.
Sondean a los directivos
De acuerdo con lo recabado entre los directivos, en pláticas informales con autoridades financieras se les planteó la posibilidad de topar tasas de interés en plásticos de crédito u obligarlos a pagar réditos mayores a los ahorradores.
“Se escuchaba lo que venía, se rumoraba que Banxico venía duro. No entendimos que cuando el río suena, es que agua trae”, explicó otro directivo bancario.
Al referirse al que llaman control de comisiones, que anunció recientemente la autoridad, comentaron que puede representar entre 5 y 8% de los ingresos de la banca y en caso de que les topen los réditos u obliguen a pagar ciertas tasas de interés serían un atentado con la libertad de realizar negocios.
Otro directivo consultado manifestó que aún no saben la afectación de las medidas impuestas, ya que no fueron consultados sobre lo que anunciaría el instituto central.
“Nos agarraron con los dedos en la puerta”, ejemplificó el entrevistado.
CREDITO:
Eduardo Huerta / El Economista
“Con lo anunciado por el instituto el pasado 25 de julio, se hace más fuerte el rumor de que ahora irán por las tarjetas de crédito y las cuentas de ahorro”, indicó un directivo bancario.
En un comunicado, el instituto central destacó que regulaba las comisiones para generar un balance entre la protección de los derechos de los consumidores y preservación del negocio bancario.
Los directivos de bancos rehuyen hablar del tema en micrófono; sin embargo, bajo el anonimato destacan lo que les molesta de las acciones del Banco de México. Entre ellas tener que ofrecer cuentas de crédito y débito sin comisiones.
“Por qué no controlamos el precio de los boletos de avión o decimos que los autos BMW son muy caros y les bajamos el precio o regalamos el periódico por mandato”, se preguntó uno de los entrevistados.
Y otro destacó: “Nos extrañan las medidas que se tomaron, son populismo puro, un control de precios que pone en peligro la libertad económica”.
Después de reconocer que son los villanos favoritos, otro directivo cuestionó por qué no se cobra el costo real de la gasolina, se topan precios en telefonía o la industria del cemento.
Sondean a los directivos
De acuerdo con lo recabado entre los directivos, en pláticas informales con autoridades financieras se les planteó la posibilidad de topar tasas de interés en plásticos de crédito u obligarlos a pagar réditos mayores a los ahorradores.
“Se escuchaba lo que venía, se rumoraba que Banxico venía duro. No entendimos que cuando el río suena, es que agua trae”, explicó otro directivo bancario.
Al referirse al que llaman control de comisiones, que anunció recientemente la autoridad, comentaron que puede representar entre 5 y 8% de los ingresos de la banca y en caso de que les topen los réditos u obliguen a pagar ciertas tasas de interés serían un atentado con la libertad de realizar negocios.
Otro directivo consultado manifestó que aún no saben la afectación de las medidas impuestas, ya que no fueron consultados sobre lo que anunciaría el instituto central.
“Nos agarraron con los dedos en la puerta”, ejemplificó el entrevistado.
CREDITO:
Eduardo Huerta / El Economista
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