El cambio vertiginoso de la economía global ha afectado de manera diferente a los países.
Jesús Alberto Cano Vélez /Excelsior
Está ocurriendo como nunca antes, por su contundencia y poder, un reto confrontacional al grupo de países que ha controlado las instituciones y las reglas económicas internacionales establecidas a finales de la Segunda Guerra Mundial, hace 70 años.
El cambio vertiginoso de la economía mundial en las últimas décadas de economía global e intercomunicada, ha afectado de manera diferenciada a los países. Por un lado, los desarrollados industriales: Estados Unidos, la Comunidad Europea, el Reino Unido, Canadá y Japón, han venido perdiendo dinamismo y liderazgo, de manera clara.
Mientras tanto, el grupo de los BRIC –Brasil, Rusia, India y China- con su "despertar económico" han crecido incesantemente a tasas elevadas, casi siempre de doble dígito, con sus políticas públicas promotoras de la producción y el empleo. Y por el simple tamaño de sus economías y poblaciones, representan hoy el 15% del producto interno del mundo y más del 30% del valor del comercio mundial, acumulando elevados niveles de reservas internacionales en dólares y eurodólares, con todas sus implicaciones políticas.
Tan potentes los cuatro países, que en menos de una década suplantaron en importancia a muchos, salvo a los Estados Unidos; y se proyecta que antes de 20 años, los dos grandes del grupo BRIC –China y la India- lo harán también con la economía norteamericana.
Importante también en esta evolución ha sido el desgaste económico de los Estados Unidos y algunos de sus aliados, en las aventuras bélicas en Iraq y Afganistán, y por el efecto de la crisis económica que inició en 2008, auspiciada por la falta de rigurosas normas económicas y reglas financieras, ante su ideología neoliberal, bautizada "Consenso de Washington", que sostenía que el Mercado y no el Estado daba la brújula, pensamiento que dominó la vida económica de los Estados Unidos y de algunos de su círculo de países cercanos, de Europa, Asia y América Latina. "Que el mercado se encargue de fijar los precios relativos y establecer los equilibrios" –sostiene ese pensamiento- "y que las unidades económicas busquen su conveniencia, sin ninguna intromisión del Estado, que limite su acción o sus utilidades".
A diferencia de éstos países, los miembros del BRIC han empezado a ejercer su poderío en diversos foros de negociación internacional, auspiciados por la Organización de las Naciones Unidas. Sobresale la Ronda de Doha, de negociaciones comerciales de productos agrarios, coordinada por la Organización Mundial de Comercio (OMC), que inició en 2001 y tiene metas para 2013.
Las confrontaciones han sido fuertes y se han dado contra los países de Europa Occidental y los Estados Unidos, por sus políticas proteccionistas en la importación de productos agrarios y de subsidios a la producción y exportación de éstos. Han sido Brasil y Argentina, de América Latina, los que más fuertemente han sostenido esa confrontación.
Otro foro en que los BRIC han hecho causa común, para sostener una posición dura, es el surgido en el año 2000 con Las Metas de Desarrollo del Milenio, a cumplirse para 2015. Comprende compromisos de avances significativos en 8 campos: 1) Fin a la pobreza y el hambre; 2) Educación universal hasta sexto año de primaria; 3) Equidad de género; 4) Atención sanitaria de calidad a la niñez; 5) Salud maternal; 6) Combate al VIH/SIDA; 7) Sustentabilidad ambiental; y 8) Sociedad global. La evolución de México y su posición en el concierto de naciones, lo analizaremos en próxima entrega.
(*) Presidente del Colegio Nacional de Economistas
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