Jorge A. Chávez Presa /El Universal
En estos últimos meses la economía mexicana se ha visto favorecida por los vientos del exterior. Al gran incremento de las exportaciones manufactureras y a las mejores cotizaciones del petróleo, parece que las remesas se suman al entorno favorable. Los envíos de dinero que mexicanos, radicados primordialmente en Estados Unidos (EU), hacen a sus familiares en México aumentaron ligeramente en abril de 2010 con respecto a lo que ingresó el mismo mes del año anterior. No obstante, continúan por abajo en alrededor de 400 millones de dólares (mmd) de lo que se observó tanto en abril de 2009 como de 2008.
Quizá lo más positivo del último dato es que las remesas podrían estar iniciando una tendencia ascendente. Desde enero de 2008 a marzo de 2009, durante 25 de los 27 meses de este periodo (febrero y octubre de 2008 fueron la excepción), las variaciones anuales fueron negativas. Ahora en abril empezaron a mostrar una recuperación. Recordemos que en el 2009 las remesas se situaron en 21.2 mmd, después de desplomarse en casi cuatro mil millones de dólares (mmd) con respecto a 2008, y en 2008 disminuyeron 932 md con respecto a 2007, que fue el máximo histórico (26.1 mmd).
Si el resultado favorable de abril de 2010 marcara el cambio de tendencia, las remesas contribuirán a fortalecer la posición del sector externo de nuestra economía. Desde 2008 el volumen de remesas se constituyó en la tercera fuente más importante de divisas después de las exportaciones manufactureras y las petroleras, con ello superó a la inversión extranjera directa y a los ingresos por turismo.
No obstante su importancia desde el punto de vista de la balanza de pagos, a nivel nacional, del mercado interno, las remesas contribuyen a la recuperación de nuestra economía peromarginalmente pues representan entre 3 y 4% del consumo privado. Sin embargo, para ciertas regiones son importantísimas, como Michoacán, Guanajuato, Veracruz, Guerrero y Zacatecas. Ccombustible del consumo interno.
Cabe señalar que el consumo privado ha mostrado caídas anuales durante cinco trimestres seguidos, desde el último de 2008. Sobre el consumo privado, que es el componente más importante de la demanda de todos los bienes y servicios que se ofrecen en la economía, influyen la evolución de: la masa salarial, las transferencias de ingreso que hace el gobierno a las personas por pensiones y las remesas.
El comportamiento de las remesas lo explica la generación de empleos en EU. Cuando allá crece la economía aumenta la demanda de trabajadores, y como EU no puede satisfacer esa demanda en su totalidad, la brecha la cierra con trabajadores inmigrantes, los cuales envían dinero a sus países de origen. No sólo ha sido el bajo crecimiento de la economía mexicana la que explica la elevada emigración, ha sido la expansión de la economía de EU aunado al diferencial de salarios entre México y Estados Unidos.
El auge inmobiliario, que fue alentado por la brutal expansión del crédito hipotecario y que a su vez fue una de las causas de la crisis financiera, provocó que la construcción de nuestro vecino experimentara un apogeo. Por ello cuando este sector entró en fase recesiva, especialmente por la caída en las ventas, disminuyeron los requerimientos laborales en esa actividad. Lo mismo ocurre en los servicios, donde en ambos casos el incremento de la demanda se satisface con trabajadores que vienen fuera de EU.
De enero de 2008 a octubre de 2009 la economía de allá perdió 8.3 millones de puestos de trabajo, lo que representó un récord por sí mismo y que será uno de esos números que caractericen a la Gran Recesión. En contraste, en 2010 se han generado continuamente nuevos empleos, lo cual aumenta. Sin embargo, el millón de empleos recuperados todavía estarán lejos de compensar la masiva pérdida sufrida.
Sin menospreciar la importancia de las remesas, no son motivo de orgullo. Son parte del rendimiento que tiene la exportación (o expulsión) de capital humano, y que convidan con el país que no les da la oportunidad para ocuparlos. Y no les ofrece trabajo bien remunerado porque se niega a crecer por no romper las rigideces y no poner en cintura los intereses que mantienen a su economía anclada.
Economista
En estos últimos meses la economía mexicana se ha visto favorecida por los vientos del exterior. Al gran incremento de las exportaciones manufactureras y a las mejores cotizaciones del petróleo, parece que las remesas se suman al entorno favorable. Los envíos de dinero que mexicanos, radicados primordialmente en Estados Unidos (EU), hacen a sus familiares en México aumentaron ligeramente en abril de 2010 con respecto a lo que ingresó el mismo mes del año anterior. No obstante, continúan por abajo en alrededor de 400 millones de dólares (mmd) de lo que se observó tanto en abril de 2009 como de 2008.
Quizá lo más positivo del último dato es que las remesas podrían estar iniciando una tendencia ascendente. Desde enero de 2008 a marzo de 2009, durante 25 de los 27 meses de este periodo (febrero y octubre de 2008 fueron la excepción), las variaciones anuales fueron negativas. Ahora en abril empezaron a mostrar una recuperación. Recordemos que en el 2009 las remesas se situaron en 21.2 mmd, después de desplomarse en casi cuatro mil millones de dólares (mmd) con respecto a 2008, y en 2008 disminuyeron 932 md con respecto a 2007, que fue el máximo histórico (26.1 mmd).
Si el resultado favorable de abril de 2010 marcara el cambio de tendencia, las remesas contribuirán a fortalecer la posición del sector externo de nuestra economía. Desde 2008 el volumen de remesas se constituyó en la tercera fuente más importante de divisas después de las exportaciones manufactureras y las petroleras, con ello superó a la inversión extranjera directa y a los ingresos por turismo.
No obstante su importancia desde el punto de vista de la balanza de pagos, a nivel nacional, del mercado interno, las remesas contribuyen a la recuperación de nuestra economía peromarginalmente pues representan entre 3 y 4% del consumo privado. Sin embargo, para ciertas regiones son importantísimas, como Michoacán, Guanajuato, Veracruz, Guerrero y Zacatecas. Ccombustible del consumo interno.
Cabe señalar que el consumo privado ha mostrado caídas anuales durante cinco trimestres seguidos, desde el último de 2008. Sobre el consumo privado, que es el componente más importante de la demanda de todos los bienes y servicios que se ofrecen en la economía, influyen la evolución de: la masa salarial, las transferencias de ingreso que hace el gobierno a las personas por pensiones y las remesas.
El comportamiento de las remesas lo explica la generación de empleos en EU. Cuando allá crece la economía aumenta la demanda de trabajadores, y como EU no puede satisfacer esa demanda en su totalidad, la brecha la cierra con trabajadores inmigrantes, los cuales envían dinero a sus países de origen. No sólo ha sido el bajo crecimiento de la economía mexicana la que explica la elevada emigración, ha sido la expansión de la economía de EU aunado al diferencial de salarios entre México y Estados Unidos.
El auge inmobiliario, que fue alentado por la brutal expansión del crédito hipotecario y que a su vez fue una de las causas de la crisis financiera, provocó que la construcción de nuestro vecino experimentara un apogeo. Por ello cuando este sector entró en fase recesiva, especialmente por la caída en las ventas, disminuyeron los requerimientos laborales en esa actividad. Lo mismo ocurre en los servicios, donde en ambos casos el incremento de la demanda se satisface con trabajadores que vienen fuera de EU.
De enero de 2008 a octubre de 2009 la economía de allá perdió 8.3 millones de puestos de trabajo, lo que representó un récord por sí mismo y que será uno de esos números que caractericen a la Gran Recesión. En contraste, en 2010 se han generado continuamente nuevos empleos, lo cual aumenta. Sin embargo, el millón de empleos recuperados todavía estarán lejos de compensar la masiva pérdida sufrida.
Sin menospreciar la importancia de las remesas, no son motivo de orgullo. Son parte del rendimiento que tiene la exportación (o expulsión) de capital humano, y que convidan con el país que no les da la oportunidad para ocuparlos. Y no les ofrece trabajo bien remunerado porque se niega a crecer por no romper las rigideces y no poner en cintura los intereses que mantienen a su economía anclada.
Economista
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