lunes, 12 de abril de 2010

BANXICO, A FAVOR DE HACER MÁS TRANSPARENTE LA TOMA DE DECISIONES

Sólo es necesario no revelar el sentido de cada voto para evitar una "cacería de brujas": Carstens
Por Rogelio Cárdenas Estandía / El Financiero
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico), se muestra de acuerdo en transparentar las sesiones de la junta de gobierno de esa institución, tal y como lo propone el Senado; sin embargo, se opone a identificar el sentido individual de cada voto o decisión.
"Si se empiezan a asociar opiniones con nombres, después (los integrantes de la junta de gobierno) pueden estar sujetos a una cantidad de presiones por diferentes razones.
"Es importante que esa transparencia no se preste a un proceso de cabildeo y cacería de brujas", advierte.
En entrevista exclusiva con EL FINANCIERO, Carstens considera inviable que promover el crecimiento y la generación de empleos se conviertan en mandatos adicionales del banco central, como lo propone el Poder Legislativo.
Argumenta, en este sentido, que el actual mandato del Banxico (controlar la inflación) no es "anticrecimiento económico", pues una inflación baja y estable permite tener "mejor financiamiento, menores taras de interés y mercados a largo plazo".
Además, dice, si se tienen varios mandatos en algún momento, en su consecución, podrían estar encontrados. “Ante una disyuntiva entre inflación y crecimiento, a quién debe privilegiar el Banco”, se pregunta.
En relación con la regulación financiera internacional, advierte que un nivel de exigencia regulatoria muy alto podría detener la recuperación económica.
En este punto, considera necesario que los organismos internacionales reconozcan lo que países como México han hecho en su "individualidad".
El gobernador del banco central subraya que ante la volatilidad que aún existe en los mercados mundiales, será necesario acumular más reservas internacionales.
"La estabilización del sistema financiero aún no se tiene conquistada. Por ejemplo, qué va a pasar cuando los países empiecen a retirar sus políticas de estímulos fiscales y monetarias", alerta.
—¿Cómo ve la inflación hoy en día, pues se encuentra arriba del nivel que estaba pronosticado? ¿Esto le preocupa o está satisfecho?
—Ciertamente la inflación está por arriba de lo que sería deseable, aunque todavía se encuentra en el rango que dio el Banco de México en su último reporte de inflación, correspondiente al cuarto trimestre de 2009, pero sí está cerca del techo de ese nivel. Sin embargo, tenemos un buen entendimiento de por qué está sucediendo eso y creo que se han tomado las medidas apropiadas al caso.
Esto se debe fundamentalmente a tres factores primordiales: uno, el resultado de las medidas fiscales; dos, el aumento de precios concertados, como la gasolina y otros precios de transporte urbano, sobre todo, y, por último, el precio de frutas y verduras.
"Sí ha sido un reto iniciar este periodo de gobernador con la inflación al alza, pero se tienen bien identificadas las razones y nosotros esperamos que hacia finales de éste e inicios del año próximo se empiece a dar la vuelta."
—En el caso del desliz en los precios de las gasolinas, ¿hasta cuándo se prevé que continúe?
—El secretario (de Hacienda) ha anunciado que ése es un proceso que está en marcha y que no tiene un periodo determinado de conclusión. La verdad es que estamos muy por debajo del precio internacional; eso implica subsidios muy grandes, sobre todo, subsidios muy regresivos y, por lo mismo, es necesario que esa brecha se vaya cerrando.
—¿Es decir, que cuando la brecha ya sea mínima, se detendría el desliz?
—Es posible que sí, pero, por otro lado, no se sabe exactamente cuándo, pues el precio es muy volátil, y como se ha visto en otras épocas en México, en ocasiones también hemos estado por arriba de los precios internacionales. Entonces, como habrá periodos en los cuales los precios estén por arriba de los rangos internacionales, habrá periodos en los que estén por debajo.
—¿Y cuando están por arriba, no se les puede bajar?

—Siempre hay que cuidar que la desviación no sea muy grande. Lo ideal es que siguiéramos los precios internacionales de manera aproximada, no puntual, y si hay una desviación muy grande en cualquiera de las dos direcciones, pues se podrían ajustar los deslices correspondientes.
—¿Usted cree que la tasa de inflación se debe aumentar o debería de permanecer como está?
—Ya analizamos la razón por la que la tasa de inflación ha subido. Ahora, por otro lado, también hay que considerar cuáles son los elementos que le están poniendo un cierto freno a esas presiones inflacionarias, y son varias. Si bien la economía mexicana viene creciendo más alto de lo que esperábamos, todavía existe una holgura muy importante respecto a nuestro potencial; entonces, desde el punto de vista de la demanda agregada, no se ven presiones sobre la inflación. Lo mismo se puede decir en el mercado laboral, donde hubo una buena recuperación del empleo en el trimestre, pero obviamente el número de plazas sigue siendo inferior, incluso al que se alcanzó en 2008. Todavía existe una masa importante de gente sin empleo y, por lo tanto, no se está viendo que haya presiones salariales que pudieran llegar a tener impactos inflacionarios.
"Por otro lado, también hemos visto una apreciación muy significativa del tipo de cambio. Ése es un factor que sirve para mantener bajos a los precios de los bienes comerciables y la razón por la cual la inflación subyacente viene comportándose mejor de lo que esperábamos. Entonces, si bien hay factores de presión, también hay factores que están moderando esas presiones.
"En la medida en que esos factores continúen y ese balance de fuerzas mantenga la inflación en la banda de pronóstico que hizo el Banco y, sobre todo, si las expectativas se mantienen bien comportadas —tanto la de cierre de este año como la del entrante—, el Banco de México tendería a no ajustar su política monetaria.
"Si se rompe este balance y se empieza a ver un comportamiento que no está alineado con las expectativas y con lo que esperamos de una convergencia a niveles más bajos a finales del año entrante, pues entonces sí nos veremos forzados a actuar."
—¿Cómo ve la medición de la inflación? ¿Se deberían de cambiar algunos criterios para calcularla?
—No, la verdad es que yo pienso que la inflación está muy bien medida. De hecho, recientemente el Banco ha buscado documentar y revisar muy bien la metodología que usa para calcularla, porque todo este equipo, esta infraestructura y este andamiaje se lo vamos a pasar al INEGI próximamente, hacia 2011. Entonces, estamos aprovechando el tiempo para hacerle todas las mejoras metodológicas que se hayan quedado pendientes y, sí, estaremos entregando un proceso de medición que es comparable al de los mejores del mundo. De hecho, recientemente el proceso de medición de la inflación lo sujetamos a un proceso de auditoría de expertos internacionales encabezados por el FMI, y el reporte fue muy favorable.
"Y aunque el INEGI se hará cargo de la medición, el Banco de México se mantendrá en contacto con ellos; vamos a seguir colaborando y analizando las cifras con un gran detalle."
—En la parte legislativa, hay la propuesta de que, además de encargarse del control de la inflación, el Banco de México también promueva el crecimiento y la generación de empleo.
—Entiendo la inquietud que hay en el Legislativo, pues ahora es un momento en el cual quisiéramos sumar todas las fuerzas para que haya un mayor crecimiento. Mi opinión es que el cambio en sí no se requiere. ¿Por qué? Porque el mandato que tiene hoy el Banco de México no es un mandato anticrecimiento económico. Sin embargo, mucha gente así lo piensa.
—¿Y por qué se da esa interpretación?
—Porque la gente piensa que el Banco, al tomar medidas para controlar la inflación, lo hace a costa de un menor crecimiento económico y, siendo muy franco, quizá en cuestiones de meses eso podría llegar a ser el caso. Sin embargo, teniendo un horizonte de mediano y largo plazos, está más que comprobado, en México y en el mundo, que una circunstancia con inflaciones bajas es lo que más contribuye al crecimiento económico. Si logramos tener inflaciones bajas y estables, eso nos permite tener mejor financiamiento, menores tasas de interés, mercados a largo plazo.
—¿Pero en el corto plazo, comentó usted, controlar la inflación podría hacerse a costa del crecimiento?
—Es que hay algunas veces donde el Banco tiene que aumentar la tasa de interés, y eso, en el corto plazo, puede reprimir un poco el gasto, aunque también hay muchas veces que ya la inflación está teniendo tal daño que la propia medida del Banco de México pudiera bajar las expectativas de inflación en el futuro y eso ayudar, por otra parte. Entonces, no es muy claro que las acciones del Banco de México, aun en el corto plazo, vayan a ser malas para el crecimiento.
—¿Es decir, es probable que en el corto plazo aumente la tasa de inflación?
—No, yo no estoy haciendo un pronóstico, pero hay ocasiones en donde si el Banco sube la tasa y eso baja las expectativas de inflación, esto podría mejorar las expectativas de financiamiento a mediano plazo y le da un impulso a la economía. Entonces, no es muy claro cuál es el signo del impacto: podría ser positivo, podría ser negativo. Donde sí tenemos plena certeza es que si el Banco conquista su objetivo, tenemos una mejor posibilidad de crecer y de que se mejore la distribución del ingreso y el empleo, que una circunstancia en la cual la inflación sea alta.
"Otro punto de vista que hay que tomar en cuenta, es que el Banco, al tener un mandato claro, permite mucho más fácil su evaluación y la rendición de cuentas.
"Si uno tiene varios mandatos en algún momento, en su consecución, podrían estar encontrados, pues ya se le pone la disyuntiva al Banco a qué va a privilegiar, sobre todo si se parte del punto de vista de que hay una disyuntiva entre inflación y crecimiento, pues entonces qué se va a premiar."
—¿En ese caso, qué se premia? ¿La inflación?
—Sí, pero eso es por el convencimiento que tenemos de que la mejor manera de promover el crecimiento sostenible en el mediano y largo plazos es manteniendo baja la inflación.
"Entonces, la respuesta en sí es que el crecimiento económico sí depende de la estabilidad financiera y monetaria, y que de eso ya está encargándose el Banco.
"Pero también depende de otros muchos factores que generan riqueza en el país y que están fuera del Banco de México, pues no tenemos los instrumentos para incidir sobre esos factores. Entonces, por lo mismo pienso que no hay la necesidad de modificar el mandato del Banco."
—Por otra parte, los legisladores también están proponiendo que se transparenten las decisiones del Banco de México sobre política monetaria, incluso dando a conocer las actas sobre las resoluciones. ¿Cuál es su opinión al respecto?
—Creo que es muy importante. El Banco sí se tiene que volver más transparente. Si es algo que la junta (de gobierno) está discutiendo activamente. Es importante que el público conozca los argumentos que se utilizan en ese órgano para tomar las decisiones, que se publiquen las votaciones, pero también que de alguna manera se proteja la opinión de las personas dentro de la junta.
—¿Es decir, protegerlas a título personal, pero dar a conocer el acuerdo en lo general?
—Sí, expresar todas las opiniones que se hayan dado, representar todos los votos, pero sin identificar quién dijo qué, para preservar la autonomía. Si realmente se empiezan asociar opiniones con nombres, pues después ellos pueden estar sujetos a una cantidad de presiones por diferentes razones. Entonces, yo pienso que sí es bueno que haya esa independencia, sí es bueno que el público conozca y se sienta tranquilo de que las decisiones se están tomando de manera profesional, pero que también esa transparencia no se preste a un proceso de cabildeo y “cacería de brujas” de los integrantes de la junta.
—¿Es decir, que su gobierno hará que el Banco busque una mayor transparencia y apertura hacia las personas?
—Eso sin duda, siempre buscando que haya una discusión franca, abierta y autónoma, dirigida a procurar que el objetivo final del Banco de México se preserve.
—En relación con las reservas internacionales, ya rebasamos los 95 mil millones de dólares. ¿Por qué seguir acumulando reservas?
—El tema es múltiple. De entrada, todavía no se tiene conquistada la estabilización del sistema financiero internacional. Todavía no suceden temas que van a ser muy importantes más adelante, como por ejemplo qué va a pasar cuando los países empiecen a retirar sus políticas de estímulos fiscales y monetarios. Entonces, todavía hay la posibilidad de que haya mucha volatilidad.
—¿A qué nivel le gustaría llevar las reservas?
—Todavía no determinamos un nivel preciso. Va a depender mucho de cómo evoluciona el sistema financiero internacional y, sobre todo, pues cómo nos están evaluando los mercados.
—Hablemos de la línea de crédito que el FMI aprobó renovar por un año para México. ¿Usted siente que esto le da una mayor certeza a los mercados?
—Sí, definitivamente. Sin embargo, en la medida en que nosotros acumulemos más reservas, pensamos que a la postre ya no será necesario contar con esa línea; empero, todavía hay posibilidades de volatilidad. Por otro lado, la verdad es que la línea tiene un costo muy bajo; no nos implica ninguna condicionalidad, sino que esto es un reconocimiento de que el Fondo piensa que tenemos un buen marco macroeconómico, por eso no se decidió continuar con su uso, pero eventualmente espero que podamos eliminarla.

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