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A medida que se disipan las dudas en torno a si
España pedirá en rescate total a la Union Europea, surgen otras nuevas. Tanto el Banco Central Europeo
(BCE) como Bruselas han dejado claro que una intervención por su parte
implicará condiciones estrictas que todos los países deberán cumplir. Tras los
ajustes anunciados, el margen de maniobra de Mariano Rajoy se limita, aunque
aún queda algo a lo que recurrir: las pensiones.
Ante la
presión europea, Rajoy podría tener que renunciar a uno de los pocos compromisos
electorales que ha cumplido a rajatabla: mantener la revalorización de las
pensiones. Según han afirmado fuentes del Ejecutivo al diario El País,
el presupuesto destinado a este fin, "lo único considerado intocable hasta
ahora, ya no lo es".
Hace
escasos días, Rajoy insistía en que no tenía intención de bajar las
pensiones el año que viene. "Sería la última partida presupuestaria que tocaría",
afirmaba durante una rueda de prensa en La Moncloa.
Cumplir por encima de todo
Sin
embargo, el Gobierno ya ha manifestado de forma oficial su disposición a adoptar nuevas medidas de ajuste este
año si en
los próximos meses observa que peligra el objetivo de déficit del 6,3% para el
año, una meta con la que se ha comprometido. "Quiere ganarse el crédito de
que cumple. Es muy posible que se tomen medidas mucho más drásticas de las que
en estos momentos tenemos", afirman las citadas fuentes.
Una vez
aprobada el alza del IRPF, la eliminación de la paga extra a los funcionarios o
la subida del IVA, y tras haber asegurado que la reforma de las
Administraciones Públicas no llegará hasta 2015, los mandatos de Bruselas
podrían obligar a los populares a dar este paso. Una opción que el Ejecutivo
acataría, de acuerdo con dichas fuentes.
"No
hay nada que nos puedan exigir de fuera que no vaya a hacer ya el Gobierno en
los próximos meses. Rajoy está absolutamente decidido a cumplir el objetivo de
déficit, con rescate o sin rescate", aseguran al rotativo. "Si los ingresos
siguen cayendo, probablemente habrá que volver a subir los impuestos y volver a
recortar el gasto, aunque aquí ya prácticamente no se puede tocar más",
añaden.
Las opciones
Así, el
Gobierno podría decidirse a anular la subida anunciada para 2012, que es
del 1% para todas las pensiones, y para la que se preveía un coste global de
más de 968 millones de euros.
Esta
revalorización iría al margen del alza derivada de la desviación del IPC, un
cálculo que se realiza con el dato de inflación de noviembre y que, en vista de
la evolución de los últimos meses, podría darle otro disgusto al Ejecutivo.
Esto es así porque en sus previsiones iniciales estimaba un IPC del 1,9% en el
penúltimo mes del año, un nivel que se ha rebasado en julio y que será superado
con creces en los próximos meses, según todas las estimaciones, debido a las
subidas del IVA y otros impuestos.
Además,
Rajoy tendría la posibilidad de hacer frente al creciente gasto en pensiones
congelando la partida para 2013. Solo en julio, la Seguridad Social destinó
7.407 millones de euros al pago de las pensiones contributivas en julio, un
4,3% más que en el mismo mes de 2011.
Los
ministros de Finanzas de la UE acordaron a principios de julio conceder al
Gobierno una prórroga de un año para cumplir con sus compromisos de déficit,
dejando para 2014 la rebaja al 2,8% del PIB, con una reducción al 6,3% en 2012
en lugar del 5,3% exigido inicialmente y al 4,5% en 2013.
Para
cumplir con estos objetivos, el Gobierno prevé realizar un ajuste, entre
incremento de ingresos y reducción de gastos, de 102.149 millones de euros en
tres años -hasta 2014-. En estos cálculos se incluyen los 65.000 millones de
euros del decreto del mes de julio.
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