martes, 21 de agosto de 2012

"CAMINO A NINGUNA PARTE": RAJOY DEBE CAMBIAR SU ESTRATEGIA Y EVITAR EL DESASTRE


elEconomista.es
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debe dejar de posponer de una vez decisiones clave para la economía española. De lo contrario, conducirá inevitablemente a España a la catástrofe. Los economistas españoles Jesús Fernández-Villaverde y Luis Garicano profesores, respectivamente de la Universidad de Pennsylvania y de la London School of Economics, critican hoy la estrategia del presidente del Ejecutivo español en un artículo en el Financial Times.
"Mariano Rajoy ha tenido éxito durante décadas en política dejando pasar el tiempo. Parece creer que los problemas no se resuelven, sino que desaparecen a base de paciencia. Su gobierno ha aplicado esta estrategia ante la crisis de la Eurozona con resultados catastróficos", apuntan Fernández-Villaverde y Garicano en su artículo.
Y ahora, añaden, está a la espera de que el Banco Central Europeo (BCE) aclare sus planes, mientras pospone las reformas clave requeridas por Bruselas y deja que los problemas de la banca y las regiones se deterioren aún más.
"Esta estrategia es un camino a ninguna parte", prosiguen ambos autores en su artículo. Y recuerdan que, a medida que la recesión se acentúa, cada vez se dejan de pagar más créditos y la confianza pública en la gestión económica del Ejecutivo sigue disminuyendo.
"La austeridad está desplazado el apoyo a las reformas, en la medida en que los votantes no ven la diferencia entre los recortes de gasto y las reformas estructurales. Peor aún, la crisis económica se está convirtiendo en una crisis constitucional, ya que algunas regiones españolas empiezan a considerar la independencia como una petición genuina".
En este contexto, opinan Garicano y Fernández-Villaverde, "el poder de negociación de España en Europa poco a poco se va agotando". Al respecto, señalan que la estrategia del gobierno español fue tratar de obtener financiación incondicional de la Unión Europea bajo la amenaza de derribar el euro. "Pero era un farol", apuntan. "No se puede jugar al juego del gallina si conduces un coche y tu oponente (el BCE), lleva un tanque. Y el hecho básico es que el sector financiero español no podrá sobrevivir sin el acceso ilimitado al crédito del BCE".
Las buenas noticias
Las buenas noticias, en todo este escenario, es que Europa ha alcanzado un acuerdo para crear, a largo plazo, una unión bancaria y ha plantado las semillas para la unión fiscal. Y, a corto plazo, se ha dado el visto bueno al acceso a nuevas fuentes de financiación. En concreto, además, España ha recibido un préstamo razonable para sanear su problemático sector financiero y esta semana creará el banco malo. Más importante aún, el BCE ha indicado que aumentará de forma drástica su apoyo a España e Italia en un futuro próximo.
Ahora bien, tanto Garicano como Fernández-Villaverde piensan que para que todos estos proyectos tengan éxito, es necesario un "cambio radical" en la política española. En primer lugar, y tras asegurar la capacidad de recuperación del sistema financiero, España debe diseñar una reestructuración rapida pero ordenada de la deuda de las empresas públicas insolventes (incluidas las de las comunidades y corporaciones locales), bancos y gobiernos regionales.
En segundo lugar, recomiendan reactivar el programa de reformas estructurales para "reducir los obstáculos al emprendimiento y la creación de empleo", y diseñar un plan "creíble" para la consolidación fiscal con objetivos a medio plazo más que a corto plazo.

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