EU reportó la semana pasada que las empresas están
reduciendo sus pedidos de computadoras, maquinaria, aeronaves y otros
bienes duraderos.
Jesús Alberto Cano Vélez / Excelsior
Ya hemos vivido el efecto cambiario que esa evolución nos acarreó en
las últimas fechas, con inestabilidad y depreciación cambiaria en
México, y hemos experimentado una creciente debilidad de nuestro sector
industrial, que en producción y contratación de empleos fue cayendo
trimestre tras trimestre a lo largo del año pasado.
De ser correcta la apreciación del gobernador del Banco de México de
que el peso se ha depreciado demasiado por la inusitada demanda de
divisas recientemente, el efecto negativo para los importadores se verá
compensado por lo atractivo que los productos mexicanos serán para los
importadores internacionales.
Pero el hecho sigue siendo el costo que ha implicado la política
mexicana de propiciar una reserva internacional tan alta; por un lado,
porque esos dólares, invertidos en el exterior a tasas tan bajas,
contrastan con las tasas altas que ofrecemos a los inversionistas para
que traigan sus dólares a México. Qué bueno que el Banco de México no
está en el negocio para ganar dinero, porque con esos costos tan altos y
esos ingresos tan bajos ya hubiera quebrado.
Como si fuera poco, esas reservas no son sino capitales golondrinos
que al primer signo de dificultad, o que no les salgan bien las cuentas,
veremos lo que es depender de esos capitales voladores como la base de
nuestras reservas internacionales.
Signos negativos en el horizonte internacional.
Para colmo de males, estamos viendo nuevas señales mundiales que apuntan a malos resultados.
Estados Unidos reportó la semana pasada que las empresas están
reduciendo sus pedidos de computadoras, maquinaria, aeronaves y otros
bienes duraderos. Todo esto es indicador del ánimo empresarial y refleja
los sentimientos también pesimistas de Europa, China, India, Sudáfrica y
Brasil, entre las principales. Adicionalmente, el índice MSCI World,
que das, experimentarán enormes retiradas de dinero, que sólo con medidas
de emergencia podrán atenuar sus efectos... y ahí, sólo temporalmente y
con dificultad.
*Presidente Nacional del Colegio Nacional de Economistas
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