Los indicadores adelantados anticipan una ralentización más intensa en Europa que en EE UU. -Francia rebaja sus previsiones
ALEJANDRO BOLAÑOS / EL PAÍS
Roubini advierte de que las grandes potencias se encaminan a una nueva y severa recesión
Los primeros datos sobre la evolución económica de los países industrializados entre abril y junio avalan que la recuperación pierde impulso. Los primeros indicios sobre lo que ocurrirá en la segunda mitad del año, divulgados hoy por la OCDE, anticipan que el crecimiento será exiguo en los próximos meses. Lo que no permiten vaticinar aún las estadísticas más coyunturales es si ese frenazo llevará a las economías a un segundo episodio de recesión en la crisis que arrancó en 2008. Una posibilidad que, en los mercados financieros, se traduce en jornadas de números rojos.
La OCDE analiza un puñado de estadísticas (los pedidos industriales, las encuestas de confianza, los tipos de interés) que suelen determinar cómo será la actividad económica en los meses siguientes. Con ese cóctel, los expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anticipan si el crecimiento será más o menos rápido dentro de seis meses. Y lo que cuenta los indicadores adelantados de junio es que la recuperación de la Gran Recesión de 2009 se ha interrumpido.
En la mayoría de los países, la tasa interanual del PIB empezó a recuperarse del batacazo en la segunda mitad de 2009; la escalada hizo una breve pausa en la segunda mitad de 2010 y volvió a relanzarse en el primer trimestre de este año. Pero la OCDE cree la recuperación alcanzó su techo en ese periodo. Y que la ralentización que muestran los primeros datos del segundo trimestre, será aún más patente en la segunda mitad del año.
Según estos indicadores adelantados este frenazo es más intenso en la zona euro que en Estados Unidos. El avance de contabilidad nacional que ya se conoce en algunos países (Italia, Francia, España) reflejan un crecimiento ya débil entre abril y junio, con tasas trimestrales inferiores al 0,3%. En el caso concreto de la economía francesa, el Banco de Francia ha adelantado hoy que el Producto Interior Bruto (PIB) del país crecerá a un ritmo del 0,2% en el tercer trimestre, tres décimas por debajo de la estimación de la oficina de estadística francesa, Insee.
La Comisión Europea espera que, en tasa interanual, el PIB pase del boyante 2,5% del primer trimestre a un moderado 1,5% en el segundo trimestre. El pronóstico de la OCDE apuesta a que ese crecimiento será aún menor en el segundo semestre.
El indicador adelantado de España también refleja un retroceso (pasa de 101,5 a 101), aunque su nivel es algo superior al de otras economías europeas, como Francia o Italia, señal de que su recuperación va más rezagada. Excepto Portugal y Grecia (las dos en recesión), todas las economías europeas se mantienen en niveles por encima de 100, que simboliza la tendencia de crecimiento a largo plazo. En el caso de los países europeos, niveles algo por debajo de 100 suelen implicar estancamiento a corto plazo; cuando se sitúan cerca de 95, anticipan una recesión.
El crecimiento también baja de intensidad entre los países emergentes, locomotoras de la recuperación mundial. En este caso, los indicadores adelantados muestran valores por debajo de 100 para China, India y Brasil. Eso, en el caso de China, anticipa que su crecimiento estará más cerca del 8% que del 10% este año. El gigante asiático necesita altas tasas de crecimiento para reducir la pobreza y asimilar la masiva migración de las zonas rurales a enclaves urbanos.
Roubini advierte de que las grandes potencias se encaminan a una nueva y severa recesión
Las economías de EE UU y otros países desarrollados se encaminan hacia una nueva y severa recesión, según demuestran los datos macroeconómicos anteriores al pánico de las últimas jornadas, al mismo tiempo que aumentan las posibilidades de que España e Italia pierdan su acceso a los mercados de capitales, advierte Nouriel Roubini, quien recomienda al Banco Central Europeo (BCE) que rebaje los tipos de interés al 0% y compre "grandes cantidades" de deuda pública de estos dos países de la periferia.
"Hasta el año pasado los políticos siempre podían sacarse un conejo de la chistera para reactivar el valor de los activos y de la recuperación económica", apunta Roubini en un artículo publicado por Financial Times, donde recuerda los sucesivos programas de alivio cuantitativo de la Reserva Federal, las políticas de tipos próximas al 0% o las inyecciones de centenares de miles de millones de euros en bancos e instituciones financieras. "Sin embargo, ahora nos hemos quedado sin más conejos que sacar", afirma el profeta de la Gran Recesión, ya que fue él de los pocos que advirtió de la llegada de la crisis de las hipotecas tóxicas o subprime en Estados Unidos.
De este modo, el economista recomienda al BCE y al resto de bancos occidentales que apliquen nuevas medidas de alivio cuantitativo (QE), a pesar de que su efecto sea limitado, y además, en el caso del instituto emisor de la eurozona, que recorte los tipos de interés al 0% y adquiera "grandes cantidades de deuda de Italia y España" para evitar que estos dos países pierdan el acceso a los mercados.
En el caso de EE UU, Roubini señala que la "desacertada" decisión de Standard & Poor's de rebajar la nota del país en estos momentos ha incrementado las posibilidades de una recaída en recesión.
ALEJANDRO BOLAÑOS / EL PAÍS
Roubini advierte de que las grandes potencias se encaminan a una nueva y severa recesión
Los primeros datos sobre la evolución económica de los países industrializados entre abril y junio avalan que la recuperación pierde impulso. Los primeros indicios sobre lo que ocurrirá en la segunda mitad del año, divulgados hoy por la OCDE, anticipan que el crecimiento será exiguo en los próximos meses. Lo que no permiten vaticinar aún las estadísticas más coyunturales es si ese frenazo llevará a las economías a un segundo episodio de recesión en la crisis que arrancó en 2008. Una posibilidad que, en los mercados financieros, se traduce en jornadas de números rojos.
La OCDE analiza un puñado de estadísticas (los pedidos industriales, las encuestas de confianza, los tipos de interés) que suelen determinar cómo será la actividad económica en los meses siguientes. Con ese cóctel, los expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anticipan si el crecimiento será más o menos rápido dentro de seis meses. Y lo que cuenta los indicadores adelantados de junio es que la recuperación de la Gran Recesión de 2009 se ha interrumpido.
En la mayoría de los países, la tasa interanual del PIB empezó a recuperarse del batacazo en la segunda mitad de 2009; la escalada hizo una breve pausa en la segunda mitad de 2010 y volvió a relanzarse en el primer trimestre de este año. Pero la OCDE cree la recuperación alcanzó su techo en ese periodo. Y que la ralentización que muestran los primeros datos del segundo trimestre, será aún más patente en la segunda mitad del año.
Según estos indicadores adelantados este frenazo es más intenso en la zona euro que en Estados Unidos. El avance de contabilidad nacional que ya se conoce en algunos países (Italia, Francia, España) reflejan un crecimiento ya débil entre abril y junio, con tasas trimestrales inferiores al 0,3%. En el caso concreto de la economía francesa, el Banco de Francia ha adelantado hoy que el Producto Interior Bruto (PIB) del país crecerá a un ritmo del 0,2% en el tercer trimestre, tres décimas por debajo de la estimación de la oficina de estadística francesa, Insee.
La Comisión Europea espera que, en tasa interanual, el PIB pase del boyante 2,5% del primer trimestre a un moderado 1,5% en el segundo trimestre. El pronóstico de la OCDE apuesta a que ese crecimiento será aún menor en el segundo semestre.
El indicador adelantado de España también refleja un retroceso (pasa de 101,5 a 101), aunque su nivel es algo superior al de otras economías europeas, como Francia o Italia, señal de que su recuperación va más rezagada. Excepto Portugal y Grecia (las dos en recesión), todas las economías europeas se mantienen en niveles por encima de 100, que simboliza la tendencia de crecimiento a largo plazo. En el caso de los países europeos, niveles algo por debajo de 100 suelen implicar estancamiento a corto plazo; cuando se sitúan cerca de 95, anticipan una recesión.
El crecimiento también baja de intensidad entre los países emergentes, locomotoras de la recuperación mundial. En este caso, los indicadores adelantados muestran valores por debajo de 100 para China, India y Brasil. Eso, en el caso de China, anticipa que su crecimiento estará más cerca del 8% que del 10% este año. El gigante asiático necesita altas tasas de crecimiento para reducir la pobreza y asimilar la masiva migración de las zonas rurales a enclaves urbanos.
Roubini advierte de que las grandes potencias se encaminan a una nueva y severa recesión
Las economías de EE UU y otros países desarrollados se encaminan hacia una nueva y severa recesión, según demuestran los datos macroeconómicos anteriores al pánico de las últimas jornadas, al mismo tiempo que aumentan las posibilidades de que España e Italia pierdan su acceso a los mercados de capitales, advierte Nouriel Roubini, quien recomienda al Banco Central Europeo (BCE) que rebaje los tipos de interés al 0% y compre "grandes cantidades" de deuda pública de estos dos países de la periferia.
"Hasta el año pasado los políticos siempre podían sacarse un conejo de la chistera para reactivar el valor de los activos y de la recuperación económica", apunta Roubini en un artículo publicado por Financial Times, donde recuerda los sucesivos programas de alivio cuantitativo de la Reserva Federal, las políticas de tipos próximas al 0% o las inyecciones de centenares de miles de millones de euros en bancos e instituciones financieras. "Sin embargo, ahora nos hemos quedado sin más conejos que sacar", afirma el profeta de la Gran Recesión, ya que fue él de los pocos que advirtió de la llegada de la crisis de las hipotecas tóxicas o subprime en Estados Unidos.
De este modo, el economista recomienda al BCE y al resto de bancos occidentales que apliquen nuevas medidas de alivio cuantitativo (QE), a pesar de que su efecto sea limitado, y además, en el caso del instituto emisor de la eurozona, que recorte los tipos de interés al 0% y adquiera "grandes cantidades de deuda de Italia y España" para evitar que estos dos países pierdan el acceso a los mercados.
En el caso de EE UU, Roubini señala que la "desacertada" decisión de Standard & Poor's de rebajar la nota del país en estos momentos ha incrementado las posibilidades de una recaída en recesión.
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