lunes, 22 de agosto de 2011

¿VENDER O COMPRAR?

Parece ineludible. La economía de EU se dirige a una “doble recesión”. Con este vaticinio inicia la historia central de esta edición, que aborda el fenómeno que hoy tiene al mundo en alerta y que advierte de algo más: un atorón en el crecimiento económico de todas las economías.
Así, si se pensaba que la recuperación económica tomaba vuelo, ahora, todo indica que en realidad se trataba de una recuperación artificial; la economía ha vuelto a languidecer, está completamente estancada y parece abocada a una nueva recesión. Pésimas noticias.
La información disponible en torno de la economía estadounidense documenta el pesimismo: la recuperación ha sido magra, la creación de empleo modesta, la deuda de los consumidores estadounidenses es descomunal, el sector exportador registra un flaco desempeño, junto con el estancamiento de la demanda interna.
Frente a eso, Nouriel Roubini, el profesor de la Universidad de Nueva York que se hizo famoso por ser uno de los que anticipó la crisis económica que se avecinaba, ha advertido que una “doble recesión” parece una “misión imposible”.
Bajo este entorno, la pregunta obligada es: ¿Y México?
En ese sentido, la manufactura mexicana recibirá el golpe; en lo específico, la industria automotriz, la electrónica y la aeronáutica. Así las cosas, los niveles de exportación registrarán una inevitable baja.
Así, ante la degradación a la deuda de EU y la reducción a sus expectativas de crecimiento, además de la crisis de deuda que se vive en Europa, la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) decidió reducir las previsiones de crecimiento de la economía a un rango de entre 3.8% y 4.8%, de un rango de 4% y 5%, calculado previamente. Al mismo tiempo, Banxico también decidió reducir las expectativas de crecimiento para México en 2012, del publicado en el último informe de 3.8% y 4.8% a un rango revisado de entre 3.5% y 4.5%.
Ante estas circunstancias, expertos en la materia sostienen que, además de aprobar las ansiadas y ya muy discutidas reformas estructurales, México tiene otro reto enfrente, que de ejecutarse podría servirle como un paraguas frente a cualquier tormenta económica que venga del exterior: mejorar su perfil de riesgo, lo que significa disponer de todas las políticas públicas que promuevan el ambiente de negocios en México, junto con la urgente necesidad de promover el estado de Derecho.
Bajo esta lógica, afirman que una crisis de este calibre podría, en buena medida, ser una ventana de oportunidad y una lección para que México pueda parapetarse, blindarse, así como perfilarse en una economía diversificada y con los grilletes para aspirar a un crecimiento económico sostenido.

Fuente: El Semanario

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