sábado, 27 de agosto de 2011

BdeM: LA ECONOMÍA PIERDE DINAMISMO Y COMIENZA UNA DESACELERACIÓN MODERADA







Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, y Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, ayer antes de la sesión del simposio sobre política económica en Jackson Hole en Moran, Wyoming. Foto Ap

El banco abre por primera vez en dos años la posibilidad de bajar tasas de interés
Atribuye el menor crecimiento a los problemas fiscales y de deuda de EU y países de Europa
Roberto González Amador / Periódico La Jornada
La actividad productiva del país perdió dinamismo, a la vez que comenzó a registrarse una "desaceleración moderada" del gasto interno, advirtió este viernes el Banco de México. Por ahora, el organismo no juzgó necesario modificar su tasa de interés de referencia, aunque, por vez primera en dos años, abrió la discusión sobre la posibilidad de reducirla más adelante. Se trata de una medida que, en caso de materializarse, buscaría contener una caída más pronunciada de la actividad económica, en opinión de analistas.
"La junta de gobierno ajustará oportunamente la postura monetaria procurando en todo momento la convergencia de la inflación a su objetivo permanente de 3 por ciento" anual, comunicó ayer el Banco de México, que mantuvo sin cambio su postura de política monetaria y sin variación su tasa de referencia, en 4.5 por ciento anual.
En declaraciones a la agencia Reuters, Agustín Carstens, gobernador del banco central, anticipó una eventual reducción en la tasa de interés de referencia del Banco de México, un indicador cuya variación influye en el costo de los créditos para empresas y familias.
"Lo que estamos diciendo es que ahora tenemos una posición neutral, pero podría haber eventos en el futuro que pudieran hacernos tomar la decisión de reducir tasas", declaró Carstens a Reuters, en el marco de una conferencia de banqueros centrales en Jackson Hole, Estados Unidos.
En el comunicado de ayer para dar cuenta de su reunión mensual de política monetaria, el Banco de México incorpora a su análisis sobre la situación económica un entorno de menor crecimiento externo e interno, asociado con los problemas fiscales y de deuda pública en países de Europa y Estados Unidos.
"En México, la actividad productiva sigue con una tendencia positiva pero su ritmo de crecimiento ha perdido cierto dinamismo. Algunos componentes del gasto interno se han desacelerado moderadamente, si bien las exportaciones permanecen vigorosas. Las perspectivas de crecimiento se han revisado a la baja, en buena medida en respuesta a la desaceleración de la economía de Estados Unidos", apuntó el banco emisor.
Para el banco central, la situación descrita confirma que la brecha del producto –la diferencia entre el producto interno bruto observado y el crecimiento potencial no inflacionario– se cerrará a una velocidad menor a la prevista, "en un contexto en el que diversos indicadores del mercado laboral y crediticio, así como el reducido déficit en cuenta corriente, siguen mostrando holgura". Por lo anterior, dice, no se esperan presiones generalizadas sobre los precios en la economía –dado que hay mayor demanda de empleo que oferta de puestos de trabajo y una oferta amplia de financiamiento.
"El Banco de México mantuvo su tasa de fondeo sin cambios, sin embargo, destacó que podría ajustar su política monetaria en caso de que las condiciones se endurezcan a consecuencia de la situación en los mercados financieros y en caso de un pobre desempeño económico", planteó Octavio Gutiérez Engelmann, estratega macro para América Latina de BBVA Research.
Para Samuel Moreno, analista de Invex, el comunicado de la junta de gobierno del banco central dejó en claro que, bajo un escenario de inflación moderada y crecimiento económico "pobre pero positivo", la política monetaria podría ser ajustada "en caso de que el escenario financiero internacional se deteriore aún más".
Joel Virgen, analista de Banamex, consideró conveniente que el banco central hubiera optado por mencionar explícitamente opciones de política monetaria, como reducir la tasa de interés –según declaró Carstens a Reuters en Estados Unidos–, congruentes con un escenario de riesgo.
“Resultó desconcertante que el Banco de México se refiriera a un ‘endurecimiento en la política monetaria’ y no sobre las condiciones monetarias como el potencial catalizador para un ajuste en la tasa de referencia. Entonces, el principal riesgo no lo observa en la dinámica cambiaria, sino en los efectos sobre la tasa real de interés implícita en la tasa de política monetaria.
"Lo anterior tiene sentido en un contexto donde un fortalecimiento sustantivo en la cotización del peso frente al dólar se antoja difícil en el corto plazo. En contraste, un endurecimiento de la política monetaria, en ausencia de movimientos por el banco central, podría darse en el caso de que las expectativas de inflación descendieran significativamente", añadió el analista de Banamex.

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