El presidente de la Reserva Federal está "listo para actuar" si el deterioro avanza
La economía de EE UU creció menos de lo anticipado en el segundo semestre
Wall Street se recupera tras los primeros momentos de decepción
SANDRO POZZI - EL PAÍS
Ben Bernanke dejó el tapón puesto en la botella de los estímulos monetarios a la economía. En su esperado discurso en la conferencia anual de banqueros en Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal evitó citar cualquier medida específica a la que podría acudir para apuntalar el crecimiento y el empleo. Y aplazó cualquier acción en ese sentido hasta, como pronto, septiembre.
Hace un año, en ese foro, el presidente de la Reserva Federal abrió la puerta a la compra masiva de bonos para evitar la entrada de la economía en recesión y la deflación. Pero el jefe de la autoridad monetaria de EE UU prefiere ahora tomar distancia y ganar tiempo, sobre todo tras el anuncio hace unas semanas de que los tipos seguirán en la zona cero hasta mediados de 2013. Ahora, además, el riesgo está del lado de la inflación.
Lo que sí dejó claro es que el Banco Central "está listo" y que "cuenta con varios instrumentos que podrían ser utilizados para dar un estímulo adicional". La vuelta a la recompra de bonos es la opción más extrema, porque obligaría a reactivar la máquina de hacer dinero. Las otras opciones pasan por bajar el interés a las reservas de los bancos y reinvertir el principal de la deuda que va venciendo.
A Wall Street le costó digerir al principio el mensaje, que recibió con caídas. Pero luego entendió la estrategia entre líneas, que podría llevar a una acción a corto plazo, y subió un 1,2%. De hecho, el recorte en tres décimas del crecimiento en el segundo trimestre confirma que EE UU necesita alguna forma de impulso. Su economía creció solo a una tasa anualizada del 1% (un 1,5% respecto al mismo periodo del año anterior).
Es más del doble que el 0,4% del primer trimestre. Pero el dato confirma que la economía se estancó en el primer semestre. Como indican desde IHS Global Insight, está en la zona en la que puede caer en barrena. Y no creen que de aquí a final de año se vaya a crecer por encima del 1%. Para 2012, año electoral en Estados Unidos, las cosas no pintan mucho mejor.
Goldman Sachs da una entre tres posibilidades a la recesión. Y con el paro por encima del 9%, sus analistas creen que es posible que antes de final de año la Fed se vea en la necesidad de activar alguna medida adicional de estímulos. Pero como indican desde Deutsche Bank, la Fed no está preparada para actuar. En parte por la división interna, y porque necesita más datos sobre la situación.
Para analizar la evolución económica en detalle, la Fed dedicará dos días a su próxima reunión a final de septiembre, en lugar de una jornada como estaba programado. En ese momento, de acuerdo con el testimonio de Bernanke, se tendrá una discusión en profundidad sobre los instrumentos monetarios que podrían utilizarse en el caso de que la coyuntura se deteriore.
Ben Bernanke, estudioso de la gran depresión, confía en que la expansión económica se vaya reforzando en la segunda mitad del año, aunque será un crecimiento moderado y por debajo del potencial. Además, reitera que el frenazo de los primeros seis meses se debe a "factores temporales". Eso sí, admitió que el repunte está siendo "menos robusto" de lo anticipado.
Las perspectivas a largo plazo, por tanto, hacen ser optimista a Bernanke. Hasta el punto de que señaló que la crisis de los últimos cuatro años no afectó "a los fundamentales del crecimiento". Y pasó la pelota a la Casa Blanca y al Congreso, para que sean los que adopten decisiones que permitan apuntalar el crecimiento a la vez que se contiene la degradación de las cuentas públicas. De hecho, antes de la reunión del 20 y 21 de septiembre, el presidente Barack Obama tiene previsto presentar un nuevo paquete de medidas de estímulo para fomentar la creación de empleo, con rebajas de impuestos a los asalariados e inversiones en proyectos de infraestructuras. Ese dinero adicional se verá compensado con un recorte mayor del gasto público.
Ben Bernanke miró hacia el exterior para admitir que la crisis de la deuda soberana europea también plantea un riesgo para el crecimiento en EE UU. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, tiene previsto intervenir hoy ante el foro, en el que se estrenará Christine Lagarde en su nueva función de directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
La economía de EE UU creció menos de lo anticipado en el segundo semestre
Wall Street se recupera tras los primeros momentos de decepción
SANDRO POZZI - EL PAÍS
Ben Bernanke dejó el tapón puesto en la botella de los estímulos monetarios a la economía. En su esperado discurso en la conferencia anual de banqueros en Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal evitó citar cualquier medida específica a la que podría acudir para apuntalar el crecimiento y el empleo. Y aplazó cualquier acción en ese sentido hasta, como pronto, septiembre.
Hace un año, en ese foro, el presidente de la Reserva Federal abrió la puerta a la compra masiva de bonos para evitar la entrada de la economía en recesión y la deflación. Pero el jefe de la autoridad monetaria de EE UU prefiere ahora tomar distancia y ganar tiempo, sobre todo tras el anuncio hace unas semanas de que los tipos seguirán en la zona cero hasta mediados de 2013. Ahora, además, el riesgo está del lado de la inflación.
Lo que sí dejó claro es que el Banco Central "está listo" y que "cuenta con varios instrumentos que podrían ser utilizados para dar un estímulo adicional". La vuelta a la recompra de bonos es la opción más extrema, porque obligaría a reactivar la máquina de hacer dinero. Las otras opciones pasan por bajar el interés a las reservas de los bancos y reinvertir el principal de la deuda que va venciendo.
A Wall Street le costó digerir al principio el mensaje, que recibió con caídas. Pero luego entendió la estrategia entre líneas, que podría llevar a una acción a corto plazo, y subió un 1,2%. De hecho, el recorte en tres décimas del crecimiento en el segundo trimestre confirma que EE UU necesita alguna forma de impulso. Su economía creció solo a una tasa anualizada del 1% (un 1,5% respecto al mismo periodo del año anterior).
Es más del doble que el 0,4% del primer trimestre. Pero el dato confirma que la economía se estancó en el primer semestre. Como indican desde IHS Global Insight, está en la zona en la que puede caer en barrena. Y no creen que de aquí a final de año se vaya a crecer por encima del 1%. Para 2012, año electoral en Estados Unidos, las cosas no pintan mucho mejor.
Goldman Sachs da una entre tres posibilidades a la recesión. Y con el paro por encima del 9%, sus analistas creen que es posible que antes de final de año la Fed se vea en la necesidad de activar alguna medida adicional de estímulos. Pero como indican desde Deutsche Bank, la Fed no está preparada para actuar. En parte por la división interna, y porque necesita más datos sobre la situación.
Para analizar la evolución económica en detalle, la Fed dedicará dos días a su próxima reunión a final de septiembre, en lugar de una jornada como estaba programado. En ese momento, de acuerdo con el testimonio de Bernanke, se tendrá una discusión en profundidad sobre los instrumentos monetarios que podrían utilizarse en el caso de que la coyuntura se deteriore.
Ben Bernanke, estudioso de la gran depresión, confía en que la expansión económica se vaya reforzando en la segunda mitad del año, aunque será un crecimiento moderado y por debajo del potencial. Además, reitera que el frenazo de los primeros seis meses se debe a "factores temporales". Eso sí, admitió que el repunte está siendo "menos robusto" de lo anticipado.
Las perspectivas a largo plazo, por tanto, hacen ser optimista a Bernanke. Hasta el punto de que señaló que la crisis de los últimos cuatro años no afectó "a los fundamentales del crecimiento". Y pasó la pelota a la Casa Blanca y al Congreso, para que sean los que adopten decisiones que permitan apuntalar el crecimiento a la vez que se contiene la degradación de las cuentas públicas. De hecho, antes de la reunión del 20 y 21 de septiembre, el presidente Barack Obama tiene previsto presentar un nuevo paquete de medidas de estímulo para fomentar la creación de empleo, con rebajas de impuestos a los asalariados e inversiones en proyectos de infraestructuras. Ese dinero adicional se verá compensado con un recorte mayor del gasto público.
Ben Bernanke miró hacia el exterior para admitir que la crisis de la deuda soberana europea también plantea un riesgo para el crecimiento en EE UU. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, tiene previsto intervenir hoy ante el foro, en el que se estrenará Christine Lagarde en su nueva función de directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
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