Siete entidades federativas sustentan la totalidad de su deuda en las participaciones federales que recibirán a futuro, lo que las deja más expuestas en sus finanzas ante un entorno de volatilidad financiera.
Se trata de Coahuila (8,451 millones de pesos), Guanajuato (7,550), Querétaro (2,155), Sinaloa (4,855), Sonora (13,359), Yucatán (1,814) y Distrito Federal (52,162 millones), de acuerdo con el reporte “Obligaciones Financieras de Entidades Federativas y Municipios” de la Secretaría de Hacienda al primer semestre del 2011.
Del total de deuda pública de estados, que asciende a 316,704 millones de pesos, los compromisos contraídos con la banca comercial representan 70%, con la banca de desarrollo 24.7% y en emisiones bursátiles 5.3 por ciento.
Raymundo Tenorio, director de la carrera de Economía en la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, campus Santa Fe, comentó que las entidades citadas se encuentran muy vulnerables ante los vaivenes de la economía mundial, ya que las aportaciones federales podrían no llegarles en la cantidad esperada, ya sea por austeridad o recorte generalizado del gasto, debido a una desaceleración del mercado nacional. “Al no tener un plan creíble por la banca comercial en cuanto a captación local, ésta les va a cerrar la llave. Ante la imposibilidad de tener capital fresco y de recurrir a las participaciones se tendrían que declarar insolventes, como le iba a ocurrir a Estados Unidos, al grado de no tener para pagar nóminas o renegociar con proveedores”, sentenció al ser entrevistado por El Economista.
No obstante, cabe destacar que esta tendencia de uso del crédito ha venido a la baja, ya que en el 2010 eran 19 estados que dependían en más de 90% de las participaciones federales, mientras que hoy son solamente 10.
A decir del especialista, esto ha sido algo sumamente positivo, pues actualmente los estados carecen prácticamente de margen de negociación con la banca comercial si no es garantizando sus deudas con las participaciones futuras.
MUNICIPIOS, PUNTA DE LANZA DE UNA REFORMA RECAUDATORIA
Raymundo Tenorio argumentó que la legislación fiscal local juega un papel crucial para que las entidades puedan migrar de un esquema de respaldo federal a uno de ingresos propios.
Al existir una garantía legal de que una entidad se comprometerá a implementar mecanismos recaudatorios para el pago de una deuda, la banca tendría la certidumbre de que la generación de recursos estaría asegurada y así se conseguiría un préstamo.
Debido a que los estados no han sido capaces de ponerle voluntad política y sobre todo acción para generar recursos propios, este problema se ha agravado al no querer asumir en las administraciones locales los costos políticos que un aumento en los impuestos significaría.
“Hemos gastado mucha tinta a nivel federal, la verdadera reforma fiscal viene a nivel de municipios y estados”, agregó Tenorio.
En tanto, Juan Sherwell, director de EGADE Business School del Tec de Monterrey, expuso que no hace falta el aumento en los gravámenes para el grueso de la población, sino que se debe de priorizar una administración inteligente, democrática y eficaz de la recaudación.
Le huyen a la transparencia
Según el reporte de Hacienda, sólo Nuevo León, Oaxaca, Veracruz, Estado de México e Hidalgo recurren a las emisiones bursátiles para respaldar su deuda.
Raymundo Tenorio explicó que la poca incidencia de estados, los cuales llevan a cabo esta práctica, tiene origen en que las entidades deben ser sometidas al escrutinio de las calificadores crediticias con el fin de garantizar que la emisión de estos certificados den confianza a los acreedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario