La segunda potencia mundial sigue sobrecalentada, pero la inflación llega a 5,4% en marzo, el nivel más alto en 32 meses.- Los analistas prevén una extensión de la campaña de subida de tipos del Banco Central JOSÉ REINOSO EL PAÍS La inflación continúa castigando a la economía china, a pesar de las medidas tomadas en los últimos meses por el Gobierno. El índice de precios al consumo subió un 5,4% en marzo respecto a un año antes, empujado por un alza del 11,7% en los alimentos y la ebullición del sector inmobiliario, según ha informado hoy la Oficina Nacional de Estadísticas. Se trata del incremento más alto de la inflación que registra China desde julio de 2008, el mes anterior al inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín. En febrero, había subido un 4,9%. El Gobierno se ha fijado como objetivo que no supere el 4% en el conjunto del año. El organismo estadístico ha informado también de que la economía creció un 9,7% -hasta 9,63 billones de yuanes (1,01 billones de euros)- en el primer trimestre, un ritmo casi igual al registrado en el último trimestre del año pasado, cuando fue del 9,8%. En todo 2010, el PIB (producto interior bruto) aumentó un 10,3%. Para 2011, el objetivo es el 8%. Los líderes chinos se han fijado como prioridad la lucha contra el alza de los precios, debido a su potencial como catalizador de protestas sociales. La inflación fue uno de los desencadenantes de las protestas a favor de la democracia en la plaza pequinesa de Tiananmen, en la primavera de 1989, que concluyeron con la muerte de cientos -miles, según algunas fuentes- de personas tras la intervención armada del ejército. El coste de los alimentos es un asunto especialmente sensible, ya que las familias pobres en China tienen que dedicar hasta la mitad de sus ingresos a la comida. Pero los precios se han mantenido altos, a pesar de las medidas tomadas por las autoridades, como incrementar los suministros de grano y verduras, subir cuatro veces los tipos de interés desde octubre pasado y aumentar al 20% de los depósitos el ratio de reservas que se exige a los bancos, lo que limita la cantidad de dinero que pueden prestar. El primer ministro, Wen Jiabao, pidió ayer, jueves, más esfuerzos para controlar la inflación a la vez que se mantiene la actividad económica. "Tenemos que gestionar con habilidad la relación entre el impulso del crecimiento económico y el freno a la inflación", dijo en una reunión del Gabinete, según la agencia oficial Xinhua. Los analistas presagian nuevas medidas para contener los precios, entre ellas, subidas de tipos y restricciones adicionales a la concesión de créditos. China anunció el jueves que sus reservas de divisas extranjeras han superado por primera vez los tres billones de dólares. A finales de marzo, alcanzaron 3,04 billones, un 24,4% más que un año antes y casi el triple que los 1,1 billones de dólares que tiene Japón, el segundo país con más moneda extranjera del mundo. Las reservas chinas se han disparado en los últimos años, gracias a la fuerte inversión extranjera, sus superávits comerciales y el dinero caliente que entra en el país asiático en busca de beneficios rápidos. Además, Pekín ha comprado dólares y otras divisas para controlar el valor del yuan, que Estados Unidos y otros países dicen que mantiene artificialmente infravalorado para beneficiar a sus empresas exportadoras.
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