martes, 19 de abril de 2011

NOS DIAGNOSTICAN DESDE EL EXTERIOR Y LES PREOCUPA LO QUE VEN

Jesús Alberto Cano Vélez (*) / Excelsior
En los últimos días la comunidad internacional se reunió en Washington, EE UU para participar en la reunión de primavera 2011, del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Entre sus temas principales, dicha sesión analizó los peligros de la recuperación económica mundial --que está en proceso-- por las presiones inflacionarias que se están gestando, especialmente por los hidrocarburos e importantes productos alimenticios, como son los principales granos de consumo mundial.
Y en ese contexto, México se ha constituido en el claro ejemplo de una economía que muestra signos preocupantes. Ha registrado muy poco crecimiento y ha perdido empleos. Ni siquiera en su reciente recuperación pudo generar avances en materia de empleos. En contraste, otros países de América Latina anotaron aumentos tanto en su producción como en su fuerza laboral.
De hecho, nuestro país es una excepción a lo que ocurre en el conjunto de América Latina. En plena recesión, en 2009, la Región Latinoamericana no sólo no sufrió pérdidas significativas de su producto interno bruto y empleos sino que en la recuperación logró importantes avances.
En contraste, México se contrajo ese año en su PIB, -6.5% real. Es “un foco especial en el continente. Es un país estrella en el ámbito macroeconómico, pero el gran misterio es ¿por qué no consigue generar tasas de crecimiento mayores?”
Como hemos comentado en artículos anteriores, el PIB mexicano de las últimas tres décadas ha crecido menos que la inflación; de ahí que llevamos casi 30 años de estar EN PROCESO DE SUBDESARROLLO, especialmente en la primera década del nuevo Siglo.
¡Qué contraste con el MEDIO SIGLO entre 1932 y 1982 en que México acusó crecimientos anuales de 6% real, una vez descontada la inflación!
Eso explica la creación de una robusta clase media durante la segunda mitad del Siglo XX. Y como dijo el anterior Secretario General de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (CEPAL), José Antonio Ocampo en reciente conferencia: “El crecimiento económico continuo es más que nada un proceso de cambio estructural.” Y abundó en el tema al hacer referencia al reciente éxito de los países sudamericanos. Dijo: “los tres pilares que sostienen a las economías latinoamericanas son: las políticas anti-cíclicas, la transformación productiva y el financiamiento para el desarrollo.”
Por su parte Augusto de la Torre, economista en jefe del Banco Mundial, declaró en una conferencia de prensa con motivo de la reunión que se realizó la semana pasada en Washington: “El éxito de América Latina presenta ahora un patrón distinto respecto de otras crisis” pero hay un par de países donde el desempleo todavía no ha caído y sigue aumentando. Uno de ellos es México, y el otro, Venezuela.”
Al analizar el informe del Banco Mundial sobre América Latina, presentado a finales de la semana pasada, De la Torre planteó que no obstante de tener México “un desempeño estelar en el manejo macro, especialmente el monetario y fiscal, no deja de ser preocupante que el país haya sido uno de los más bajos de la región en el crecimiento de la productividad.”
“No deja de ser preocupante porque México sigue siendo una de las economías con mayor tamaño en la región y tiene un fuerte potencial de crecimiento económico” --dijo-- “Y no hay una respuesta concluyente sobre qué está detrás de ese bajo crecimiento en la productividad”.
El protocolo de los organismos internacionales, como el Banco Mundial, les impide criticar abiertamente las políticas económicas de los países miembros, en sus declaraciones públicas, pero sí sugieren de los problemas y hacen comparaciones con otros países en similares circunstancias.
Pero nosotros, en el Colegio Nacional de Economistas, si podemos ser más claros y precisos en nuestros diagnósticos.
Lo que le hace falta a México son POLÍTICAS ECONÓMICAS, que no se están dando porque las autoridades del gobierno federal siguen insistiendo en NO INTERVENIR y esperar a que EL MERCADO DÉ LAS SEÑALES que nos saquen del hoyo en que nos encontramos.
Hemos ratificado esta opinión con los Sectores Productivos y encontramos un extraordinario desencanto y enojo con las autoridades de gobierno –en todas partes-- por su falta de sensibilidad a sus necesidades.
Hacen exactamente lo contrario de lo que deberían estar haciendo en estos momentos recesivos: quieren bajar aranceles; se proponen abrir más convenios de libre comercio; además, subsidian las importaciones con un PESO sobrevaluado; y finalmente, no apoyan a su planta productiva nacional. Y luego ¡¡¡se sorprenden que México no pueda generar empleos ni actividad económica!!!

(*) Presidente de El Colegio Nacional de Economistas


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