EU tendrá que luchar contra el desempleo, mientras América del Sur combate la inflación y Europa se mantiene vigilante en la Eurozona
J. Jaime Hernández y José Vales Corresponsales / El Universal
El mundo aún transita por el largo camino de recuperación de los efectos de la severa crisis económica que azotó al mundo en 2008. En Estados Unidos se espera en 2011 la consolidación de dicha recuperación, pasando por medidas de ahorro y balance fiscal, mientras Sudamérica se concentra en la lucha contra la inflación y Europa sigue con atención el desempeño de Portugal, uno de los eslabones débiles de la Eurozona.
ESTADOS UNIDOS
Como un médico empeñado en escatimar las buenas noticias a su atribulado paciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recetado paciencia y un mayor ahorro para mejorar las perspectivas de recuperación y crecimiento, que rondará el 2.3% en 2011.
Uno de los factores que dificultarán la recuperación es el desempleo, que según la mayoría de los analistas seguirá oscilando entre 9% y 9.5%. Isaac Cohen, ex director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, considera que la tasa de desempleo significará una difícil marcha cuesta arriba para la economía.
Precisametne, la necesidad de recuperar los más de 8 millones de puestos de trabajo perdidos en la recesión ocupan la atención del presidente Barack Obama, quien con los recientes nombramientos en su equipo ha evidenciado que su prioridad es la recuperación y poder negociar con el Congreso para lograrla.
En un intento por recomponer la economía, Obama ofreció al liderazgo del Partido Republicano, a finales de 2010, la extensión de los recortes fiscales creados en la administración de George W. Bush y que permanecerán inamovibles hasta 2012. El acuerdo seguirá dominando el debate político, mientras el Congreso y la Casa Blanca seguirán tanteando el terreno de la negociación para alcanzar acuerdos de mediano y largo plazo para reducir el abultado déficit.
Robert Shapiro, ex subsecretario de Comercio, considera que este año será mejor que 2010, considerando el impulso a los negocios y el paquete de estímulo fiscal.
Otro de los capítulos más espinosos que deberá aprobar el Congreso será la propuesta para elevar el techo de la deuda pública, fijado en 14.3 billones de dólares. La medida fue propuesta por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien ha advertido que, en caso de que el Congreso no apruebe este aumento, EU podría precipitarse hacia la moratoria y experimentaría un “daño catastrófico a la economía”.
SUDAMÉRICA
En Argentina, donde las mediciones son alteradas desde el 2005, cuando la administración Kirchner decidió intervenir el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la inflación real en 2010, según las estimaciones de agencias y consultoras privadas alcanzó 22%.
Para este año, ese índice es factible que se dispare, teniendo en cuenta las últimas asignaciones por decreto de partidas presupuestarias. “La inflación y la forma que tenga el gobierno de controlarla será central no sólo a lo largo del año, sino que también puede influir en el ánimo electoral en las presidenciales”, asegura el economista Carlos Melconian.
En Brasil, en cambio, 2010 terminó con una incremento del Índice de Precios al Consumidor de sólo 5.39%; la previsión para este año es de 4.5%, algo que economistas como Roberto Cristaldi opinan será muy difícil de cumplir.
“Con la alta existencia de divisas y el nuevo poder de compra de los brasileños, la inflación tiende a subir. Hay una necesidad del nuevo gobierno de enfriar la economía para hacer que los productos sean más competitivos. Eso llevará a un ajuste que servirá para intentar bajar la inflación”, opinó.
Bolivia llegó a la Navidad lista para cerrar el año inflacionario en 5.8%, pero la decisión del presidente Evo Morales de dejar sin efecto las subvenciones a los combustibles, y la consecuente protesta social, hizo que ese índice cerrara el año en 7.3%. “En semejante panorama y con el gobierno teniendo que tomar medias para suplir el alza de las gasolinas, hablar de previsiones de inflación es muy difícil”, explicó días pasados el economista Gonzalo Chávez, para quien la política de precios en el país “es un campo minado”, fruto de la reciente crisis.
De ahí que la inflación aparezca como una de las principales amenazas en estos países donde, por otro año más, todos los cálculos indican que verán crecer su PBI entre 4% y 6% promedio, siempre y cuando no surjan imponderables.
EUROPA
Los excesivos déficits en los países de la zona del euro generaron en 2010 crisis en Irlanda y Grecia, a quienes la Unión Europea tuvo que rescatar.
Para 2011, la presidencia húngara de la UE tiene previsto centrar sus esfuerzos en una mejor coordinación de las políticas económicas para enviar a los mercados financieros un mensaje de calma. Está previsto que se aborde la reforma del Tratado e Lisboa para crear un mecanismo permanente de rescate a países del euro que caigan en dificultades.
La atención está centrada en Portugal. La alerta se encendió la semana pasada, cuando el rendimiento de sus bonos soberanos subió 7.1%, generando temor en los mercados por su estabilidad financiera.
Thomas Mayer, economista jefe de Deutsche Bank, considera que España va en la dirección correcta y no necesitaría ayuda de la red de seguridad financiera europea. Precisó que además de Grecia, Irlanda y eventualmente Portugal, nadie más en la Eurozona necesitaría un rescate financiero.
J. Jaime Hernández y José Vales Corresponsales / El Universal
El mundo aún transita por el largo camino de recuperación de los efectos de la severa crisis económica que azotó al mundo en 2008. En Estados Unidos se espera en 2011 la consolidación de dicha recuperación, pasando por medidas de ahorro y balance fiscal, mientras Sudamérica se concentra en la lucha contra la inflación y Europa sigue con atención el desempeño de Portugal, uno de los eslabones débiles de la Eurozona.
ESTADOS UNIDOS
Como un médico empeñado en escatimar las buenas noticias a su atribulado paciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recetado paciencia y un mayor ahorro para mejorar las perspectivas de recuperación y crecimiento, que rondará el 2.3% en 2011.
Uno de los factores que dificultarán la recuperación es el desempleo, que según la mayoría de los analistas seguirá oscilando entre 9% y 9.5%. Isaac Cohen, ex director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, considera que la tasa de desempleo significará una difícil marcha cuesta arriba para la economía.
Precisametne, la necesidad de recuperar los más de 8 millones de puestos de trabajo perdidos en la recesión ocupan la atención del presidente Barack Obama, quien con los recientes nombramientos en su equipo ha evidenciado que su prioridad es la recuperación y poder negociar con el Congreso para lograrla.
En un intento por recomponer la economía, Obama ofreció al liderazgo del Partido Republicano, a finales de 2010, la extensión de los recortes fiscales creados en la administración de George W. Bush y que permanecerán inamovibles hasta 2012. El acuerdo seguirá dominando el debate político, mientras el Congreso y la Casa Blanca seguirán tanteando el terreno de la negociación para alcanzar acuerdos de mediano y largo plazo para reducir el abultado déficit.
Robert Shapiro, ex subsecretario de Comercio, considera que este año será mejor que 2010, considerando el impulso a los negocios y el paquete de estímulo fiscal.
Otro de los capítulos más espinosos que deberá aprobar el Congreso será la propuesta para elevar el techo de la deuda pública, fijado en 14.3 billones de dólares. La medida fue propuesta por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien ha advertido que, en caso de que el Congreso no apruebe este aumento, EU podría precipitarse hacia la moratoria y experimentaría un “daño catastrófico a la economía”.
SUDAMÉRICA
En Argentina, donde las mediciones son alteradas desde el 2005, cuando la administración Kirchner decidió intervenir el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la inflación real en 2010, según las estimaciones de agencias y consultoras privadas alcanzó 22%.
Para este año, ese índice es factible que se dispare, teniendo en cuenta las últimas asignaciones por decreto de partidas presupuestarias. “La inflación y la forma que tenga el gobierno de controlarla será central no sólo a lo largo del año, sino que también puede influir en el ánimo electoral en las presidenciales”, asegura el economista Carlos Melconian.
En Brasil, en cambio, 2010 terminó con una incremento del Índice de Precios al Consumidor de sólo 5.39%; la previsión para este año es de 4.5%, algo que economistas como Roberto Cristaldi opinan será muy difícil de cumplir.
“Con la alta existencia de divisas y el nuevo poder de compra de los brasileños, la inflación tiende a subir. Hay una necesidad del nuevo gobierno de enfriar la economía para hacer que los productos sean más competitivos. Eso llevará a un ajuste que servirá para intentar bajar la inflación”, opinó.
Bolivia llegó a la Navidad lista para cerrar el año inflacionario en 5.8%, pero la decisión del presidente Evo Morales de dejar sin efecto las subvenciones a los combustibles, y la consecuente protesta social, hizo que ese índice cerrara el año en 7.3%. “En semejante panorama y con el gobierno teniendo que tomar medias para suplir el alza de las gasolinas, hablar de previsiones de inflación es muy difícil”, explicó días pasados el economista Gonzalo Chávez, para quien la política de precios en el país “es un campo minado”, fruto de la reciente crisis.
De ahí que la inflación aparezca como una de las principales amenazas en estos países donde, por otro año más, todos los cálculos indican que verán crecer su PBI entre 4% y 6% promedio, siempre y cuando no surjan imponderables.
EUROPA
Los excesivos déficits en los países de la zona del euro generaron en 2010 crisis en Irlanda y Grecia, a quienes la Unión Europea tuvo que rescatar.
Para 2011, la presidencia húngara de la UE tiene previsto centrar sus esfuerzos en una mejor coordinación de las políticas económicas para enviar a los mercados financieros un mensaje de calma. Está previsto que se aborde la reforma del Tratado e Lisboa para crear un mecanismo permanente de rescate a países del euro que caigan en dificultades.
La atención está centrada en Portugal. La alerta se encendió la semana pasada, cuando el rendimiento de sus bonos soberanos subió 7.1%, generando temor en los mercados por su estabilidad financiera.
Thomas Mayer, economista jefe de Deutsche Bank, considera que España va en la dirección correcta y no necesitaría ayuda de la red de seguridad financiera europea. Precisó que además de Grecia, Irlanda y eventualmente Portugal, nadie más en la Eurozona necesitaría un rescate financiero.
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