jueves, 10 de junio de 2010

4.5% ¿DE QUIEN ES EL MÉRITO?

Aníbal Gutiérrez / El Universal
Durante las últimas semanas la información sobre el estado actual de la economía mexicana da cuenta de un crecimiento que promete promediar por lo menos 4.5% a lo largo de todo 2010. La cifra es significativa luego del descalabro de 2009. Esta posibilidad de crecer por arriba de lo esperado ha generado un ambiente no sólo optimista, sino de justificación de las medidas adoptadas por el gobierno federal a lo largo del último año.
La actual situación no exime de revisar o al menos preguntarnos ¿por qué estamos creciendo? O más aún, ¿cómo estamos creciendo? La respuesta está a la mano, y si bien da por descontado que la fragilidad financiera del país se encuentra semioculta por el nivel de reservas internacionales, la programación relativamente cómoda de los compromisos de deuda y la exclusión de determinados pasivos de la cifra del déficit público, también genera preocupación. Así, no es nuevo el señalar que nuestro crecimiento está sujeto al comportamiento de la producción y el consumo estadounidense.
La simetría en el comportamiento de las economías de México y EU refleja el grado de dependencia que se tiene de la economía norteamericana, pese a que hace unos años se hablaba de la parcial independencia del ciclo de la economía mexicana. Lo cierto es que tanto el consumo estadounidense como su demanda por bienes duraderos registran variaciones positivas desde el segundo semestre de 2009, lo que contrasta con las variaciones negativas del consumo privado en México que vienen desde el último trimestre de 2008. Las exportaciones mexicanas mostraron variaciones anuales negativas desde el último trimestre de 2008 hasta el tercer trimestre de 2009 cuando se deja sentir el efecto de la recuperación del consumo estadounidense.
¿De quién es el mérito de los alentadores números de la economía mexicana? Al parecer, del consumidor estadounidense. ¿O hicimos nosotros algo realmente importante para estimular el crecimiento? ¿Cambió en algo nuestro comportamiento económico?
Al parecer no se hizo mucho en términos productivos Hay que recuperar una idea de Paul Krugman en su reciente visita a México en la que preguntaba y respondía sobre cuál era la economía más importante para nosotros, afirmando en seguida que para México la economía más importante es la mexicana, en tanto que la segunda en importancia es la estadounidense.
Vale la pena reflexionar sobre lo que se ha hecho internamente para fortalecer la economía y salir de la crisis reciente. En una perspectiva de mediano y largo plazo si se pretende desvincular en parte el comportamiento del ciclo económico nacional del estadounidense, pues habría que revisar los sectores productivos nuevos o de avanzada que se están promoviendo, así como los nuevos circuitos comerciales y financieros que deben desarrollarse; pero si se va a optar por seguir profundamente integrados a la economía con el mercado más grande del mundo, habría que aprender a hacerlo ventajosamente replanteando estrategias, fomentado vínculos con las empresas que hoy están aquí y las que tendrían que venir, para promover investigación y desarrollo, empleo, capacitación y todo lo que se requiere para crear las ventajas competitivas que exige la competencia económica global.
En ambos casos, se requeriría definición nacional, una política de Estado, que con visión de largo plazo fije el rumbo económico que nos conviene, de lo contrario se seguirá con la inercia de las últimas décadas, sin capacidad para conducir el crecimiento o enfrentar crisis venideras. Por eso, mientras sigamos como hasta ahora, volvamos a la pregunta: 4.5%, ¿de quién el mérito?
Profesor del Sistema de la Facultad de Economía de la UNAM y colaborador de Enfoque NRM.


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