Deplora que la titular de Energía clame ayuda de trasnacionales
Susana González G. / Periódico La Jornada
Más que clamar por ayuda a las empresas petroleras internacionales para que México recupere la producción de crudo que se registró años atrás –como lo hizo la secretaria de Energía, Georgina Kessel, en el reciente Foro Internacional de Energía–, Petróleos Mexicanos (Pemex) debe pedir ayuda a la Secretaría de Hacienda para que le permita invertir parte de sus ingresos en nuevos proyectos, aseguró Gilberto Ortiz, presidente de la Comisión de Petroquímicos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
El dirigente empresarial sostuvo que Pemex se mantiene como la “empresa bandera” del país, pero criticó que el gobierno del presidente Felipe Calderón esté empeñado en mantener una estrategia de exploración y explotación de crudo a fin de exportarlo, en lugar de apostar a su transformación y evitar así la dependencia del extranjero en gasolinas, petroquímicos y petrolíferos.
“No es nuevo el propósito de las autoridades federales de permitir la inversión privada en la paraestatal, pero debe recordarse que desde el nacimiento de la industria petrolera los empresarios hemos trabajado conjuntamente con Pemex, como proveedores, auxiliares y consumidores”, dijo.
Sin embargo, puntualizó que el Estado debe mantener la rectoría sobre la industria petrolera para que se obtengan mejores resultados para el país, mientras que la inversión extranjera debe ser “complementaria”, como en asesoría tecnológica, sin que estorbe la estrategia de crecimiento ni impida que el sector siga siendo “totalmente nacional”.
Insistió en que Pemex comenzó a tener problemas desde 1982 pero no sólo a raíz de la crisis petrolera sino también porque “cambiaron los parámetros del gobierno y comenzaron a sacarle recursos”.
Así que en los hechos “Petróleos Mexicanos lleva 25 años bajo un régimen de privatización paulatina y aún así no ha perdido importancia en la economía nacional”.
El dirigente empresarial advirtió que a nivel mundial existe un cambio de perspectiva sobre la explotación petrolera, como lo demuestran los recientes anuncios del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de mantener el control sobre yacimientos marinos que hasta hace unos años no pretendían explotar.
En el caso de México, refirió que la administración del presidente Felipe Calderón “tiene por estrategia incrementar las reservas probadas y exportar el petróleo crudo, cuando a la vista de muchos países la verdadera riqueza es transformarlo, algo que aquí el gobierno actual ya abandonó”.
Aseveró que la estrategia del gobierno contrasta con la visión de país y la conciencia nacional que tienen diversos sectores sociales y económicos, “incluidos la mayoría de los empresarios, aunque no necesariamente los organismos cupulares”, de darle valor agregado al petróleo por la potencialidad que tiene para el desarrollo de México.
Susana González G. / Periódico La Jornada
Más que clamar por ayuda a las empresas petroleras internacionales para que México recupere la producción de crudo que se registró años atrás –como lo hizo la secretaria de Energía, Georgina Kessel, en el reciente Foro Internacional de Energía–, Petróleos Mexicanos (Pemex) debe pedir ayuda a la Secretaría de Hacienda para que le permita invertir parte de sus ingresos en nuevos proyectos, aseguró Gilberto Ortiz, presidente de la Comisión de Petroquímicos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
El dirigente empresarial sostuvo que Pemex se mantiene como la “empresa bandera” del país, pero criticó que el gobierno del presidente Felipe Calderón esté empeñado en mantener una estrategia de exploración y explotación de crudo a fin de exportarlo, en lugar de apostar a su transformación y evitar así la dependencia del extranjero en gasolinas, petroquímicos y petrolíferos.
“No es nuevo el propósito de las autoridades federales de permitir la inversión privada en la paraestatal, pero debe recordarse que desde el nacimiento de la industria petrolera los empresarios hemos trabajado conjuntamente con Pemex, como proveedores, auxiliares y consumidores”, dijo.
Sin embargo, puntualizó que el Estado debe mantener la rectoría sobre la industria petrolera para que se obtengan mejores resultados para el país, mientras que la inversión extranjera debe ser “complementaria”, como en asesoría tecnológica, sin que estorbe la estrategia de crecimiento ni impida que el sector siga siendo “totalmente nacional”.
Insistió en que Pemex comenzó a tener problemas desde 1982 pero no sólo a raíz de la crisis petrolera sino también porque “cambiaron los parámetros del gobierno y comenzaron a sacarle recursos”.
Así que en los hechos “Petróleos Mexicanos lleva 25 años bajo un régimen de privatización paulatina y aún así no ha perdido importancia en la economía nacional”.
El dirigente empresarial advirtió que a nivel mundial existe un cambio de perspectiva sobre la explotación petrolera, como lo demuestran los recientes anuncios del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de mantener el control sobre yacimientos marinos que hasta hace unos años no pretendían explotar.
En el caso de México, refirió que la administración del presidente Felipe Calderón “tiene por estrategia incrementar las reservas probadas y exportar el petróleo crudo, cuando a la vista de muchos países la verdadera riqueza es transformarlo, algo que aquí el gobierno actual ya abandonó”.
Aseveró que la estrategia del gobierno contrasta con la visión de país y la conciencia nacional que tienen diversos sectores sociales y económicos, “incluidos la mayoría de los empresarios, aunque no necesariamente los organismos cupulares”, de darle valor agregado al petróleo por la potencialidad que tiene para el desarrollo de México.
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