Arturo Lino / El Sol de México
Es preciso analizar la creación de un mecanismo de mercado que modere la entrada de capital "golondrino" a México, ya que además de impulsar la revaluación del peso frente al dólar y con ello inhibir nuestra competitividad comercial internacional y el turismo, representa un peligro por la facilidad con que se retira.
Así lo considera un análisis de la empresa Somoza Finamex Inversiones que señala también que un vehículo para controlar su ingreso podría ser la reducción de la diferencia entre las tasas de interés mexicanas y las norteamericanas, lo que incluso alentaría el crecimiento económico.
El tema de la inflación, apunta, que sería un obstáculo para bajar la tasa, no es tan preocupante, puesto que, de acuerdo a las autoridades financieras, la inflación actual es coyuntural, no es provocada por exceso de demanda.
El reporte afirma que una de las razones más importantes por las que el peso se ha apreciado, es por la entrada de capitales financieros (capital "golondrino") que están aprovechando un claro arbitraje de tasas de interés.
Los capitales financieros se muevan hacia el país ya que la tasa, por ejemplo la de los bonos de 10 años, es de 7.50, en tanto que los treasury bills al mismo plazo, únicamente rinden 3.90; la diferencia es de 360 puntos base, que en un entorno de moneda fuerte, convierte a los bonos mexicanos muy atractivos.
Sostiene que la inversión extranjera es bienvenida, sin embargo, es importante distinguir entre la inversión "golondrina" -se le llama así porque con la misma facilidad con que llega, con esa misma se va-, de la inversión extranjera directa, que es la que traen las empresas que se quieren establecer en México o que ya tienen operaciones en nuestro territorio; y los fondos que nos envían se dedican a construir instalaciones productivas, a crear empleos, etcétera.
El análisis destaca que en el pasado este tipo de inversión sí ha causado daño a la economía, por ejemplo cuando salió masivamente del país durante la crisis financiera de 1994-1995. Al inicio de 1994, la inversión en títulos del gobierno por parte de extranjeros, sumaba 30 mil millones de dólares, mismos que ante los problemas políticos que surgieron en ese año como el levantamiento en Chiapas, los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y de Francisco Ruiz Massieu, fueron retirados. Una gran cantidad simplemente se cambió de pesos a dólares y otra parte importante se movió a los tesobonos que eran títulos en pesos, pero indicados al dólar.
Es preciso analizar la creación de un mecanismo de mercado que modere la entrada de capital "golondrino" a México, ya que además de impulsar la revaluación del peso frente al dólar y con ello inhibir nuestra competitividad comercial internacional y el turismo, representa un peligro por la facilidad con que se retira.
Así lo considera un análisis de la empresa Somoza Finamex Inversiones que señala también que un vehículo para controlar su ingreso podría ser la reducción de la diferencia entre las tasas de interés mexicanas y las norteamericanas, lo que incluso alentaría el crecimiento económico.
El tema de la inflación, apunta, que sería un obstáculo para bajar la tasa, no es tan preocupante, puesto que, de acuerdo a las autoridades financieras, la inflación actual es coyuntural, no es provocada por exceso de demanda.
El reporte afirma que una de las razones más importantes por las que el peso se ha apreciado, es por la entrada de capitales financieros (capital "golondrino") que están aprovechando un claro arbitraje de tasas de interés.
Los capitales financieros se muevan hacia el país ya que la tasa, por ejemplo la de los bonos de 10 años, es de 7.50, en tanto que los treasury bills al mismo plazo, únicamente rinden 3.90; la diferencia es de 360 puntos base, que en un entorno de moneda fuerte, convierte a los bonos mexicanos muy atractivos.
Sostiene que la inversión extranjera es bienvenida, sin embargo, es importante distinguir entre la inversión "golondrina" -se le llama así porque con la misma facilidad con que llega, con esa misma se va-, de la inversión extranjera directa, que es la que traen las empresas que se quieren establecer en México o que ya tienen operaciones en nuestro territorio; y los fondos que nos envían se dedican a construir instalaciones productivas, a crear empleos, etcétera.
El análisis destaca que en el pasado este tipo de inversión sí ha causado daño a la economía, por ejemplo cuando salió masivamente del país durante la crisis financiera de 1994-1995. Al inicio de 1994, la inversión en títulos del gobierno por parte de extranjeros, sumaba 30 mil millones de dólares, mismos que ante los problemas políticos que surgieron en ese año como el levantamiento en Chiapas, los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y de Francisco Ruiz Massieu, fueron retirados. Una gran cantidad simplemente se cambió de pesos a dólares y otra parte importante se movió a los tesobonos que eran títulos en pesos, pero indicados al dólar.
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