miércoles, 1 de agosto de 2012

EL ORO DE LA BANCA

Con todo y las crisis económicas globales, ser banquero en México ha sido un muy buen negocio, por lo menos en la última década.
Vea estas cifras y saque sus propias conclusiones:
1. En los últimos 10 años el negocio bancario creció 4.5 veces más que la economía. De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, entre 2000 y 2011 la tasa de crecimiento anual real del PIB bancario fue de 7.2% en promedio, mientras que la economía en su conjunto creció apenas 1.6%. En este periodo el producto bancario en términos reales más que se duplicó, pasando de menos de 200 mil millones de pesos en 2000 a más de 400 mil millones de pesos reales en 2011. Estos datos relativos revelan, entre otros, que existió y existe aún un gran potencial de mercado para la banca.
2. Lo anterior, entre otros factores, hace que la rentabilidad sobre el capital de los bancos en México sea muy atractiva. Ésta superó 20% entre 2005 y 2008, alcanzando niveles cercanos a 25% en 2006, y promediando alrededor de 15% para la última década. Un porcentaje elevado, según las comparaciones internacionales. Ayer el banco español BBVA reportó que su negocio en México (Bancomer) significó 57.3% de su utilidad neta global al primer semestre del año, mientras que para el mismo periodo el banco HSBC México reportó un incremento de 46% en su utilidad neta, ya descontando la provisión por la millonaria multa que le impuso la CNBV por su incumplimiento en su regulación para prevenir operaciones de lavado de dinero. En fin, que la banca en México es un negocio que está generando suculentas utilidades en momentos en que las tasas de interés son las más bajas históricamente.
3. Lo anterior se da a pesar de que la penetración del negocio bancario en la población y en el territorio nacional aún es insatisfactorio, como lo señala el IMCO en el análisis del sector financiero que presentó ayer. Junto a la mayor productividad y a las aún elevadas tarifas y comisiones que se aplican y que significan una parte sustancial de sus ingresos, la banca se beneficia de los amplios márgenes de intermediación que obtiene en los mercados minoristas y al consumo. Entre 40% y 50% de los ingresos totales por intereses provienen de los créditos al consumo, según reporta el análisis del IMCO, mientras que las tasas reales negativas que pagan por los crecientes depósitos al ahorro a través de diversos instrumentos de captación, impulsan sus ingresos financieros como lo describe el informe trimestral enero-junio 2012 que presentó ayer BBVA.
Estas atractivas cifras dan una idea de por qué ha crecido tan aceleradamente el número de bancos de capital local o foráneo en el país durante los últimos años y que, seguramente, seguirá creciendo con la llegada de nuevos banqueros, entre los que estarán muy pronto los brasileños.
Recuerdo hace no mucho tiempo a un importante empresario chileno, quien me confesaba sus ganas de entrar al mercado financiero local atraído por las altas tasas de rentabilidad que ofrece un sector que, con todo y que registra casi medio centenar de bancos autorizados para operar, tiene un alto grado de concentración y una menor competencia de lo que aparenta.
En fin, que México es una mina de oro para los banqueros.

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