Alejandro Durán / El Sol de México
El libre comercio no garantiza por sí mismo crecimiento productivo ni económico del país, pues así lo demuestra el saldo que han arrojado los 11 acuerdos comerciales que ha firmado México desde 1994, aseguró el sector industrial.
En este sentido, a propósito del interés del Ejecutivo Federal para que México firme un acuerdo de libre comercio con Brasil, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) instó a las autoridades mexicanas a poner en marcha una estrategia integral para impulsar la actividad productiva y colocarla en condición estratégica para competir con sus homólogos de otros países.
Así, Sergio Cervantes Rodiles, dirigente del organismo, no escatimó en sostener que la experiencia de los últimos quince años comprueba que la firma de mecanismos de asociación comercial y económica con cualquier cantidad de países, independientemente de su fortaleza, no garantizan crecimiento empresarial ni nacional, si no se establece previamente una política de fomento productivo.
"No obstante todo ese proceso, encaminado a elevar la competitividad, fortalecer la productividad, mejorar la calidad de los empleos, incrementar la calidad de los productos que se venden en nuestro territorio, entre otros factores, son objetivos que no hemos podido alcanzar, pero al mismo tiempo tampoco hemos diversificado nuestro comercio, y mantenemos nuestra dependencia de 80 por ciento con Estados Unidos", subrayó el empresario.
Al respecto cabe recordar que a partir de 1994 México ha firmado 11 tratados de libre comercio con 42 países, un acuerdo de asociación económica con Japón y seis acuerdos de complementación económica con el Mercosur, situación que lo coloca como uno de los países con más tratados y acuerdos firmados y por lo tanto el más abierto del mundo.
El presidente de la Canacintra afirmó que las metas planteadas en la apertura comercial acelerada y unilateral como la ha realizado México fueron neutralizadas por factores y circunstancias de índole diversa como la ausencia de incentivos para desarrollo tecnológico, altos costos de energéticos, falta de infraestructura, lo que ha ocasionado un rezago en la competitividad; así como la carencia de una política industrial.
El libre comercio no garantiza por sí mismo crecimiento productivo ni económico del país, pues así lo demuestra el saldo que han arrojado los 11 acuerdos comerciales que ha firmado México desde 1994, aseguró el sector industrial.
En este sentido, a propósito del interés del Ejecutivo Federal para que México firme un acuerdo de libre comercio con Brasil, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) instó a las autoridades mexicanas a poner en marcha una estrategia integral para impulsar la actividad productiva y colocarla en condición estratégica para competir con sus homólogos de otros países.
Así, Sergio Cervantes Rodiles, dirigente del organismo, no escatimó en sostener que la experiencia de los últimos quince años comprueba que la firma de mecanismos de asociación comercial y económica con cualquier cantidad de países, independientemente de su fortaleza, no garantizan crecimiento empresarial ni nacional, si no se establece previamente una política de fomento productivo.
"No obstante todo ese proceso, encaminado a elevar la competitividad, fortalecer la productividad, mejorar la calidad de los empleos, incrementar la calidad de los productos que se venden en nuestro territorio, entre otros factores, son objetivos que no hemos podido alcanzar, pero al mismo tiempo tampoco hemos diversificado nuestro comercio, y mantenemos nuestra dependencia de 80 por ciento con Estados Unidos", subrayó el empresario.
Al respecto cabe recordar que a partir de 1994 México ha firmado 11 tratados de libre comercio con 42 países, un acuerdo de asociación económica con Japón y seis acuerdos de complementación económica con el Mercosur, situación que lo coloca como uno de los países con más tratados y acuerdos firmados y por lo tanto el más abierto del mundo.
El presidente de la Canacintra afirmó que las metas planteadas en la apertura comercial acelerada y unilateral como la ha realizado México fueron neutralizadas por factores y circunstancias de índole diversa como la ausencia de incentivos para desarrollo tecnológico, altos costos de energéticos, falta de infraestructura, lo que ha ocasionado un rezago en la competitividad; así como la carencia de una política industrial.
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