El Observador / Samuel García
Vale la pena repetirlo. La confianza ciudadana se construye con hechos concretos, que generalmente se traducen en cifras. Y para eso están las estadísticas oficiales, para mostrar lo realizado.
Sin embargo, nuestro gobierno no parece ser amigo de las cifras y de la rendición clara de cuentas a través de ellas. Aquí cuestionamos la semana pasada la forma sospechosa con que se manejó la información de inversión extranjera directa en 2009. Pero la Secretaría de Economía no ha ofrecido a la fecha ninguna explicación al respecto, probablemente porque sus funcionarios están ocupados en asuntos de mayor importancia o, simplemente, porque esto de rendir cuentas no va con ellos.
Pero no es el único caso que ilustra el aparente desprecio gubernamental para rendir cuentas precisas a través de la estadística. El pasado martes la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un informe (Economic Policy Reforms: Going for Growth) que evalúa primordialmente cómo las economías de los países miembros de la organización respondieron frente a la crisis global y si están efectivamente sentando bases para un crecimiento económico de largo plazo.
En el citado informe las cifras sobre la respuesta cuantitativa del gobierno mexicano frente a la crisis son prácticamente inexistentes, presuntamente porque los funcionarios no enviaron información al respecto.
Ese mismo día José Miguel Moreno publicó una nota al respecto en elsemanario.com.mx que analiza el asunto: “El informe de la OCDE publicado hoy afirma que “casi todos los países han aumentado la inversión en infraestructura en el contexto de la crisis. En ese sentido, la inversión en infraestructura de todos los países de la OCDE, que promedió 3.1% del PIB entre 2000 y 2007, y que fue de 3.2% en el 2008, repuntó a 3.4% en el 2009.
“Los países que más esfuerzo en infraestructura hicieron como porcentaje del PIB, entre 2008 y 2009 fueron Portugal, Corea y el Reino Unido junto con Canadá (…) Desgraciadamente México, a pesar de ser de la OCDE, no reportó al organismo sus números respecto a su inversión pública en infraestructura, por lo que en la tabla de la OCDE sus columnas aparecen en blanco, sin poder hacerse una comparación con el resto de los países. Lo único que tiene disponible la OCDE, respecto a la información de México, es los sectores en los que el país invirtió en infraestructura en el 2009. Y de él se puede decir que su esfuerzo fue bastante magro, y sobre todo, mal distribuido. Excluyendo a Irlanda e Islandia, que realizaron recortes generalizados en el gasto en infraestructura por el fuerte esfuerzo que hicieron en el 2008 y en un intento de sanear sus cuentas públicas, y a Hungría, que no hizo ninguna inversión en infraestructura (no en vano, su PIB se desplomó un 6.2%, el segundo peor de la OCDE), México fue el país que invirtió en menos sectores junto con la República Checa: sólo gastó en transporte, (…) básicamente en infraestructura carretera.”
En la nota, Moreno pregunta: “La contracción del PIB de México, de 6.5% en 2009, fue la más pronunciada entre los países de la OCDE. ¿No habría mitigado esa caída un mayor esfuerzo en infraestructura el año pasado?”.
Y yo pregunto: ¿dónde está la información? Acaso la nueva política es ¿ocultarla?.
Vale la pena repetirlo. La confianza ciudadana se construye con hechos concretos, que generalmente se traducen en cifras. Y para eso están las estadísticas oficiales, para mostrar lo realizado.
Sin embargo, nuestro gobierno no parece ser amigo de las cifras y de la rendición clara de cuentas a través de ellas. Aquí cuestionamos la semana pasada la forma sospechosa con que se manejó la información de inversión extranjera directa en 2009. Pero la Secretaría de Economía no ha ofrecido a la fecha ninguna explicación al respecto, probablemente porque sus funcionarios están ocupados en asuntos de mayor importancia o, simplemente, porque esto de rendir cuentas no va con ellos.
Pero no es el único caso que ilustra el aparente desprecio gubernamental para rendir cuentas precisas a través de la estadística. El pasado martes la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un informe (Economic Policy Reforms: Going for Growth) que evalúa primordialmente cómo las economías de los países miembros de la organización respondieron frente a la crisis global y si están efectivamente sentando bases para un crecimiento económico de largo plazo.
En el citado informe las cifras sobre la respuesta cuantitativa del gobierno mexicano frente a la crisis son prácticamente inexistentes, presuntamente porque los funcionarios no enviaron información al respecto.
Ese mismo día José Miguel Moreno publicó una nota al respecto en elsemanario.com.mx que analiza el asunto: “El informe de la OCDE publicado hoy afirma que “casi todos los países han aumentado la inversión en infraestructura en el contexto de la crisis. En ese sentido, la inversión en infraestructura de todos los países de la OCDE, que promedió 3.1% del PIB entre 2000 y 2007, y que fue de 3.2% en el 2008, repuntó a 3.4% en el 2009.
“Los países que más esfuerzo en infraestructura hicieron como porcentaje del PIB, entre 2008 y 2009 fueron Portugal, Corea y el Reino Unido junto con Canadá (…) Desgraciadamente México, a pesar de ser de la OCDE, no reportó al organismo sus números respecto a su inversión pública en infraestructura, por lo que en la tabla de la OCDE sus columnas aparecen en blanco, sin poder hacerse una comparación con el resto de los países. Lo único que tiene disponible la OCDE, respecto a la información de México, es los sectores en los que el país invirtió en infraestructura en el 2009. Y de él se puede decir que su esfuerzo fue bastante magro, y sobre todo, mal distribuido. Excluyendo a Irlanda e Islandia, que realizaron recortes generalizados en el gasto en infraestructura por el fuerte esfuerzo que hicieron en el 2008 y en un intento de sanear sus cuentas públicas, y a Hungría, que no hizo ninguna inversión en infraestructura (no en vano, su PIB se desplomó un 6.2%, el segundo peor de la OCDE), México fue el país que invirtió en menos sectores junto con la República Checa: sólo gastó en transporte, (…) básicamente en infraestructura carretera.”
En la nota, Moreno pregunta: “La contracción del PIB de México, de 6.5% en 2009, fue la más pronunciada entre los países de la OCDE. ¿No habría mitigado esa caída un mayor esfuerzo en infraestructura el año pasado?”.
Y yo pregunto: ¿dónde está la información? Acaso la nueva política es ¿ocultarla?.
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