JOAQUÍN ESTEFANÍA - EL PAÍS
La crisis dejará en España más huellas que en ningún otro país, con la única excepción de Irlanda
En 2009 llegaron a las arcas del Estado 65.000 millones de ingresos públicos menos que en 2007
La Comisión Europea ha evaluado los programas de estabilidad de 14 países de la eurozona, entre ellos el de España. La mayor parte de ellos fueron considerados voluntaristas. En el caso de nuestro país, la Comisión entiende que el escenario previsto por el Gobierno parece basado en unas previsiones de crecimiento ligeramente optimistas para 2010 (-0,3%) y "marcadamente optimistas para los años siguientes" (1,8% en 2011; 2,9% en 2012; y 3,1% en 2013).
El consenso de los diversos servicios de estudios privados coincide en ese voluntarismo; todos pronostican que la recuperación del PIB podría iniciarse este ejercicio pero que es muy difícil que el ritmo de crecimiento pueda llegar al 3% en los próximos tres o cuatro años. Y ese porcentaje, el 3%, es el que deslinda el estancamiento del mercado de trabajo de la creación neta de empleo.
Así pues, más allá de la discusión sobre el tiempo de duración de la recesión (siete u ocho trimestres seguidos de contracción del PIB), lo significativo es analizar las secuelas que la crisis va a dejar a medio plazo en la sociedad española. Secuelas que la acción del Gobierno, en el mejor de los casos, sólo habrá podido paliar. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) acaba de publicar un estudio en el que indica que esta crisis dejará en España más huellas que en ningún otro país, con la única excepción de la hasta hace poco halagada Irlanda.
Según la OCDE, la recesión acabará barriendo 10,6 puntos del PIB potencial, entendido éste como el nivel de producción máximo que puede alcanzar la economía con el trabajo, el capital y la tecnología existente, sin provocar inflación. Irlanda perderá 11,8 puntos, pero la media de la OCDE será sólo de tres puntos de PIB potencial, y países en los que la crisis se ha cebado, como EE UU, Reino Unido o Francia, estarán por debajo de la media en pérdida de PIB potencial.
¿Por qué España va a sufrir más que los demás?: por el gigantesco aumento del paro, que resta a nuestro país más de ocho puntos de su PIB potencial. El trabajo de la OCDE concluye anunciando que "los niveles de crecimiento previos a la crisis no volverán a corto plazo".
Las huellas de la recesión también se manifiestan en la vida cotidiana de la gente. El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de hacer públicos los datos provisionales de la Encuesta de Condiciones de Vida, correspondientes a 2009. Tres tendencias destacan por encima de las demás: primero, que casi el 19% de los hogares (1,5 puntos más que un año antes y el porcentaje más elevado en los últimos seis años) manifiesta llegar a fin de mes con mucha dificultad; segundo, que uno de cada tres hogares (5,8 puntos más en 2008) no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; y tercero, que casi el 20% de la población residente en España está por debajo del umbral de pobreza relativa, medida ésta sin considerar la posesión de vivienda.
Para hacer frente a estas disfunciones, el Gobierno ha utilizado el dinero público hasta el punto de haber superado un 11% de déficit durante el año pasado. Pero la capacidad compensatoria del Estado ha llegado al límite, no sólo por la gran cuantía del déficit público en sí misma (que limita la capacidad de gasto más allá de los estabilizadores automáticos), sino por la espectacular bajada de los ingresos: en sólo dos años, el peso de éstos en el PIB ha pasado del 41,1% al 34,6%; ningún país de la UE ha sufrido tal merma en la recaudación.
Por debajo de España en ingresos públicos (en porcentaje del PIB) sólo se encuentran países como Lituania, Letonia, Irlanda o Eslovaquia. Para hacer una analogía con los países nórdicos, tantas veces citados, Suecia tiene un porcentaje de ingresos públicos del 54,9% del PIB; Dinamarca, del 53,3% y Finlandia, del 53,1%.
O por poner en equivalencia este retroceso de los ingresos públicos en España, en 2009 llegaron a las arcas del Estado 65.000 millones de euros menos que en 2007. Durante el año pasado se destinaron 31.000 millones de euros para el seguro de desempleo, o 21.000 millones de euros para pagar la deuda pública. Éste es el estado de la cuestión.
La crisis dejará en España más huellas que en ningún otro país, con la única excepción de Irlanda
En 2009 llegaron a las arcas del Estado 65.000 millones de ingresos públicos menos que en 2007
La Comisión Europea ha evaluado los programas de estabilidad de 14 países de la eurozona, entre ellos el de España. La mayor parte de ellos fueron considerados voluntaristas. En el caso de nuestro país, la Comisión entiende que el escenario previsto por el Gobierno parece basado en unas previsiones de crecimiento ligeramente optimistas para 2010 (-0,3%) y "marcadamente optimistas para los años siguientes" (1,8% en 2011; 2,9% en 2012; y 3,1% en 2013).
El consenso de los diversos servicios de estudios privados coincide en ese voluntarismo; todos pronostican que la recuperación del PIB podría iniciarse este ejercicio pero que es muy difícil que el ritmo de crecimiento pueda llegar al 3% en los próximos tres o cuatro años. Y ese porcentaje, el 3%, es el que deslinda el estancamiento del mercado de trabajo de la creación neta de empleo.
Así pues, más allá de la discusión sobre el tiempo de duración de la recesión (siete u ocho trimestres seguidos de contracción del PIB), lo significativo es analizar las secuelas que la crisis va a dejar a medio plazo en la sociedad española. Secuelas que la acción del Gobierno, en el mejor de los casos, sólo habrá podido paliar. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) acaba de publicar un estudio en el que indica que esta crisis dejará en España más huellas que en ningún otro país, con la única excepción de la hasta hace poco halagada Irlanda.
Según la OCDE, la recesión acabará barriendo 10,6 puntos del PIB potencial, entendido éste como el nivel de producción máximo que puede alcanzar la economía con el trabajo, el capital y la tecnología existente, sin provocar inflación. Irlanda perderá 11,8 puntos, pero la media de la OCDE será sólo de tres puntos de PIB potencial, y países en los que la crisis se ha cebado, como EE UU, Reino Unido o Francia, estarán por debajo de la media en pérdida de PIB potencial.
¿Por qué España va a sufrir más que los demás?: por el gigantesco aumento del paro, que resta a nuestro país más de ocho puntos de su PIB potencial. El trabajo de la OCDE concluye anunciando que "los niveles de crecimiento previos a la crisis no volverán a corto plazo".
Las huellas de la recesión también se manifiestan en la vida cotidiana de la gente. El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de hacer públicos los datos provisionales de la Encuesta de Condiciones de Vida, correspondientes a 2009. Tres tendencias destacan por encima de las demás: primero, que casi el 19% de los hogares (1,5 puntos más que un año antes y el porcentaje más elevado en los últimos seis años) manifiesta llegar a fin de mes con mucha dificultad; segundo, que uno de cada tres hogares (5,8 puntos más en 2008) no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; y tercero, que casi el 20% de la población residente en España está por debajo del umbral de pobreza relativa, medida ésta sin considerar la posesión de vivienda.
Para hacer frente a estas disfunciones, el Gobierno ha utilizado el dinero público hasta el punto de haber superado un 11% de déficit durante el año pasado. Pero la capacidad compensatoria del Estado ha llegado al límite, no sólo por la gran cuantía del déficit público en sí misma (que limita la capacidad de gasto más allá de los estabilizadores automáticos), sino por la espectacular bajada de los ingresos: en sólo dos años, el peso de éstos en el PIB ha pasado del 41,1% al 34,6%; ningún país de la UE ha sufrido tal merma en la recaudación.
Por debajo de España en ingresos públicos (en porcentaje del PIB) sólo se encuentran países como Lituania, Letonia, Irlanda o Eslovaquia. Para hacer una analogía con los países nórdicos, tantas veces citados, Suecia tiene un porcentaje de ingresos públicos del 54,9% del PIB; Dinamarca, del 53,3% y Finlandia, del 53,1%.
O por poner en equivalencia este retroceso de los ingresos públicos en España, en 2009 llegaron a las arcas del Estado 65.000 millones de euros menos que en 2007. Durante el año pasado se destinaron 31.000 millones de euros para el seguro de desempleo, o 21.000 millones de euros para pagar la deuda pública. Éste es el estado de la cuestión.
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