Aunque el carburante era atractivo, su declive preocupa pues si crece su consumo se deberá importar cada vez más
Noé Cruz Serrano / El Universal
Falta de inversiones, desinterés porque los márgenes de utilidad en el gas son menores a los del crudo y una deficiente estrategia energética, están empezando a cobrar la factura a Petróleos Mexicanos (Pemex), porque se avizora en breve una caída en la producción en los próximos años.
La declinación de la extracción de gas es ya un hecho, luego de que hasta octubre de 2009 había mostrado repuntes históricos, lo que empieza a mermar la capacidad de Pemex para atender el mercado interno con el consecuente riesgo de retomar niveles altos de importación del combustible.
Las perspectivas de producción del hombre encargado de buscar y extraer hidrocarburos del subsuelo, en mar y tierra, Carlos Morales Gil, director de Pemex Exploración y Producción (PEP), revelan que hacia finales de la presente administración la empresa paraestatal estará produciendo en promedio 6 mil 250 millones de pies cúbicos diarios, mil 109 millones menos que el máximo nivel alcanzado en el mes de diciembre de 2008.
Un volumen de gas que dejó de producirse equivalente al consumo de toda la industria del país (824 millones de pies cúbicos) más lo que distribuyen los 22 permisionarios a casi 3 millones de usuarios domésticos (375 millones de pies cúbicos).
A diferencia de lo que ha ocurrido con la extracción de petróleo crudo, que viene cayendo desde 2004, el gas mostraba una fortaleza que lo llevó a alcanzar niveles de producción por encima de los 7 mil millones de pies cúbicos por día, lo que convirtió a México en un mercado potencial para los inversionistas que tienen la mira puesta en la construcción de plantas de generación de electricidad y de cogeneración que operan a base del uso intensivo de gas, así como de distribuidores que lo entregan en domicilios particulares.
No en balde, Ángel Larraga Palacios, el director de Gas Natural México, aseguró que uno de los atractivos del país es la disponibilidad del energético y el hecho de que “todavía no está desarrollado el mercado para consumir lo que como nación tenemos y producimos”.
Los números les daban la razón hasta el año pasado: excluyendo el nitrógeno que se inyecta a campos para aumentar la presión, la producción aumentó de 4 mil 573 millones de pies cúbicos por día en 2004 a 6 mil 604 millones en 2009, lo que representa un incremento de 44.4% en tan sólo seis años.
Parte del éxito es atribuible, según el director de Pemex Exploración y Producción (PEP), Carlos Morales Gil, a los Contratos de Servicios Múltiples que se usan desde el año 2004 para la explotación de una extensa superficie que abarca los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León.
Con la adjudicación de áreas para ser desarrolladas por inversión de terceros en los bloques Reynosa-Monterrey, Misión, Cuervito, Fronterizo, Olmos, Pandura-Anáhuac, Pirineo, Nejo y Monclova se logró que este activo aumentara su producción de mil 94 millones de pies cúbicos en 2004 a mil 599 millones en el mes de enero de 2010, aunado a otras áreas productoras importantes como Veracruz, Samaria-Luna y el litoral de Tabasco que en conjunto han incrementado su producción de mil 161 millones de pies cúbicos diarios a 2 mil 105 millones durante el mismo periodo.
Por eso, explicó Larraga Palacios, “el mercado mexicano es muy atractivo para nosotros y para cualquiera que desee desarrollar el mercado de gas, porque falta mucho por desarrollar y las oportunidades de negocio están latentes”.
Sin embargo, hoy las expectativas no son nada halagüeñas, sobre todo porque los yacimientos de donde se espera obtener mayor producción para sustituir la declinación de los campos como son Chicontepec y el primer pozo descubierto en aguas profundas del golfo de México, Lakach, parece que no alcanzarán los niveles de extracción del energético que se habían previsto originalmente.
Información proporcionada por la subdirección Regional Norte y la Gerencia de Planeación y Evaluación de (PEP) revela que la extracción de gas en Chicontepec (que se extiende en los estados de Puebla y Veracruz) promediará que se obtengan 149.3 millones de pies cúbicos por día entre 2010 y 2020. En julio de 2008, cuando se presentó el proyecto para asignaciones presupuestales por parte de la dirección de PEP, se aseguró que estaría produciendo en promedio 811 millones de pies cúbicos diarios en ese mismo periodo y para agosto de 2009 se redujeron todavía más las expectativas a un nivel máximo de 727 millones en 2026.
En el caso de Lakach, Pemex asegura que la primera producción se obtendrá en 2014, estimada en 23 millones de pies cúbicos diarios hasta alcanzar el máximo nivel de producción en 2016 con 400 millones de pies cúbicos, año a partir del cual empezará su declinación natural y se espera que para 2024 se agote en este campo el recurso. Más aún, en materia de seguridad energética la responsable de la planificación del sector, Georgina Kessel Martínez, olvidó incluir en la reciente Estrategia Nacional de Energía las metas relacionadas con la producción de gas y sólo incluyó el objetivo de “incrementar el aprovechamiento de gas natural a 99.4%, en línea con los actuales estándares internacionales”.
Todavía hasta diciembre del año pasado, entre los objetivos y metas planteadas por Pemex estaba “mantener la producción de gas en el rango de 5.7 y 7 mil millones de pies cúbicos diarios en promedio anual entre 2010 y 2024”.
Jaime Williams, presidente de la Comisión de Energía de Concamin, consideró al respecto que el incremento de la producción de gas natural y la autosuficiencia del suministro del hidrocarburo en México sólo será posible con inversión privada.
El empresario aseguró que “a pesar de contar con el recurso, México tiene que importar una cantidad equivalente a 20% de su producción para abastecer la demanda interna”.
“Esto encarece el hidrocarburo y coloca al país en una situación vulnerable, ya que lo hace dependiente de las condiciones y precios de venta que imponen productores extranjeros”, alertó. Señaló que la iniciativa privada ha mostrado en repetidas ocasiones su interés en participar en la extracción y producción de gas natural, lo que mejoraría las condiciones de oferta para el mercado nacional.
Williams alertó sobre las perspectivas de la Sener, en el sentido de que el consumo interno de gas natural experimentará un crecimiento promedio anual de 3.0%, alcanzando 9 mil 374 millones de pies cúbicos diarios en 2017. De esta manera, si la producción se mantiene en 6 mil millones de pies cúbicos diarios (cifra similar a la producida en enero de este 2010), dentro de siete años se tendrá que importar más del doble del gas que se adquiere actualmente. Los mexicanos no podemos permitir que se importe gas natural si podemos extraer el que se tiene en el subsuelo o recuperar el que escapa a la atmósfera.
El presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda, aseguró que una alternativa es recuperar y reducir los volúmenes de gas que se envían al medio ambiente, por deficiencias como la insuficiente proyección del ciclo de vida de los yacimientos; falta de planificación sobre el aprovechamiento del hidrocarburo en los mercados; obsolescencia en instalaciones; falta de especificaciones en los equipos así como pronósticos y programas reales que se realizan sin autorización; o la ausencia de instructivos, manuales, capacitación, responsables de reportes, bitácoras y auditorías.
Dijo que en entre 2008 y 2009 se quemó un volumen de gas equivalente a dos años de consumo de la industria nacional, por lo que es necesario establecer un “límite” a Pemex para que se puedan alcanzar tasas de quema de gas y venteo respecto al total de gas asociado producido de 2.7% a partir de este año y llegar a 0.6% en 2024, porque esto permitiría darle utilidad en el futuro a este hidrocarburo, aunque el país seguirá dependiendo de nuevos hallazgos que permitan alejar el fantasma de las importaciones.
Indicó que si bien la incorporación del gas natural licuado que llega y llegará a las terminales de regasificación de Altamira y Manzanillo podrán ayudar a aliviar la caída de la producción.
Noé Cruz Serrano / El Universal
Falta de inversiones, desinterés porque los márgenes de utilidad en el gas son menores a los del crudo y una deficiente estrategia energética, están empezando a cobrar la factura a Petróleos Mexicanos (Pemex), porque se avizora en breve una caída en la producción en los próximos años.
La declinación de la extracción de gas es ya un hecho, luego de que hasta octubre de 2009 había mostrado repuntes históricos, lo que empieza a mermar la capacidad de Pemex para atender el mercado interno con el consecuente riesgo de retomar niveles altos de importación del combustible.
Las perspectivas de producción del hombre encargado de buscar y extraer hidrocarburos del subsuelo, en mar y tierra, Carlos Morales Gil, director de Pemex Exploración y Producción (PEP), revelan que hacia finales de la presente administración la empresa paraestatal estará produciendo en promedio 6 mil 250 millones de pies cúbicos diarios, mil 109 millones menos que el máximo nivel alcanzado en el mes de diciembre de 2008.
Un volumen de gas que dejó de producirse equivalente al consumo de toda la industria del país (824 millones de pies cúbicos) más lo que distribuyen los 22 permisionarios a casi 3 millones de usuarios domésticos (375 millones de pies cúbicos).
A diferencia de lo que ha ocurrido con la extracción de petróleo crudo, que viene cayendo desde 2004, el gas mostraba una fortaleza que lo llevó a alcanzar niveles de producción por encima de los 7 mil millones de pies cúbicos por día, lo que convirtió a México en un mercado potencial para los inversionistas que tienen la mira puesta en la construcción de plantas de generación de electricidad y de cogeneración que operan a base del uso intensivo de gas, así como de distribuidores que lo entregan en domicilios particulares.
No en balde, Ángel Larraga Palacios, el director de Gas Natural México, aseguró que uno de los atractivos del país es la disponibilidad del energético y el hecho de que “todavía no está desarrollado el mercado para consumir lo que como nación tenemos y producimos”.
Los números les daban la razón hasta el año pasado: excluyendo el nitrógeno que se inyecta a campos para aumentar la presión, la producción aumentó de 4 mil 573 millones de pies cúbicos por día en 2004 a 6 mil 604 millones en 2009, lo que representa un incremento de 44.4% en tan sólo seis años.
Parte del éxito es atribuible, según el director de Pemex Exploración y Producción (PEP), Carlos Morales Gil, a los Contratos de Servicios Múltiples que se usan desde el año 2004 para la explotación de una extensa superficie que abarca los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León.
Con la adjudicación de áreas para ser desarrolladas por inversión de terceros en los bloques Reynosa-Monterrey, Misión, Cuervito, Fronterizo, Olmos, Pandura-Anáhuac, Pirineo, Nejo y Monclova se logró que este activo aumentara su producción de mil 94 millones de pies cúbicos en 2004 a mil 599 millones en el mes de enero de 2010, aunado a otras áreas productoras importantes como Veracruz, Samaria-Luna y el litoral de Tabasco que en conjunto han incrementado su producción de mil 161 millones de pies cúbicos diarios a 2 mil 105 millones durante el mismo periodo.
Por eso, explicó Larraga Palacios, “el mercado mexicano es muy atractivo para nosotros y para cualquiera que desee desarrollar el mercado de gas, porque falta mucho por desarrollar y las oportunidades de negocio están latentes”.
Sin embargo, hoy las expectativas no son nada halagüeñas, sobre todo porque los yacimientos de donde se espera obtener mayor producción para sustituir la declinación de los campos como son Chicontepec y el primer pozo descubierto en aguas profundas del golfo de México, Lakach, parece que no alcanzarán los niveles de extracción del energético que se habían previsto originalmente.
Información proporcionada por la subdirección Regional Norte y la Gerencia de Planeación y Evaluación de (PEP) revela que la extracción de gas en Chicontepec (que se extiende en los estados de Puebla y Veracruz) promediará que se obtengan 149.3 millones de pies cúbicos por día entre 2010 y 2020. En julio de 2008, cuando se presentó el proyecto para asignaciones presupuestales por parte de la dirección de PEP, se aseguró que estaría produciendo en promedio 811 millones de pies cúbicos diarios en ese mismo periodo y para agosto de 2009 se redujeron todavía más las expectativas a un nivel máximo de 727 millones en 2026.
En el caso de Lakach, Pemex asegura que la primera producción se obtendrá en 2014, estimada en 23 millones de pies cúbicos diarios hasta alcanzar el máximo nivel de producción en 2016 con 400 millones de pies cúbicos, año a partir del cual empezará su declinación natural y se espera que para 2024 se agote en este campo el recurso. Más aún, en materia de seguridad energética la responsable de la planificación del sector, Georgina Kessel Martínez, olvidó incluir en la reciente Estrategia Nacional de Energía las metas relacionadas con la producción de gas y sólo incluyó el objetivo de “incrementar el aprovechamiento de gas natural a 99.4%, en línea con los actuales estándares internacionales”.
Todavía hasta diciembre del año pasado, entre los objetivos y metas planteadas por Pemex estaba “mantener la producción de gas en el rango de 5.7 y 7 mil millones de pies cúbicos diarios en promedio anual entre 2010 y 2024”.
Jaime Williams, presidente de la Comisión de Energía de Concamin, consideró al respecto que el incremento de la producción de gas natural y la autosuficiencia del suministro del hidrocarburo en México sólo será posible con inversión privada.
El empresario aseguró que “a pesar de contar con el recurso, México tiene que importar una cantidad equivalente a 20% de su producción para abastecer la demanda interna”.
“Esto encarece el hidrocarburo y coloca al país en una situación vulnerable, ya que lo hace dependiente de las condiciones y precios de venta que imponen productores extranjeros”, alertó. Señaló que la iniciativa privada ha mostrado en repetidas ocasiones su interés en participar en la extracción y producción de gas natural, lo que mejoraría las condiciones de oferta para el mercado nacional.
Williams alertó sobre las perspectivas de la Sener, en el sentido de que el consumo interno de gas natural experimentará un crecimiento promedio anual de 3.0%, alcanzando 9 mil 374 millones de pies cúbicos diarios en 2017. De esta manera, si la producción se mantiene en 6 mil millones de pies cúbicos diarios (cifra similar a la producida en enero de este 2010), dentro de siete años se tendrá que importar más del doble del gas que se adquiere actualmente. Los mexicanos no podemos permitir que se importe gas natural si podemos extraer el que se tiene en el subsuelo o recuperar el que escapa a la atmósfera.
El presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda, aseguró que una alternativa es recuperar y reducir los volúmenes de gas que se envían al medio ambiente, por deficiencias como la insuficiente proyección del ciclo de vida de los yacimientos; falta de planificación sobre el aprovechamiento del hidrocarburo en los mercados; obsolescencia en instalaciones; falta de especificaciones en los equipos así como pronósticos y programas reales que se realizan sin autorización; o la ausencia de instructivos, manuales, capacitación, responsables de reportes, bitácoras y auditorías.
Dijo que en entre 2008 y 2009 se quemó un volumen de gas equivalente a dos años de consumo de la industria nacional, por lo que es necesario establecer un “límite” a Pemex para que se puedan alcanzar tasas de quema de gas y venteo respecto al total de gas asociado producido de 2.7% a partir de este año y llegar a 0.6% en 2024, porque esto permitiría darle utilidad en el futuro a este hidrocarburo, aunque el país seguirá dependiendo de nuevos hallazgos que permitan alejar el fantasma de las importaciones.
Indicó que si bien la incorporación del gas natural licuado que llega y llegará a las terminales de regasificación de Altamira y Manzanillo podrán ayudar a aliviar la caída de la producción.
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