La llamada Cumbre de la Unidad reúne mañana al Grupo de Río y la Cumbre Latinoamericana.
Un complejo de hoteles junto al mar, situado a pocos kilómetros de Cancún, reunirá entre el lunes y el martes a los gobernantes de América Latina y el Caribe para crear una nueva instancia regional, discutir sobre Honduras e impulsar la reconstrucción de Haití.
México, el país anfitrión, bautizó el encuentro como la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, y metió bajo la misma sombrilla la cumbre de los 24 países del Grupo de Río y la II Cumbre de América Latina y el Caribe, que podrían fusionarse.
A la cita fueron convocadas 32 naciones, todas menos Honduras, porque todavía no hay consenso frente al gobierno de Porfirio Lobo y su reinserción internacional, después del golpe que derrocó el 28 de junio al presidente Manuel Zelaya y las elecciones que ganó Lobo en noviembre.
Entre los que confirmaron su presencia en la Riviera Maya están el presidente de Haití, René Preval; el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el boliviano Evo Morales, que harán sus primeras visitas a México, así como el brasileño Luiz Inacio Lula de Silva, el ecuatoriano Rafael Correa y la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
También viajarán los presidentes de Chile, de Costa Rica y de Uruguay, Michelle Bachelet, Óscar Arias y Tabaré Vázquez, respectivamente. Será su despedida, ya que están próximos a entregar el poder a sus respectivos sucesores, Sebastián Piñera, Laura Chinchilla -quienes también irán a Cancún- y José Mujica.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, todavía no ha confirmado su asistencia, mientras que Lula se reunirá el martes, después de la clausura, con el presidente de México, Felipe Calderón, en visita oficial.
Además de la creación del nuevo bloque regional, que sería una especie de Organización de Estados Americanos (OEA) pero sin Estados Unidos ni Canadá y menos burocrática, la presencia de Preval será relevante para acordar cómo ayudar a Haití después del terremoto que causó más de 210 mil muertos y dejó 1.2 millones de personas sin hogar el 12 de enero.
Habrá también otros asuntos. La crisis económica, un encuentro entre Correa y el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para terminar de normalizar sus relaciones, y el disgusto de Argentina por la decisión de Gran Bretaña de buscar petróleo en la zona de las Islas Malvinas, un territorio bajo dominio británico que Argentina reclama como propio y que suscitó una guerra entre las dos naciones en 1982.
Antes del inicio de las reuniones, Calderón ofrecerá la noche del domingo una cena informal a los jefes de Estado y de Gobierno que hayan llegado.
Ahí estarán por lo pronto los caribeños, convocados para ese día a una cumbre de México y la Comunidad del Caribe (Caricom). El domingo, Morales y probablemente el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, tendrán actividades propias en la ciudad de México.
Morales será declarado huésped ilustre por el gobierno de la ciudad de México y participará en un acto público con organizaciones simpatizantes, mientras que Lugo podría visitar en el hospital al futbolista paraguayo Salvador Cabañas, del club América, que se recupera de un disparo de bala que recibió en la cabeza en un bar.
El gobierno de Lula y presidentes como Correa y el propio Chávez señalaron que será una cumbre de gran relevancia, en particular por el objetivo de crear un mecanismo propio que represente a toda la región.
Es "un ejercicio de gran trascendencia, (que) pretende poner en una sola sintonía, sistematizar una agenda de trabajo para la región en su conjunto por primera vez", dijo la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa.
Este sábado, los ministros de Relaciones Exteriores se reunirán para preparar los documentos que someterán a la firma de los líderes.
Fuente: La Jornada
Un complejo de hoteles junto al mar, situado a pocos kilómetros de Cancún, reunirá entre el lunes y el martes a los gobernantes de América Latina y el Caribe para crear una nueva instancia regional, discutir sobre Honduras e impulsar la reconstrucción de Haití.
México, el país anfitrión, bautizó el encuentro como la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, y metió bajo la misma sombrilla la cumbre de los 24 países del Grupo de Río y la II Cumbre de América Latina y el Caribe, que podrían fusionarse.
A la cita fueron convocadas 32 naciones, todas menos Honduras, porque todavía no hay consenso frente al gobierno de Porfirio Lobo y su reinserción internacional, después del golpe que derrocó el 28 de junio al presidente Manuel Zelaya y las elecciones que ganó Lobo en noviembre.
Entre los que confirmaron su presencia en la Riviera Maya están el presidente de Haití, René Preval; el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el boliviano Evo Morales, que harán sus primeras visitas a México, así como el brasileño Luiz Inacio Lula de Silva, el ecuatoriano Rafael Correa y la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
También viajarán los presidentes de Chile, de Costa Rica y de Uruguay, Michelle Bachelet, Óscar Arias y Tabaré Vázquez, respectivamente. Será su despedida, ya que están próximos a entregar el poder a sus respectivos sucesores, Sebastián Piñera, Laura Chinchilla -quienes también irán a Cancún- y José Mujica.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, todavía no ha confirmado su asistencia, mientras que Lula se reunirá el martes, después de la clausura, con el presidente de México, Felipe Calderón, en visita oficial.
Además de la creación del nuevo bloque regional, que sería una especie de Organización de Estados Americanos (OEA) pero sin Estados Unidos ni Canadá y menos burocrática, la presencia de Preval será relevante para acordar cómo ayudar a Haití después del terremoto que causó más de 210 mil muertos y dejó 1.2 millones de personas sin hogar el 12 de enero.
Habrá también otros asuntos. La crisis económica, un encuentro entre Correa y el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para terminar de normalizar sus relaciones, y el disgusto de Argentina por la decisión de Gran Bretaña de buscar petróleo en la zona de las Islas Malvinas, un territorio bajo dominio británico que Argentina reclama como propio y que suscitó una guerra entre las dos naciones en 1982.
Antes del inicio de las reuniones, Calderón ofrecerá la noche del domingo una cena informal a los jefes de Estado y de Gobierno que hayan llegado.
Ahí estarán por lo pronto los caribeños, convocados para ese día a una cumbre de México y la Comunidad del Caribe (Caricom). El domingo, Morales y probablemente el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, tendrán actividades propias en la ciudad de México.
Morales será declarado huésped ilustre por el gobierno de la ciudad de México y participará en un acto público con organizaciones simpatizantes, mientras que Lugo podría visitar en el hospital al futbolista paraguayo Salvador Cabañas, del club América, que se recupera de un disparo de bala que recibió en la cabeza en un bar.
El gobierno de Lula y presidentes como Correa y el propio Chávez señalaron que será una cumbre de gran relevancia, en particular por el objetivo de crear un mecanismo propio que represente a toda la región.
Es "un ejercicio de gran trascendencia, (que) pretende poner en una sola sintonía, sistematizar una agenda de trabajo para la región en su conjunto por primera vez", dijo la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa.
Este sábado, los ministros de Relaciones Exteriores se reunirán para preparar los documentos que someterán a la firma de los líderes.
Fuente: La Jornada
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