El PRI y Zedillo modificaron la ley para que así fuera, dijo
Roberto González Amador / Periódico La Jornada
Beneficiario de la privatización y posterior extranjerización de la banca, el empresario Roberto Hernández Ramírez defendió este miércoles el proceso que llevó a que el sistema de pagos del país esté hoy mayoritariamente en poder de inversionistas extranjeros.
“¿Por qué no tener extranjeros (en la banca) si todos los sectores están globalizados en la economía?”, planteó Hernández Ramírez, presidente del consejo de administración de Banamex, el segundo banco del país y filial del estadunidense Citi.
Los comentarios del directivo de Banamex ocurrieron un día después de que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari –en cuyo gobierno fue privatizada la banca– aseguró que “el desarrollo soberano de México exige recuperar el control del sistema de pagos del país”.
Salinas de Gortari, quien pronunció ese discurso el martes por la noche después de compartir mesa en una cena con Roberto Hernández y el ex banquero Agustín F. Legorreta, entre otros, señaló que el gobierno de su sucesor Ernesto Zedillo elevó de 7 a 110 por ciento anual la tasa de interés, para atender una imposición de la administración de Estados Unidos, lo que causó la quiebra de la banca, de empresas y familias.
Al igual que Salinas de Gortari el martes, el banquero Roberto Hernández participó ayer en un seminario sobre la privatización bancaria organizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias. Ese organismo lleva el nombre de Enrique Espinosa Yglesias, propietario de Bancomer hasta antes de la nacionalización bancaria de 1982 y quien, en sus memorias y en una entrevista, señaló a Salinas de Gortari de haber vetado de algún modo su participación en la reprivatización de 1991 y 1992.
En su intervención, Roberto Hernández sostuvo que las autoridades “cancelaron” –en los últimos meses del gobierno de Ernesto Zedillo– la “creación de un campeón nacional” de la banca cuando, reveló, Banamex, entonces en manos nacionales, trató de comprar Bancomer, que en ese momento también era de empresarios mexicanos.
“La propuesta que hizo Banamex por Bancomer fue de mil millones de dólares más que (el grupo español) BBV, y pese al apoyo de los accionistas, el gobierno (entonces de Ernesto Zedillo) no permitió que se fusionara”, comentó en el foro.
Ya en el gobierno del ex presidente Vicente Fox, de quien Hernández fue condiscípulo en la universidad, Banamex fue vendido a Citigroup por 12 mil 500 millones de dólares, en una operación realizada a través de la Bolsa Mexicana de Valores por la que los vendedores no pagaron impuestos.
Roberto Hernández aludió a la declaración del ex presidente Salinas, el martes, sobre la extranjerización de la banca. Dijo que fueron el gobierno y el partido en el poder (en ese tiempo el PRI, con Zedillo) quienes modificaron la ley de instituciones de crédito en 1995 para permitir la total “internacionalización” del sistema bancario nacional.
Roberto González Amador / Periódico La Jornada
Beneficiario de la privatización y posterior extranjerización de la banca, el empresario Roberto Hernández Ramírez defendió este miércoles el proceso que llevó a que el sistema de pagos del país esté hoy mayoritariamente en poder de inversionistas extranjeros.
“¿Por qué no tener extranjeros (en la banca) si todos los sectores están globalizados en la economía?”, planteó Hernández Ramírez, presidente del consejo de administración de Banamex, el segundo banco del país y filial del estadunidense Citi.
Los comentarios del directivo de Banamex ocurrieron un día después de que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari –en cuyo gobierno fue privatizada la banca– aseguró que “el desarrollo soberano de México exige recuperar el control del sistema de pagos del país”.
Salinas de Gortari, quien pronunció ese discurso el martes por la noche después de compartir mesa en una cena con Roberto Hernández y el ex banquero Agustín F. Legorreta, entre otros, señaló que el gobierno de su sucesor Ernesto Zedillo elevó de 7 a 110 por ciento anual la tasa de interés, para atender una imposición de la administración de Estados Unidos, lo que causó la quiebra de la banca, de empresas y familias.
Al igual que Salinas de Gortari el martes, el banquero Roberto Hernández participó ayer en un seminario sobre la privatización bancaria organizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias. Ese organismo lleva el nombre de Enrique Espinosa Yglesias, propietario de Bancomer hasta antes de la nacionalización bancaria de 1982 y quien, en sus memorias y en una entrevista, señaló a Salinas de Gortari de haber vetado de algún modo su participación en la reprivatización de 1991 y 1992.
En su intervención, Roberto Hernández sostuvo que las autoridades “cancelaron” –en los últimos meses del gobierno de Ernesto Zedillo– la “creación de un campeón nacional” de la banca cuando, reveló, Banamex, entonces en manos nacionales, trató de comprar Bancomer, que en ese momento también era de empresarios mexicanos.
“La propuesta que hizo Banamex por Bancomer fue de mil millones de dólares más que (el grupo español) BBV, y pese al apoyo de los accionistas, el gobierno (entonces de Ernesto Zedillo) no permitió que se fusionara”, comentó en el foro.
Ya en el gobierno del ex presidente Vicente Fox, de quien Hernández fue condiscípulo en la universidad, Banamex fue vendido a Citigroup por 12 mil 500 millones de dólares, en una operación realizada a través de la Bolsa Mexicana de Valores por la que los vendedores no pagaron impuestos.
Roberto Hernández aludió a la declaración del ex presidente Salinas, el martes, sobre la extranjerización de la banca. Dijo que fueron el gobierno y el partido en el poder (en ese tiempo el PRI, con Zedillo) quienes modificaron la ley de instituciones de crédito en 1995 para permitir la total “internacionalización” del sistema bancario nacional.
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