miércoles, 24 de febrero de 2010

DESPLIFARRO PANISTA

Perspectivas de poder
Por Jorge Santa Cruz * / El Financiero
La Auditoría Superior de la Federación reveló el pasado miércoles 17 de febrero que los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón tuvieron ingresos extraordinarios, en su mayoría aportados por el petróleo, por un monto superior a un billón 281 mil millones de pesos, en el período comprendido entre el 2001 y el 2008. La ASF reveló, por otra parte, que el 70 por ciento de esos recursos se utilizó en el gasto corriente de la burocracia panista y en asignar partidas a estados y municipios.
Pero eso no es todo, la ASF informó, además, que el gobierno federal contrató deuda –entre esos mismos años- por un billón 262 mil millones de pesos.
De lo anterior se desprenden varias reflexiones:
1. El gasto corriente no tenía por qué financiarse con los ingresos extraordinarios, toda vez ya estaba contemplado en el presupuesto de egresos de la Federación, correspondiente a cada uno de esos años.
2. Dilapidar los ingresos extraordinarios en salarios y servicios personales fue un abuso. Ese dinero se hubiera podido destinar, por ejemplo, a apoyar a Petróleos Mexicanos, a fin de dotar a la paraestatal de recursos para construir las cinco refinerías que necesita y de poder desarrollar la tecnología necesaria para explotar los yacimientos en aguas profundas.
3. Otro abuso fue la contratación de deuda por un billón 262 mil millones de pesos. ¿Para qué endrogarse si se tuvieron ingresos extraordinarios por un billón 281 mil millones de pesos?
4. La sociedad está indefensa ante tales dispendios. La Auditoría Superior de la Federación se contenta con dar a conocer las cifras del despilfarro, porque no tiene facultades para sancionar a los responsables.
5. Es necesario, pues, que el Congreso de la Unión dote de facultades legales a la Auditoría Superior de la Federación, a fin de que pueda meter miedo a los manirrotos y castigar a los corruptos. El Poder Legislativo debe impedir, por otro lado, que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público siga manejando con absoluta discrecionalidad los recursos extraordinarios.
6. Por otro lado queda de manifiesto, una vez más, la inutilidad de la Secretaría de la Función Pública, la cual se queda como el chinito, nomás mirando.
De manera paralela debe tomarse en cuenta la denuncia hecha por Ana Lilia Pérez, a través de su libro Camisas azules, manos negras. El saqueo de PEMEX desde Los Pinos, que involucra a los más altos mandos del gobierno federal y del PAN en multimillonarios actos de corrupción. La periodista aporta copias de documentos altamente comprometedores. La acusación es muy seria. El que nada debe, nada teme. ¿Desmentirán a Ana Lilia Pérez? El refranero popular señala, en contraparte, que el que calla, otorga. ¿Se quedarán callados?
Más allá de especulaciones, lo cierto es que el país sigue siendo botín de camarillas que se amparan en los más diversos colores partidistas, pero que –según ha aprendido la ciudadanía- comparten la más profunda negrura a la hora de incurrir en actos de corrupción. Hasta el próximo martes en otra entrega de Perspectivas de Poder.
* Conductor de noticias de Radio Trece y académico de la Universidad Anáhuac.

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