Urge una mayor transaparfencia en los egresos
No habrá un presupuesto que alcance, si no mejora el uso de los recursos
En estados y municipios es donde existe la mayor opacidad, dicen expertos
Sin un gasto eficiente, de nada servirá realizar reformas fiscales que incrementen los niveles de recaudación.
En 2009, los ingresos presupuestarios disminuyeron 6.5 por ciento en términos reales respecto a 2008. La baja se dio por los pocos ingresos petroleros (menos 21.4 por ciento) y la escasa recaudación tributaria no petrolera (menos 11.5 por ciento), que se compensó parcialmente por los mayores ingresos no recurrentes, principalmente derivados de las ventas del crudo.
De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Hacienda, ante la disminución en las entradas y la crisis económica, la reducción en el gasto fue de 4.2 por ciento.
Sin embargo, el gasto corriente presenta un incremento de 6.5 por ciento y el englobado en la categoría de "gastos personales" aumentó 2.7 por ciento.
Por el contrario, el gasto en inversión física cayó 7.6 por ciento y la inversión financiera 67 por ciento.
En entrevista con EL FINANCIERO, Alejandro González Arreola, director general de Gestión Social (Gesoc), explica que no sólo se requiere una mayor eficiencia y más recursos para gastar, sino una mayor transparencia en la naturaleza de las proyecciones.
Dice que el año pasado, el gobierno estimaba un faltante de más de 300 mil millones de pesos en las cuentas públicas, cuando el dato final fue de apenas 180 mil millones.
"Buena parte de la reducción de ese déficit se explica por subejercicios; es decir, dinero que está programado para gastarse, pero que no fue así por distintas causas.
"No sólo es cuestión de reasignación de gasto, sino de garantizar que lo presupuestado realmente se ejerza, porque si tenemos un contexto donde ni siquiera sabemos que lo presupuestado se va a ejercer, con qué elementos estamos exigiendo a la sociedad que haga un esfuerzo contributivo mayor, cuando no se cumplen las propias previsiones de gobierno en términos de gasto."
El especialista advierte que ante este escenario, una reforma fiscal resultaría inútil: "La previsión es que no hay reforma fiscal que alcance, y no va a haber ingreso tributario y no tributario que alcance si no se generan estos ajustes.
"Pero para que se realicen los ajustes, la precondición es la transparencia y la rendición de cuentas durante el ejercicio del gasto."
Caminar para atrás
Por otro lado, cerca de la mitad del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2010 está destinado a programas de gasto social, y la mayor parte de esos recursos -alrededor de 1.5 billones de pesos- se canalizará a programas regresivos.
Para Liliana Alvarado, investigadora de la Fundación Ethos, la transparencia es una de las mayores áreas de oportunidad para tener un gasto público más efectivo.
"Es muy complicado tener una reasignación, y el camino más corto es la evaluación de los gastos para determinar aquellos que realmente no representan un beneficio, sobre todo en lo referente a gasto social."
En 2009, el saldo para los estados y municipios fue poco menos que dramático, pues sin considerar los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el gasto en participaciones presenta una caída de 15.7 por ciento.
Al respecto, Flavia Josefina Rodríguez, directora del área de análisis de finanzas públicas de aregional, comenta que si bien existe manejo del gasto público poco claro, también hay una falta de atención por parte de los contribuyentes para exigir información.
"Se ha criticado la baja recaudación estatal, pero los estados tienen también limitaciones para la aplicación de medidas que amplíen la base de causantes."
Sin embargo, señala que la gente y las críticas están volcadas sobre lo que pueda resolver el gobierno federal, cuando son los estados los que tienen la obligación de explicar de qué manera se utilizan los recursos.
Indica que ante este panorama, la mayor área de oportunidad para mejorar la calidad del gasto está a nivel subnacional.
¿Un paso adelante?
Pero no todo es oscuridad, pues las promesas ya empezaron. Al menos así lo plantea el gobierno federal en el Presupuesto Ciudadano 2010, un documento elaborado con el fin de explicar, con transparencia y en términos sencillos, la utilidad del presupuesto y el destino de los recursos.
De esta manera, el documento afirma que a más tardar el 15 de marzo de 2010, el gobierno federal deberá presentar el Programa Nacional de Reducción de Gasto Público de alcance plurianual, que aplicará también a poderes y entes autónomos.
Fuente: La Jornada
En 2009, los ingresos presupuestarios disminuyeron 6.5 por ciento en términos reales respecto a 2008. La baja se dio por los pocos ingresos petroleros (menos 21.4 por ciento) y la escasa recaudación tributaria no petrolera (menos 11.5 por ciento), que se compensó parcialmente por los mayores ingresos no recurrentes, principalmente derivados de las ventas del crudo.
De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Hacienda, ante la disminución en las entradas y la crisis económica, la reducción en el gasto fue de 4.2 por ciento.
Sin embargo, el gasto corriente presenta un incremento de 6.5 por ciento y el englobado en la categoría de "gastos personales" aumentó 2.7 por ciento.
Por el contrario, el gasto en inversión física cayó 7.6 por ciento y la inversión financiera 67 por ciento.
En entrevista con EL FINANCIERO, Alejandro González Arreola, director general de Gestión Social (Gesoc), explica que no sólo se requiere una mayor eficiencia y más recursos para gastar, sino una mayor transparencia en la naturaleza de las proyecciones.
Dice que el año pasado, el gobierno estimaba un faltante de más de 300 mil millones de pesos en las cuentas públicas, cuando el dato final fue de apenas 180 mil millones.
"Buena parte de la reducción de ese déficit se explica por subejercicios; es decir, dinero que está programado para gastarse, pero que no fue así por distintas causas.
"No sólo es cuestión de reasignación de gasto, sino de garantizar que lo presupuestado realmente se ejerza, porque si tenemos un contexto donde ni siquiera sabemos que lo presupuestado se va a ejercer, con qué elementos estamos exigiendo a la sociedad que haga un esfuerzo contributivo mayor, cuando no se cumplen las propias previsiones de gobierno en términos de gasto."
El especialista advierte que ante este escenario, una reforma fiscal resultaría inútil: "La previsión es que no hay reforma fiscal que alcance, y no va a haber ingreso tributario y no tributario que alcance si no se generan estos ajustes.
"Pero para que se realicen los ajustes, la precondición es la transparencia y la rendición de cuentas durante el ejercicio del gasto."
Caminar para atrás
Por otro lado, cerca de la mitad del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2010 está destinado a programas de gasto social, y la mayor parte de esos recursos -alrededor de 1.5 billones de pesos- se canalizará a programas regresivos.
Para Liliana Alvarado, investigadora de la Fundación Ethos, la transparencia es una de las mayores áreas de oportunidad para tener un gasto público más efectivo.
"Es muy complicado tener una reasignación, y el camino más corto es la evaluación de los gastos para determinar aquellos que realmente no representan un beneficio, sobre todo en lo referente a gasto social."
En 2009, el saldo para los estados y municipios fue poco menos que dramático, pues sin considerar los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el gasto en participaciones presenta una caída de 15.7 por ciento.
Al respecto, Flavia Josefina Rodríguez, directora del área de análisis de finanzas públicas de aregional, comenta que si bien existe manejo del gasto público poco claro, también hay una falta de atención por parte de los contribuyentes para exigir información.
"Se ha criticado la baja recaudación estatal, pero los estados tienen también limitaciones para la aplicación de medidas que amplíen la base de causantes."
Sin embargo, señala que la gente y las críticas están volcadas sobre lo que pueda resolver el gobierno federal, cuando son los estados los que tienen la obligación de explicar de qué manera se utilizan los recursos.
Indica que ante este panorama, la mayor área de oportunidad para mejorar la calidad del gasto está a nivel subnacional.
¿Un paso adelante?
Pero no todo es oscuridad, pues las promesas ya empezaron. Al menos así lo plantea el gobierno federal en el Presupuesto Ciudadano 2010, un documento elaborado con el fin de explicar, con transparencia y en términos sencillos, la utilidad del presupuesto y el destino de los recursos.
De esta manera, el documento afirma que a más tardar el 15 de marzo de 2010, el gobierno federal deberá presentar el Programa Nacional de Reducción de Gasto Público de alcance plurianual, que aplicará también a poderes y entes autónomos.
Fuente: La Jornada
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