Subsecretaria de Economía lo atribuye a impacto de crisis financiera
El ingreso de los hogares mexicanos se deterioró notablemente al cierre del año pasado con la crisis financiera y económica hasta situarse como el más bajo de la década.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el ingreso corriente por hogar cayó 12.3% entre 2008 y 2010.
“Esta caída en el ingreso representa una pérdida brutal en el ingreso de los hogares equivalente a 1 de cada ocho pesos”, dijo Julio Boltvinik, especialista del Colegio de México (Colmex).
Según la ENIGH de 2010, los hogares mexicanos registraron un ingreso promedio de 34 mil 936 pesos trimestrales, que representa 11 mil 645 pesos mensuales. Este nivel es el más bajo registrado en lo que va de la década.
En 2008, el ingreso trimestral era de 39 mil 823 pesos, es decir, 13 mil 274 pesos mensuales.
En los últimos tres años los bolsillos de las familias mexicanas han sobrellevado los efectos negativos de los repuntes en los precios internacionales de los alimentos, que provocó que entre 2006 y 2008 aumentara la proporción de gasto que las familias realizaron en estos bienes, sumado al efecto de la crisis sobre los ingresos.
La disminución en el ingreso de los hogares en México es un reflejo del efecto de la crisis económica, aseguró Lorenza Martínez Trigueros, subsecretaria de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía.
“Es el efecto de la crisis, en el periodo que se hace la encuesta coincide con la crisis... lo que está reflejando es el impacto de la crisis”, dijo la funcionaria, expuso en el 72 Congreso Nacional de Agentes Aduanales.
Por su parte, José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Instituto Tecnológico de Monterrey, dijo que “es conocido que las cifras de desocupación en México permanecen en niveles similares a los que les llevó la recesión de 2009, en tanto la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores prevalece aún en la incipiente recuperación económica”.
Afectaciones
La encuesta del INEGI señala que la población de ingresos medios y altos fue la más afectada en cuanto a la reducción de sus ingresos.
Según datos de la ENIGH 2010, el ingreso corriente total trimestral de los hogares cayó entre 7.6% y 6.7% entre la población más pobre, es decir en los deciles I al V. En tanto, en los hogares deciles VI al VIII, el ingreso corriente total por hogar se redujo entre 8% y 9.9%. Y en los dos deciles más altos, IX y X, los ingresos bajaron 11.5% y 17.8%, respectivamente. Este comportamiento se explica por un lado por el repunte de las transferencias monetarias, que entre 2008 y 2010 aumentaron 5.8%, de acuerdo con datos del INEGI.
De la Cruz dijo que “la mayor contracción se presentó en los niveles de mayores ingresos, deciles VIII al X, lo que no implica que la afectación para los segmentos de menores percepciones no sea grave, pues la pérdida de un peso para los más pobres tiene un efecto superior que para los grupos con una mayor solvencia económica”.
Boltvinik expuso que es muy preocupante la pérdida de ingreso para los deciles más bajos, porque esa caída en su ingreso hace la diferencia entre situarse por debajo de la línea de pobreza alimentaria y sufrir hambre.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el ingreso corriente por hogar cayó 12.3% entre 2008 y 2010.
“Esta caída en el ingreso representa una pérdida brutal en el ingreso de los hogares equivalente a 1 de cada ocho pesos”, dijo Julio Boltvinik, especialista del Colegio de México (Colmex).
Según la ENIGH de 2010, los hogares mexicanos registraron un ingreso promedio de 34 mil 936 pesos trimestrales, que representa 11 mil 645 pesos mensuales. Este nivel es el más bajo registrado en lo que va de la década.
En 2008, el ingreso trimestral era de 39 mil 823 pesos, es decir, 13 mil 274 pesos mensuales.
En los últimos tres años los bolsillos de las familias mexicanas han sobrellevado los efectos negativos de los repuntes en los precios internacionales de los alimentos, que provocó que entre 2006 y 2008 aumentara la proporción de gasto que las familias realizaron en estos bienes, sumado al efecto de la crisis sobre los ingresos.
La disminución en el ingreso de los hogares en México es un reflejo del efecto de la crisis económica, aseguró Lorenza Martínez Trigueros, subsecretaria de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía.
“Es el efecto de la crisis, en el periodo que se hace la encuesta coincide con la crisis... lo que está reflejando es el impacto de la crisis”, dijo la funcionaria, expuso en el 72 Congreso Nacional de Agentes Aduanales.
Por su parte, José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Instituto Tecnológico de Monterrey, dijo que “es conocido que las cifras de desocupación en México permanecen en niveles similares a los que les llevó la recesión de 2009, en tanto la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores prevalece aún en la incipiente recuperación económica”.
Afectaciones
La encuesta del INEGI señala que la población de ingresos medios y altos fue la más afectada en cuanto a la reducción de sus ingresos.
Según datos de la ENIGH 2010, el ingreso corriente total trimestral de los hogares cayó entre 7.6% y 6.7% entre la población más pobre, es decir en los deciles I al V. En tanto, en los hogares deciles VI al VIII, el ingreso corriente total por hogar se redujo entre 8% y 9.9%. Y en los dos deciles más altos, IX y X, los ingresos bajaron 11.5% y 17.8%, respectivamente. Este comportamiento se explica por un lado por el repunte de las transferencias monetarias, que entre 2008 y 2010 aumentaron 5.8%, de acuerdo con datos del INEGI.
De la Cruz dijo que “la mayor contracción se presentó en los niveles de mayores ingresos, deciles VIII al X, lo que no implica que la afectación para los segmentos de menores percepciones no sea grave, pues la pérdida de un peso para los más pobres tiene un efecto superior que para los grupos con una mayor solvencia económica”.
Boltvinik expuso que es muy preocupante la pérdida de ingreso para los deciles más bajos, porque esa caída en su ingreso hace la diferencia entre situarse por debajo de la línea de pobreza alimentaria y sufrir hambre.
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