El proyecto, presentado a puerta cerrada, prevé elevar la deuda a 14.3 billones de dólares
Impone recorte de 500 mil millones y modificar grandes programas de salud y de pensiones
Parece quedarse corto
, considera el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner
El presidente Barack Obama, ayer en la Casa Blanca, en Washington. Foto Ap
Dpa, Afp y Reuters / Periódico La Jornada
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó este martes su apoyo a un plan bipartidsta elaborado por senadores demócratas y republicanos para lograr un acuerdo sobre la reducción del déficit, pero subrayó una vez más la
La propuesta proveniente del
El plan impondría de forma inmediata 500 mil millones de dólares en recortes de déficit, reduciendo gastos de seguridad y otros rubros en 10 años con límites de gasto, y volvería más eficiente la operación de los programas de salud Medicare y Medicaid.
Al borde de la insolvencia
A sólo dos semanas de que Estados Unidos se quede sin recursos autorizados para pagar sus cuentas, Obama apremió a los republicanos a discutir el proyecto. En conferencia de prensa calificó el plan de una propuesta
Estados Unidos incurriría en una moratoria de sus obligaciones financieras para esa fecha si el Congreso no permite que el Tesoro venda más deuda. Eso enviaría a la economía estadunidense de nuevo a la recesión y podría causar estragos en los mercados globales.
El presidente de la Comisión de Presupuesto del Senado, Kent Conrad, uno de los seis senadores que desde diciembre trabajan en un plan para reducir el déficit, dijo que los 3.75 billones de dólares en ahorros propuestos en 10 años contienen 1.2 billones de dólares en nuevos ingresos.
La falta de acuerdo sobre la reducción del déficit y el incremento de la deuda ha sacudido a los mercados financieros globales, mientras las agencias de calificación han advertido que podrían rebajar la nota crediticia
El plan presentado hoy encontró rápidamente el apoyo de los senadores, entre ellos algunos conservadores republicanos, y ganó impulso a pesar de que incluye incrementos fiscales. El senador republicano Roger Wicker dijo que podría ser aprobado en el Senado estadunidense por una holgada mayoría de 60 o 70 votos.
Sin embargo, algunos asesores en el Capitolio pidieron cautela, afirmando que, aunque el plan fuera popular en el Senado, puede que no haya tiempo para transcribirlo en un detallado lenguaje legislativo para ser evaluado por el Comité de Presupuesto del Congreso, paso obligatorio, antes del 2 de agosto.
En tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, expresó algunas preocupaciones con respecto a este nuevo plan de reducción del déficit, dijo su portavoz.
Pese a la nueva propuesta, el bando republicano decidió desafiar al presidente Barack Obama en la batalla sobre el límite de la deuda, con la aprobación en la Cámara de Representantes de un plan radical para reducir gastos y enmendar la Constitución.
Pero el plan, aprobado con 234 votos a favor y 190 en contra, se asemeja más a una maniobra política que a una solución real al conflicto sobre el límite de la deuda federal.
El texto propuesto por los republicanos no tiene oportunidad alguna de ser adoptado en el Senado, donde los demócratas detentan la mayoría. Igualmente, el presidente Barack Obama adelantó el pasado lunes que en caso de que el texto fuera aprobado lo vetaría.
El proyecto prevé limitar los gastos federales en alrededor de 18 por ciento del producto interno bruto (PIB) y votar una enmienda constitucional para exigir que el presupuesto federal se mantenga en
Mientras se procesan las negociaciones, la agencia de calificación financiera Moody’s indicó que examina la opción de degradar la nota
La agencia advirtió que un plan alternativo de Estados Unidos para subir el límite de endeudamiento y evitar una inminente moratoria aún podría llevar a una rebaja de la calificación crediticia del país en el próximo año.
El denominado
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó este martes su apoyo a un plan bipartidsta elaborado por senadores demócratas y republicanos para lograr un acuerdo sobre la reducción del déficit, pero subrayó una vez más la
urgenciade las negociaciones por la aproximación del 2 de agosto, fecha límite para elevar el techo de la deuda.
La propuesta proveniente del
grupo de los seis(por el número de senadores participantes), presentada este martes a puertas cerradas, plantea un proyecto para aumentar el límite legal de la deuda federal, fijado en 14.3 billones de dólares y alcanzado a mediados de mayo. Según una fuente cercana, en el texto se prevé una reducción del gasto público de entre 3.6 y 3.7 billones de dólares en 10 años y se proponen modificaciones a los grandes programas sociales, incluidos los de salud y de pensiones.
El plan impondría de forma inmediata 500 mil millones de dólares en recortes de déficit, reduciendo gastos de seguridad y otros rubros en 10 años con límites de gasto, y volvería más eficiente la operación de los programas de salud Medicare y Medicaid.
Al borde de la insolvencia
A sólo dos semanas de que Estados Unidos se quede sin recursos autorizados para pagar sus cuentas, Obama apremió a los republicanos a discutir el proyecto. En conferencia de prensa calificó el plan de una propuesta
ampliamente consistentecon el enfoque que ha pedido y lo consideró un paso significativo.
El problema es que estamos en la última hora y no nos queda mucho tiempo. El país no tiene más tiempo que gastar en gestos simbólicos ni posturas, sino que es hora de resolver el problema.
Estados Unidos incurriría en una moratoria de sus obligaciones financieras para esa fecha si el Congreso no permite que el Tesoro venda más deuda. Eso enviaría a la economía estadunidense de nuevo a la recesión y podría causar estragos en los mercados globales.
El presidente de la Comisión de Presupuesto del Senado, Kent Conrad, uno de los seis senadores que desde diciembre trabajan en un plan para reducir el déficit, dijo que los 3.75 billones de dólares en ahorros propuestos en 10 años contienen 1.2 billones de dólares en nuevos ingresos.
La falta de acuerdo sobre la reducción del déficit y el incremento de la deuda ha sacudido a los mercados financieros globales, mientras las agencias de calificación han advertido que podrían rebajar la nota crediticia
AAAde Estados Unidos.
El plan presentado hoy encontró rápidamente el apoyo de los senadores, entre ellos algunos conservadores republicanos, y ganó impulso a pesar de que incluye incrementos fiscales. El senador republicano Roger Wicker dijo que podría ser aprobado en el Senado estadunidense por una holgada mayoría de 60 o 70 votos.
Sin embargo, algunos asesores en el Capitolio pidieron cautela, afirmando que, aunque el plan fuera popular en el Senado, puede que no haya tiempo para transcribirlo en un detallado lenguaje legislativo para ser evaluado por el Comité de Presupuesto del Congreso, paso obligatorio, antes del 2 de agosto.
En tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, expresó algunas preocupaciones con respecto a este nuevo plan de reducción del déficit, dijo su portavoz.
Este plan comparte muchas similitudes con el marco de trabajo que el presidente (de la Cámara) discutió con el presidente (Barack Obama), pero también parece quedarse corto en algunas importantes áreas, afirmó Michael Steal.
Pese a la nueva propuesta, el bando republicano decidió desafiar al presidente Barack Obama en la batalla sobre el límite de la deuda, con la aprobación en la Cámara de Representantes de un plan radical para reducir gastos y enmendar la Constitución.
Pero el plan, aprobado con 234 votos a favor y 190 en contra, se asemeja más a una maniobra política que a una solución real al conflicto sobre el límite de la deuda federal.
El texto propuesto por los republicanos no tiene oportunidad alguna de ser adoptado en el Senado, donde los demócratas detentan la mayoría. Igualmente, el presidente Barack Obama adelantó el pasado lunes que en caso de que el texto fuera aprobado lo vetaría.
El proyecto prevé limitar los gastos federales en alrededor de 18 por ciento del producto interno bruto (PIB) y votar una enmienda constitucional para exigir que el presupuesto federal se mantenga en
equilibrio. Los republicanos condicionan el aumento del techo de la deuda a la adopción de esas medidas.
Mientras se procesan las negociaciones, la agencia de calificación financiera Moody’s indicó que examina la opción de degradar la nota
AAAde un tercio de los estados de la Unión. Esta decisión es tomada tras la puesta bajo vigilancia de la nota de Estados Unidos, anunciada el 13 de julio.
La agencia advirtió que un plan alternativo de Estados Unidos para subir el límite de endeudamiento y evitar una inminente moratoria aún podría llevar a una rebaja de la calificación crediticia del país en el próximo año.
El denominado
Plan B, que cada vez es más visto como un
Plan Aen Washington, evitaría una rebaja inmediata de la nota
AAAque ostenta Estados Unidos, afirmó el analista de Moody’s Steven Hess en una entrevista.
"Pero las cifras que están siendo discutidas en términos de cualquier posible reducción del déficit producto de este plan no parecen ser muy cuantiosas. Por ende, este plan podría resultar en un panorama negativo para la calificación, agregó.
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