Ante responsables de bancos centrales, reprochó que más países actúen en forma individual
Aumenta el temor sobre las consecuencias de la guerra de divisas, pues cada nación haría todo lo posible por devaluar su moneda para dinamizar su economía en detrimento de las demás
La recuperación mundial está "en peligro" si no se mantiene "el espíritu de cooperación" entre las principales economías del planeta, advirtió el lunes el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, tras una reunión con responsables de los bancos centrales en Shanghai.
"Debe mantenerse el espíritu de cooperación. Sin él, la recuperación está en peligro", afirmó Strauss-Kahn al final de una reunión del FMI con responsables de bancos centrales de todo el mundo, según una versión escrita de su discurso presentada a la prensa.
"Existe hoy en día el riesgo de que el núcleo de aquellos que habían logrado domar la crisis financiera se disuelva en una cacofonía de voces discordantes, ya que cada vez más países actúan en forma individual", continuó Strauss-Kahn. Esta actitud "va a perjudicar a todo el mundo", advirtió.
A una semana de la reunión de los ministros de Finanzas del G-20 en la ciudad sudcoreana de Gyenongju, y antes de una cumbre del grupo prevista los días 11 y 12 de noviembre en Seúl, aumenta el temor por las consecuencias de una guerra de divisas en la que cada país haría todo lo posible por devaluar su divisa y dinamizar así su economía en detrimento de las demás.
El objetivo de la conferencia de Shanghai era discutir la aplicación de instrumentos de los bancos centrales para garantizar la estabilidad financiera, aunque la cuestión de la guerra de divisas es hoy la gran preocupación.
"La conferencia es parte de los trabajos internacionales en curso sobre los desafíos planteados por la crisis financiera mundial", había explicado el FMI el pasado fin de semana.
El encuentro en China tiene lugar tras las asambleas anuales del FMI y el Banco Mundial (BM) de principios de octubre en Washington, durante las cuales se debatieron las medidas a tomar para reforzar la reactivación tras la crisis global, y consolidar el sistema financiero.
Corea del Sur dijo el viernes temer que las tensiones sobre las tasas cambiarias lleven al proteccionismo. Sin embargo, Seúl fue acusado por Japón de haber intervenido para hacer bajar la cotización de su moneda, el won.
El gran centro de todo este debate es la cotización del yuan, la moneda china, que según Estados Unidos y otras potencias occidentales está infravalorada para sostener las exportaciones del gigante asiático, lo que afecta la balanza comercial de esos países con China.
China respondió la semana pasada acusando a Estados Unidos de cargar sobre sus espaldas las dificultades económicas internas de esos países.
"La razón fundamental de esta guerra de divisas es que la Reserva Federal estadunidense (Fed) recurre a la máquina de imprimir billetes", afirmó el diario chino Financial News.
Pero el vicedirector adjunto del FMI, John Lipsky, estimó que la flexibilización de la política monetaria estadunidense y de otros países desarrollados tiene que ser vista en su contexto de crecimiento e inflación muy débiles.
"Esas políticas apuntan claramente a la situación interna, y no sus implicaciones internacionales", explicó. "No hay guerra de divisas", sentenció Lipsky.
China sufre menos que sus competidores por la debilidad del dólar, ya que su moneda está anclada al billete verde a través de una tasa cambiaria muy controlada.
Aumenta el temor sobre las consecuencias de la guerra de divisas, pues cada nación haría todo lo posible por devaluar su moneda para dinamizar su economía en detrimento de las demás
La recuperación mundial está "en peligro" si no se mantiene "el espíritu de cooperación" entre las principales economías del planeta, advirtió el lunes el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, tras una reunión con responsables de los bancos centrales en Shanghai.
"Debe mantenerse el espíritu de cooperación. Sin él, la recuperación está en peligro", afirmó Strauss-Kahn al final de una reunión del FMI con responsables de bancos centrales de todo el mundo, según una versión escrita de su discurso presentada a la prensa.
"Existe hoy en día el riesgo de que el núcleo de aquellos que habían logrado domar la crisis financiera se disuelva en una cacofonía de voces discordantes, ya que cada vez más países actúan en forma individual", continuó Strauss-Kahn. Esta actitud "va a perjudicar a todo el mundo", advirtió.
A una semana de la reunión de los ministros de Finanzas del G-20 en la ciudad sudcoreana de Gyenongju, y antes de una cumbre del grupo prevista los días 11 y 12 de noviembre en Seúl, aumenta el temor por las consecuencias de una guerra de divisas en la que cada país haría todo lo posible por devaluar su divisa y dinamizar así su economía en detrimento de las demás.
El objetivo de la conferencia de Shanghai era discutir la aplicación de instrumentos de los bancos centrales para garantizar la estabilidad financiera, aunque la cuestión de la guerra de divisas es hoy la gran preocupación.
"La conferencia es parte de los trabajos internacionales en curso sobre los desafíos planteados por la crisis financiera mundial", había explicado el FMI el pasado fin de semana.
El encuentro en China tiene lugar tras las asambleas anuales del FMI y el Banco Mundial (BM) de principios de octubre en Washington, durante las cuales se debatieron las medidas a tomar para reforzar la reactivación tras la crisis global, y consolidar el sistema financiero.
Corea del Sur dijo el viernes temer que las tensiones sobre las tasas cambiarias lleven al proteccionismo. Sin embargo, Seúl fue acusado por Japón de haber intervenido para hacer bajar la cotización de su moneda, el won.
El gran centro de todo este debate es la cotización del yuan, la moneda china, que según Estados Unidos y otras potencias occidentales está infravalorada para sostener las exportaciones del gigante asiático, lo que afecta la balanza comercial de esos países con China.
China respondió la semana pasada acusando a Estados Unidos de cargar sobre sus espaldas las dificultades económicas internas de esos países.
"La razón fundamental de esta guerra de divisas es que la Reserva Federal estadunidense (Fed) recurre a la máquina de imprimir billetes", afirmó el diario chino Financial News.
Pero el vicedirector adjunto del FMI, John Lipsky, estimó que la flexibilización de la política monetaria estadunidense y de otros países desarrollados tiene que ser vista en su contexto de crecimiento e inflación muy débiles.
"Esas políticas apuntan claramente a la situación interna, y no sus implicaciones internacionales", explicó. "No hay guerra de divisas", sentenció Lipsky.
China sufre menos que sus competidores por la debilidad del dólar, ya que su moneda está anclada al billete verde a través de una tasa cambiaria muy controlada.
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