Juan Antonio Zúñiga / Periódico La Jornada
A un ritmo sin precedente en tres lustros, el gobierno federal ha obtenido casi 11 mil millones de dólares durante este año a través de diferentes contrataciones de deuda, con lo cual el endeudamiento externo bruto del sector público mexicano rebasa 100 mil millones de dólares y alcanza su máximo nivel nominal en la historia del país.
Entre préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y colocaciones de bonos en los mercados internacionales, sólo en los últimos cuatro meses se endeudó el país con 7 mil 596 millones de dólares más, mientras otros 3 mil 344 millones fueron conseguidos en la primera mitad de 2010, indican informes de la Secretaría de Hacienda.
La continua contratación de deuda externa que efectuó este gobierno en 2010 parece dar un giro de 180 grados respecto a la política que siguió la anterior administración. Durante el sexenio que presidió Vicente Fox, la deuda externa bruta del sector público se redujo de 84 mil 600.2 millones de dólares en diciembre de 2000 a 54 mil 766.3 millones en el mismo mes de 2006, lo cual significó un retroceso de 29 mil 833.9 millones, es decir, de 35.3 por ciento en seis años.
Ahora el monto de la deuda externa bruta del sector público aumentó 84.4 por ciento respecto al nivel en que se encontraba al comenzar este gobierno. Esto implica un incremento superior a 46 mil millones de dólares en menos de cuatro años, pero de esa elevación 29 mil millones corresponden al reconocimiento que como deuda pública se hizo en 2009 de los proyectos de infraestructura productiva de largo plazo de Pemex, modalidad de endeudamiento conocida como Pidiregas, la cual ha sido criticada por la Auditoría Superior de la Federación debido a su opacidad.
Al término de 2006 el saldo de la deuda externa bruta del sector público se ubicaba en 54 mil 766.3 millones de dólares, y en agosto de 2010 ascendió a 96 mil 216. 2 millones, a los que habrá que agregar 4 mil 600 millones de dólares en créditos del exterior y colocaciones de bonos realizadas en diversos mercados financieros durante septiembre y octubre recientes.
La política de endeudamiento externo en los últimos dos meses se caracterizó por su acelerado ritmo. El 8 de septiembre el directorio ejecutivo del BID aprobó un préstamo de mil millones de dólares al gobierno federal, "en reconocimiento a las medidas desplegadas para enfrentar la crisis financiera internacional y mantener una política macroeconómica adecuada y finanzas públicas sanas", dijo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Casi un mes después, el 5 de octubre, la dependencia anunció la exitosa emisión de un bono global de mil millones de dólares, que convirtió a México "en el primer país latinoamericano en colocar deuda a plazo de 100 años".
Dos semanas después, el 18 del mismo mes, nuevamente el Banco Interamericano de Desarrollo salió a la palestra con otro préstamo, éste por 800 millones de dólares destinado al programa Oportunidades, en respaldo "a la política social instrumentada por el presidente Felipe Calderón", y dos días después, el 20 de octubre, "logra México exitosa colocación de Bono Samurai por 150 mil millones de yenes" en el mercado japonés, es decir, unos mil 800 millones de dólares.
Los objetivos de la operación más reciente son "mejorar los términos y condiciones de la deuda externa de mercado, además de diversificar la base de inversionistas del gobierno federal", justificó Hacienda.
Entre préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y colocaciones de bonos en los mercados internacionales, sólo en los últimos cuatro meses se endeudó el país con 7 mil 596 millones de dólares más, mientras otros 3 mil 344 millones fueron conseguidos en la primera mitad de 2010, indican informes de la Secretaría de Hacienda.
La continua contratación de deuda externa que efectuó este gobierno en 2010 parece dar un giro de 180 grados respecto a la política que siguió la anterior administración. Durante el sexenio que presidió Vicente Fox, la deuda externa bruta del sector público se redujo de 84 mil 600.2 millones de dólares en diciembre de 2000 a 54 mil 766.3 millones en el mismo mes de 2006, lo cual significó un retroceso de 29 mil 833.9 millones, es decir, de 35.3 por ciento en seis años.
Ahora el monto de la deuda externa bruta del sector público aumentó 84.4 por ciento respecto al nivel en que se encontraba al comenzar este gobierno. Esto implica un incremento superior a 46 mil millones de dólares en menos de cuatro años, pero de esa elevación 29 mil millones corresponden al reconocimiento que como deuda pública se hizo en 2009 de los proyectos de infraestructura productiva de largo plazo de Pemex, modalidad de endeudamiento conocida como Pidiregas, la cual ha sido criticada por la Auditoría Superior de la Federación debido a su opacidad.
Al término de 2006 el saldo de la deuda externa bruta del sector público se ubicaba en 54 mil 766.3 millones de dólares, y en agosto de 2010 ascendió a 96 mil 216. 2 millones, a los que habrá que agregar 4 mil 600 millones de dólares en créditos del exterior y colocaciones de bonos realizadas en diversos mercados financieros durante septiembre y octubre recientes.
La política de endeudamiento externo en los últimos dos meses se caracterizó por su acelerado ritmo. El 8 de septiembre el directorio ejecutivo del BID aprobó un préstamo de mil millones de dólares al gobierno federal, "en reconocimiento a las medidas desplegadas para enfrentar la crisis financiera internacional y mantener una política macroeconómica adecuada y finanzas públicas sanas", dijo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Casi un mes después, el 5 de octubre, la dependencia anunció la exitosa emisión de un bono global de mil millones de dólares, que convirtió a México "en el primer país latinoamericano en colocar deuda a plazo de 100 años".
Dos semanas después, el 18 del mismo mes, nuevamente el Banco Interamericano de Desarrollo salió a la palestra con otro préstamo, éste por 800 millones de dólares destinado al programa Oportunidades, en respaldo "a la política social instrumentada por el presidente Felipe Calderón", y dos días después, el 20 de octubre, "logra México exitosa colocación de Bono Samurai por 150 mil millones de yenes" en el mercado japonés, es decir, unos mil 800 millones de dólares.
Los objetivos de la operación más reciente son "mejorar los términos y condiciones de la deuda externa de mercado, además de diversificar la base de inversionistas del gobierno federal", justificó Hacienda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario